La presidenta Dina Boluarte abrió su segundo balance de gestión este miércoles con un mensaje de condolencias a la familia de la enfermera víctima de violación grupal en Puno, quien falleció ocho días después del ataque, cuando acababa de ser sometida a una amputación de urgencia.
“En primer lugar, quiero iniciar esta conferencia de prensa expresando mi más profundo pesar por el fallecimiento de la enfermera atacada en Puno. Mis condolencias a sus familiares. Ojalá esto sirva para que podamos respetar con más interés la vida de las mujeres”, dijo la mandataria, acompañada del jefe del Gabinete y otros ministros.
La fallecida tenía tres hijos pequeños. En la víspera, la cartera de la Mujer, presidida por Nancy Tolentino, también extendió su pésame y exhortó “a los operadores de justicia a sancionar sin dilaciones, y con todo el peso de la ley, a los feminicidas y violadores”. Sus compañeras de trabajo salieron a las puertas del hospital para pedir justicia y protestar por el feminicidio.
La trabajadora de salud, cuyas extremidades estaban grangrenadas, permaneció en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Rebagliati, adonde fue derivada de un establecimiento de Juliaca.
“A pesar de todos los esfuerzos médicos, y de haber puesto a disposición de nuestra asegurada toda la infraestructura y equipamiento [...], en horas de la mañana, lamentablemente, falleció”, comunicó la Red Prestacional Rebagliati.
Dino Álvarez y Renato Francisco Quispe, los agresores, trabajaban en el hospital de Ayaviri ―uno como vigilante del centro sanitario y otro como digitador— y actualmente estan recluidos en el penal La Capilla de Juliaca, donde cumplen una orden de nueve meses de prisión preventiva.
El deceso ocurre un día después de la captura en Colombia del feminicida Sergio Tarache Parra, quien estuvo prófugo por casi un mes luego de quemar viva a su expareja cerca de la plaza Dos de Mayo. Boluarte informó que el Ejecutivo, el Ministerio Público y “la cooperación internacional” gestionan “el pronto traslado al Perú” del agresor de Katherine Gómez.
“La lucha de contra la violencia a la mujer es frontal, firme y no tiene fronteras. Quienes asesinaron a las mujeres, quienes las violentaron, quienes las agredieron con total alevosía, deben ser puestos ante la justicia y recibir todo el peso de la ley. Los criminales deben ir donde les corresponde estar”, remarcó la mandataria.
“Seguiremos trabajando con mayor esfuerzo y determinación para erradicar la violencia contra la mujer, desterrar el machismo y proteger a nuestros niños, niñas y mujeres. Lo haremos en memoria de Katherine y de las demás víctimas de violencia que están en la mente y el corazón de todos los peruanos”, continuó.
A mediados de marzo, Tarache roció gasolina en el cuerpo de la joven y después le prendió fuego. Envuelta en llamas, la víctima fue auxiliada por transeúntes, pero el ataque le provocó quemaduras en el 60 % del cuerpo y falleció una semana después de permanecer hospitalizada.
La Policía ofrecía 50.000 soles por el paradero del feminicida, que fugó por tierra al país vecino. El Gobierno ha exigido que se le castigue con cadena perpetua.
Perú vive una ola de violencia extrema contra niñas y mujeres, de la que alertaron varios organismos feministas y defensores de los derechos humanos como Save the Children. En lo que va del 2023, según cifras oficiales, hubo 51 crímenes machistas, un promedio de 12 por mes.