Una de las actividades más antiguas, y que más satisfacciones trae a quienes la practican, es la lectura. Y es que a través de los libros, cualquier persona puede conocer diversos mundos, adentrarse a historias que lo harán olvidarse de la triste realidad por unas cuantas horas o aprender diversas materias.
Sea cual fuera el caso, un buen libro siempre debe estará nuestra disposición, ya que es una actividad que de alguna u otra manera enriquece la vida de jóvenes y adultos.
Es por eso que desde hace algún tiempo se celebra el Día Mundial del Libro a nivel mundial y estas las razones por las que se decidió que la fecha central sea un 23 de abril.
El objetivo
Fue la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que desde 1988 comenzó a promover esta fecha en el mundo entero con la finalidad de promover la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
Sin embargo, el tiempo pasaría y sería recién en 1995, cuando en la Conferencia General de la Unesco celebrada en París (Francia) se determinó finalmente que el 23 de abril sea conocido en todo el mundo como el Día Internacional del Libro.
Pero más allá de festejar a los autores de aquellas obras que no ayudan a cultivar nuestra mente y a conocer otras realidades, este día también es aprovechado para resaltar los derechos de todos los autores. Y es que ellos son los ‘culpables’ de tanta creación literaria.
Por qué el 23 de abril
Puede ser que algunos piensen que la elección del 13 de abril como fecha central del Día Internacional del Libro sea una escogida al azar.
También hay la creencia en un 23 de abril, tres grandes literatos que hicieron historia murieron, como Miguel de Cervantes, Williams Shakespeare y Garcilaso de la Vega.
Y aunque suene romántico, hay que hacer un par de aclaraciones en este punto. La primera, que el autor de ‘Don Quijote de La Mancha’, murió un 22 de abril y recién fue enterrado al día siguiente. Es en este día en el que se consignó de manera oficial su muerte.
El caso del genio inglés, es cierto que murió un 23 de abril, pero teniendo en cuenta el calendario juliano, que era el que se usaba en su época. En realidad, adaptándolo a nuestro calendario gregoriano, en realidad el dramaturgo británico, autor de obras como ‘Hamlet’, ‘El rey Lear’, ‘Macbeth’, entre otras; dejó de existir el tres de mayo.
La última tiene que ver con el Inca Garcilaso de la Vega, quien sí murió un 23 de abril de 1616; y es recordado por esa habilidad innata de mezclar de manera magistral sus dos herencias culturales: la americana y la europea. Esto le valió el reconocimiento a nivel mundial y el hecho de pasar a la posteridad con obras como ‘Comentarios Reales de los Incas’ o ‘La Florida del Inca’.
Más coincidencias
Aunque hay que reconocer que la fecha elegida por la UNESCO es por los autores arriba mencionados y lo que los une, su muerte; no se puede dejar pasar por alto la coincidencia que otros grandes escritores de la humanidad hayan nacido, o también muerto, justo un 23 de abril.
Entre ellos tenemos a Maurice Druon (‘Los reyes malditos’), Haldor K. Laxness (La estación atómica), Vladimir Nabokov (‘Lolita’), Josep Pla (Guía de la Costa Brava), Manuel Mejía Vallejo (La casa de las dos palmas) y William Wordsworth (Baladas Líricas y algunos otros poemas).