El Día del arqueólogo en Perú se celebra cada 11 de abril en conmemoración al nacimiento de Julio Cesar Tello, reconocido profesional en la materia que dedicó casi toda su vida a la investigación de la historia peruana.
El estudioso se encargó de la identificación, excavación, registro y conservación de la historia de las antiguas civilizaciones en Perú, a través de construcciones, herramientas, cerámicas, huesos y demás restos encontrados. Julio C. Tello fue el primer arqueólogo destacado en Perú, y a este le siguieron otros profesionales más que aportaron a la preservación de nuestra historia.
¿Qué arqueólogos destacados hay en la historia del Perú?
En Perú existen varios profesionales con estudios en arqueolgía que han aportado a la cultura y preservación del país. A continuación, conoce a los siete arqueólogos más destacados en la historia del país.
Julio César Tello
Si te preguntas, ¿quién es el padre de la arqueología peruana? la respuesta es Julio César Tello Rojas, pues fue el que descubrió dos culturas importantes que se desarrollaron en el Perú y son la Paracas y Chavín. Él nació el 11 de abril de 1880 en la provincia limeña de Huarochirí. Su inteligencia destacó desde que era muy pequeño.
Ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1900 y trabajó junto al reconocido escritor Ricardo Palma. Su trabajo y capacidad era indiscutible, al punto de obtener el puesto de conservador de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP). Este lugar hizo que descubra su gusto por la ciencia, la antropología y la arqueología, pero fue la lectura de las lenguas indígenas de Sebastián Barranca el amterial clave para que se introdujera a la magia del mundo prehispánico.
Toribixo Mejía Xesspeo en culminar una maestría en la Universidad de Harvard y lo hizo becado por el gobierno de Auguto B. Leguía. Entre el legado que deja ‘El padre de la arqueología’, tenemos la identificación y difusión de la Cultura Chavín en 1919, el cementerio de Paracas con más de 400 momias, descubierto en 1925, las excavaciones en el valle del Santa entre 1926 y 1934 y en el valle Marañón, entre 1934 y 1937.
Siendo catedrático de la UNMSM, creó el Museo de Arqueología y Etnologíae en 1919. Posteriormente, fundó el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, siendo este el primer museo del Perú.
Luego de varios años de carrera que sirvió para que diversas autoridades y profesionales, indaguen más sobre la herencia cultural que tenía el Perú, murió con 67 años de edad por un mal cancerígeno. El 3 de junio de 1947, el país se depidió de Julio C. Tello y sus restos descansan en los jardines del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, en Pueblo Libre.
Toribio Mejía Xesspe
Este destacado arqueólogo nació el 16 de abril de 1896 en el distrito de Toro, en La Unión, en Arequipa. Se trasladó a Lima al culminar sus estudios escolares en 1920, donde tuvo influencias de los reconocidos médicos Hermilio Valdizán y Honorio Delgado.
Más adelante, trabajó con ‘El Padre de la arqueología’, siendo su alumno y posteriormente, cumplió la función de preparadosr y conservador en el Museo de Arqueología Peruana hasta 1931. En 1945 fue jefe del Departamento de Exploraciones Arqueológicas y en 1947 fue subdirector del Museo.
Dedicó sus conocimientos al descubrimiento de las líneas de Nazca. En Chavín inició con el primer museo de sitio del país. Además, realizó excavaciones en los valles de Piura e Ica. El 2 de noviembre de 1983 falleció con 87 años de edad.
Federico Kauffmann Doig
Nació el 20 de setiembre de 1928 en Chiclayo, en la región de Lambayeque. Para continuar con us estudios escolares, se trasladó a Lima. Al culmunar, ingresó a la UNMSM, donde egresó como bachiller en Humanidades, siendo su tesis reconocida como la mejor del país. Esta fue titulada “Los estudios de Chavín 1553-1919″.
Entre los trabajos que realizó están las investigaciones arqueológicas en Chavín de Huántar, las palcas de Chucu, el Templo Pintado de El Ingenio, el Sitio de Ancón, la cultura Chachapoyas de donde destacan los sarcófagos de Karajía, Murales de San Antonio, Los Pinchudos del Gran Pjatén, Mausoleo de Revash y otras civilizaciones más.
Luis Guillermo Lumbreras
Nació el 29 de julio de 1936 en Ayacucho. Es impulsor de la “arqueología social” que va más allá de la recopilación de datos, es decir, aplica la participación y la integración de la sociedad. Toda su educación escolar la llevó en Lima y postuló a la UNMSM, donde se recibió como etnólogo y arqueólogo.
Años después fundó la primera Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga de su ciudad natal. Fue director Museo de Antropología (1973-1978) y Arqueología y el Museo de la Nación (1990). Parte del legado que va dejando es la investigación que realizó en las culturas Huari y Chavín, ligadas al aprovechamiento económico de los pisos ecológicos. Además, mantiene la teoría de que las civilizaciones de los Andes cuentan con raíces propias.
Walter Alva Alva
Nació el 28 de junio en 1951 en la provincia de Contumazá en Cajamarca. Llevó tanto sus estudios escolares y universitarios en Trujillo. Egresó en la Universidad Nacional de Trujillo como arqueólogo de profesión.
Hizo excavaciones arqueológicas en varios lugares, donde finalmente dio con el descubrimiento de las Tumbas Reales de Sipán en 1987, siendo este el hallazgo arqueológico más importante que el mundo conoció después de la tumba del faraón egipcio Tutankamón, en 1922. Además de ello, investigó las Salinas de Chao, el valle de Zaña, el Morro Eten y Purulén. Actualmente, es el director del “Museo Tumbas Reales de Sipán”.
Ruth Shady Solís
Nació el 29 de diciembre de 1946 en el Callao. Es de profesión educadora, arqueóloga y antropóloga. Su trabajo destaca por la revalorización y datación del sitio arqueológico de la Ciudad Sagrada de Caral, que es la más antigua de América. Su trabajo inició en 1994, cuando fundó el Proyecto Arqueológico Caral. En la actualidad continúa con su investigación y conservación, obteniendo más evidencias de la civilización más antigua de América (3,000-1,800 a.C.).
Régulo Franco Jordán
Este célebre arqueólogo fue el que descubrió la Señora de Cao en el 2006, además de dar mayor aporte a la Ruta Moche en el 2011. Cuenta con varios artículos y publicaciones que han servido para revalorar y conocer más de la cultura que se encuentra en el norte del país. Su obra más reciente es “El arte moche en el antiguo Perú. Simbolismo y poder”, donde se evidencia que las mujeres alcanzaron el poder máximo de una cultura, tal como sucede con la Señora de Cao.