Semana Santa en Ayacucho: Así se vivió la tradicional fiesta de Pascua Toro

La Semana Santa se vivió al máximo en varias regiones del país. Ayacucho, la región más visitada por esta festividad albergó a miles te turistas que arribaron desde distintas partes del Perú y el mundo. La tradicional fiesta de Pascua Toro fue una de las razones por las que los visitantes acudieron a esta mágica región.

¿Qué es el Pascua Toro? Es una celebración que se realiza desde hace varios años en Ayacucho durante la Semana Santa y consiste en hacer un recorrido por las calles de la región al son de música tradicional y el consumo del alcohol. Sin embargo, durante los últimos años han existido ciertos cambios y restricciones debido a la gran cantidad de suciedad que aparecía a la mañana siguiente del festejo, y que coincidía con el Domingo de Resurrección.

El Sábado de Gloria es el penúltimo día de celebración de la Semana Santa. Fieles creyentes acuden a diversas iglesias para reflexionar sobre la muerte de Jesús y la resurrección del mismo en la Tierra.

Ayacucho, una ciudad conocida por su fuerte fervor religioso es la región que realiza una de las mayores ceremonias en el Perú.

Desde el inicio de la Semana Santa, los ayacuchanos se movilizan de un lado a otro para acudir a las iglesias, recibir la bendición y escuchar el sermón principal de esta fecha.

Los recorridos con trajes típicos y representativos de la cada zona de Ayacucho también forman parte de estos días.

Las ofrendas y cirios son ofrecidas al anda de la Pascua de Resurrección, cuya salida será el domingo por la madrugada, día conocido como el Domingo de Resurrección, conmemorando que Jesús resucitó.

En Huamanga se presenció la llegada de ofrendas en medio de un pasacalle. Los mayordomos fueron los encargados de llevar arreglos florales, entre otros presentes a la Catedral de Ayacucho.

La fe probablemente ha sido el motor principal de la celebración de Semana Santa por varios años; sin embargo, la fiesta, la música y el alcohol se viene instalando como parte de las celebraciones y así lo demuestra el tradicional festejo del Pascua Toro.

Esta fiesta congrega a varios jóvenes para celebrar el también conocido Jala Toro, cuyo origen se remonta a la época republicana, donde los hacendados donaban toros a hospitales, asilos y cárceles con la finalidad de rescatar la fe de las personas.

Desde hace unos años, esta celebración ha evolucionado. Antes se utilizan toros reales a los que se les ponía una cuerda en los cuernos y las personas comenzaban a jalarlo. También se soltaban a los animales y perseguían a la multitud que se encontraba en su mayoría, libando licor.

La presencia de animales ha sido prohibida debido a las denuncias públicas que se hicieron en redes sociales en su momento, razón por la cual se emplean máscaras, carrizo y pelaje simulando al animal.

La música y comparsas acompañan a los turistas en el recorrido de las calles de Ayacucho. Otro de los cambios que se realizó es el de la locación. Hasta el año pasado, esta fiesta paralela a la religiosa se llevaba a cabo en la plaza principal de Ayacucho, pero este año se celebró en la zona de Quicapata, en Carmen Alto.

La razón del cambio de locación se debe a que en los últimos años, la Plaza Mayor de Ayacucho amanecía llena de basura, personas en estado de ebriedad y las calles oliendo a orina. Esto chocaba con la procesión del Domingo de Resurrección.

La vestimenta roja es otra de las características principales del Pascua Toro. Sobre su origen no hay una razón exacta; sin embargo, algunos pobladores mencionan que sería para que el mamífero mencionado los siga.

Este año se organizó una fiesta a campo abierto en el que se ofreció un pequeño concierto. Muchos de los visitantes acudieron en caravanas para celebrar el Jala Toro.

Las torres humanas son otro de los atractivos del Pascua Toro. Los asistentes realizan concursos improvisados para ver quiénes aguantan más tiempo armando una torre humana. Los aplausos y las odas son los premios.

El consumo de alcohol excesivo ha sido cuestionado en su momento por el Arzobispo de Ayacucho, monseñor Piñeiro, quien en el 2022, mencionó que le daba pena ver una plaza tan sucia y tantos alcoholizados.

La proyección para este 2023 en cuanto a la cantidad de turistas en Ayacucho era de 25.000 personas; sin embargo, la cifra fue superada y llegó a los 30.000 asistentes.