Así murió Pedro, el apóstol de Jesús que lo negó tres veces

La información que se tiene acerca de la vida del apóstol Pedro antes de su conversión es limitada. Se sabe que nació en Betsaida, ubicada en las cercanías del lago de Tiberíades, y luego se trasladó a Cafarnaum, donde trabajaba en la pesca junto a Juan y Santiago, quienes eran hijos de Zebedeo. Hasta que conoció a Jesús.

Algunas pruebas sugieren que Andrés, su hermano, y quizás él mismo, habrían sido seguidores de Juan el Bautista y, por lo tanto, estuvieron preparados para recibir al Mesías en sus corazones.

Pedro fue el primer discípulo que Jesús llamó y lo designó como la base sólida sobre la cual construiría su Iglesia. Él se convirtió en el primer Papa, ya que el hijo de Dios le otorgó la autoridad suprema pontificia.

Su ministerio asegura los fundamentos que aseguran la perpetuidad de la Iglesia a través de los tiempos y las dificultades. La barca de pescador de Galilea se transformó en la Iglesia de Cristo, mientras que los peces que antes capturaba, representan ahora a los hombres.

San Pedro fue crucificado y consideraba que no era digno de morir de la misma manera que su Señor, por lo que fue crucificado con la cabeza hacia abajo. La tradición ha mantenido el lugar exacto de su crucifixión cerca del circo de Nerón.

Los cristianos enterraron a San Pedro allí y hay testimonios arqueológicos que darían señales sobre la existencia de la necrópolis y su tumba directamente debajo del altar mayor. La veneración hacia donde reposa data desde el siglo II y se construyó un edículo en el lugar en el año 160 d.C. que lleva la inscripción en griego “Pedro está aquí”.

Después de la muerte de Jesús, Pedro se convirtió en uno de los líderes de la comunidad cristiana primitiva en Jerusalén. Fue uno de los doce apóstoles que acompañaron a Jesucristo durante su ministerio terrenal y presenció muchos de sus milagros y enseñanzas.

Desempeñó un papel importante en la expansión del cristianismo en todo el mundo conocido. Se le atribuye la conversión de muchos judíos y gentiles a la fe cristiana.

Jesús tuvo doce apóstoles: Pedro, Andrés, Santiago el Mayor, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el Menor, Judas Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote. Este último lo traicionó por monedas.

Aunque Pablo, antes conocido como Saulo, no fue uno de los doce originales, también se le considera un apóstol de Jesús. Todos ellos fueron seguidores cercanos y participaron en su ministerio y enseñanzas.

Durante la noche en que Jesús fue arrestado y llevado ante el sumo sacerdote, Pedro lo negó tres veces. No está claro por qué hizo esto, pero es posible que haya sido por miedo a su propia seguridad y para evitar ser capturado y castigado junto con Jesús.

Se argumenta que él todavía no había entendido completamente el propósito del Mesías, y por lo tanto no estaba listo para enfrentar la persecución y la muerte en su nombre. Después de la resurrección de Jesús, Pedro se arrepintió de su negación y se convirtió en un firme defensor de la fe.