El ministro de Justicia, José Tello, ratificó este miércoles que el penal de Barbadillo, donde están recluidos los expresidentes Alberto Fujimori y Pedro Castillo, “ya está acondicionado para recibir a Alejandro Toledo”, luego de que un juez en Estados Unidos ordenara encarcelarlo hasta su extradición al Perú.
En diálogo con Canal N, Tello precisó que el centro penitenciario puede recibir “hasta tres” internos. “Lamentablemente eso nos puede llevar a hacer un comentario sarcástico, pero también de autocrítica. Sobre todo, nos llama a fortalecer la institucionalidad y a hacer una reforma política”, continuó.
El juez Thomas Hixon, del Distrito Norte de California, revocó en esta jornada la libertad bajo fianza del exmandatario y solicitó que se entregue a las autoridades este viernes, 7 de abril, a las nueve de la mañana en San Francisco. Toledo permanecerá en una cárcel estadounidense hasta su entrega a las autoridades peruanas.
El titular de Justicia anunció la conformación de un equipo que verá la extradición de Toledo, imputado por recibir unos 34 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht, mediante un entramado de sociedades en paraísos fiscales a través de las cuales adquirió millonarias propiedades inmobiliarias en Perú.
“Es lo regular en cualquier extradición [por parte del] Ministerio Público e Interpol con asistencia de la Policía”, refirió. En la víspera, el exmandatario perdió un recurso que elevó su defensa legal para suspender su procedimiento judicial.
Un panel de tres miembros del Tribunal de Apelaciones para el Noveno Circuito de la Corte de Estados Unidos rechazó un último intento de su defensa legal para bloquear su entrega al Perú.
Luego de esta decisión, el Gobierno estadounidense presentó un nuevo requerimiento de detención contra el exmandatario. Para los magistrados existen evidencias de sobornos entregados por Odebrecht.
“Esta Corte encontró que los testimonios de Jorge Simoes Barata y Josef Maiman proveen causa probable para los delitos de lavado de dinero y colusión”, indica el fallo.
El exmandatario fue detenido en 2019 en California y estuvo 8 meses en prisión por riesgo de fuga, aunque pasó a arresto domiciliario en marzo de 2020, con el estallido de la pandemia.
En septiembre pasado, la Justicia estadounidense dio luz verde a su extradición al haber hallado pruebas suficientes que justifican esta medida, aunque la decisión final quedó en manos del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
En concreto, Toledo fue investigado por la presunta comisión de los delitos de lavado de activos, colusión y tráfico de influencias, con relación a contratos concedidos a Odebrecht para la construcción de la Ruta Interoceánica entre Brasil y Perú.
Este escándalo de corrupción, el mayor de Latinoamérica, salpicó también a los expresidentes Alan García (1985-1990 y 2006-2011), Ollanta Humala (2011-2016) y Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), así como a la tres veces candidata presidencial Keiko Fujimori, hija y heredera política del exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000)