El primer acercamiento al cine suele ser un evento marcado por el asombro de la historia que vemos en una pantalla grande, pero gracias a figuras como Desiderio Blanco uno empieza a transformar dicha experiencia. Sus textos consiguen que el movimiento de cámara, el guion, la escenografía, el vestuario, etc. dejen de ser elementos complementarios y adquieran un valor sustancial en el filme.
La partida de Blanco, crítico cinematográfico, semiótico y exrector de la Universidad de Lima, puso fin a un largo historial de publicaciones que formó a los amantes del séptimo arte. Desde la casa de estudios que alguna vez dirigió, se han reunido textos suyos en los que reflexiona sobre la naturaleza del cine, la estructura del filme y repasa titulos como El padrino, 2001: odisea en el espacio, Muerte en Venecia, Rashomon, entre otros.
El crítico José Carlos Cabrejo confirmó a Infobae que Blanco fue “una figura capital para la crítica de cine quien no buscó quedarse en lo anecdótico, sino apostar por el análisis de las sustancia cinematográfica, la puesta en escena, los encuadres, planos y ángulos” de cada filme que vio. Asimismo, recordó trabajó en torno a la semiótica y la traducción de libros que permitieron el acercamiento a publicaciones internacionales.
Desiderio Blanco recuerda que, a su llegada al Perú, “la crítica era muy pobre (...) era crónica cinematográfica, no tenía ningún nivel. No había alusión a los mecanismo de expresión cinematográfica”. Junto a su trabajo y al de figuras como Capasso y Robles Godoy es que hoy se mantiene una corriente de críticos que procuran dar al lector una lectura especializada que, a su vez, sea digerible para todos los interesados.
Cabrejo resalta esta última característica del trabajo de Blanco, quien abordó temas complejos y densos para volverlos entendibles. Esto ayudó a que la discusión a profundidad sobre las novedades del cine intente ir más allá de los círculos académicos a través de un lenguaje cristalino. Además destacó su franqueza y autenticidad al momento de dar argumentos sobre lo que le agradaba o no de las cintas que veía.
Cine de hoy
Los productos audiovisuales abundan estos días, ya no solo en la cartelera, sino también en las plataformas de streaming; sin embargo, no siempre estos espacios albergan las cintas mas interesantes. “Mubi representa lo mejor del pasado y presente del cine”, señala Cabrejo para recordar el interés de Blanco por el cine clásico, los mismos que promovieron análisis atractivos y profundos y que lamentablemente han perdido presencia en la actualidad.
Sobre filmes peruanos, el entrevistado señaló que los formatos que se repiten en las producciones nacionales no deben ser justificación de su mala calidad. En el otro extremo mencionó a Corazón de la Luna como una película muy personal y Willaq Pirqa como una con la capacidad de decir algo interesante sobre cómo el cine se comunica y conecta con sus espectadores.
Wiñaypacha ha encontrado un lugar especial en los recuerdos de Cabrejo, pero también deja el sinsabor de saber que nunca más podremos ver otro filme Oscar Catacora. El joven y talentoso director falleció a finales del 2021 cuando filmaba en los andes peruanos. Sin embargo, su trabajo queda como la confirmación de que en el Perú existe talento que hace falta visibilizar y apoyar constantemente.
La reciente entrega de los Oscar carece de importancia para el crítico. Este ve a la premiación como la oportunidad para que cintas interesantes lleguen a la cartelera, pero “no representan lo más interesante que sucede en el cine”. Todo en todas partes al mismo tiempo, cinta que hizo historia y que alzó importantes premios incluido Mejor película, quizás no sea recordada en unos años, según Cabrejo. No tienen el peso que hasta hoy ostentan Vértigo de Alfred Hitchcock o Ciudadano Kane de Orson Welles.