Adrián Flores Albán, compositor del tema ‘Alma, corazón y vida’, murió a los 97 años, así lo informó el Ministerio de Cultura a través de sus redes sociales, donde se despidieron de él y le enviaron su más sentido pésame a la familia del destacado músico piurano.
“Alma, corazón y vida hasta la eternidad. Lamentamos el fallecimiento de Adrián Flores Albán, artista de Sullana y compositor de diversos valses de nuestra música criolla que trascendieron nuestras fronteras. Extendemos nuestras condolencias a sus familiares y amigas y amigos”, dice la publicación.
Cuando solo tenía 23 años de edad, Adrián Flores Albán compuso el famoso vals y se lo presentó a ‘Los embajadores criollos’, quienes popularizaron el tema en la década de 1950. Desde esa fecha, esta canción no ha dejado de sonar en las radios peruanas y casi todo el país se sabe la letra de memoria.
Cabe mencionar que durante una entrevista con la Asociación Peruana de Autores y Compositores (Apdayc), el músico piurano contó cómo nació este icónico tema. De acuerdo a sus declaraciones, se inspiró en esta canción cuando servía al ejército peruano, en el año de 1948.
Todo sucedió cuando se encontraba en la frontera con Ecuador, en Tumbes, donde conoció a una mujer de la que se enamoró. “Ahí es cuando sale: ‘recuerdo aquella vez, que yo te conocí, pero no me acuerdo ni cómo te vi”. ¿Por qué digo eso? Porque era una tarde imborrable, era la primera tarde que yo visitaba la frontera. Luego me puse a tomar con los amigos. Y de ahí no me acuerdo más. Estaba en tragos”, relató.
Asimismo, relató que en dicha reunión habían muchas personas, pero de entre ellas, una mujer llamó su atención; sin embargo, debido a la gran cantidad de alcohol que había ingerido, hizo que olvide todo lo que había hecho ese día.
Al día siguiente, cuando despertó, una pequeña de 12 años lo llamó para decirle que su tía lo buscaba. “Era una chiquilla de doce años que me dijo: ‘Mi tía lo llama’. Entonces salgo y veo una chica de pelo castaño, blanca con un vestido verde agua, con estrellitas plateadas. Yo me fui acercando y ella me dice: ‘Esa cara, ayer te han traído cargado. Te has mareado, has tomado mucho’”. Y me agarró la mano y me dijo: ‘Vámonos a la posa’. Ese día nos declaramos enamorados de una manera tan simple”, recordó.
Lamentablemente, la relación no pudo prosperar debido a que ella tenía una relación sentimental con un hombre adinerado, quien se encargaba de cubrir los gastos médicos de su mamá, pues ella se encontraba en silla de ruedas.
“Ella tenía un pretendiente que tenía plata. Según ella, no lo quería. Pero su mamá era la que influía para que ella estuviera con ese chico. La mamá llevaba ocho años en silla de ruedas y el pretendiente le pagaba el médico y las medicinas. Entonces, había un poco de agradecimiento (de la chica que Adrián quería hacia el chico). Ella me dice, en la última carta: ‘Me caso con Jorge, porque no puedo seguir viendo sufrir a mi madre’”, añadió.