Semana Santa: así se celebra esta festividad religiosa en Ayacucho

La Semana Santa en el Perú es una de las festividades dentro del calendario católico que más fieles respetan y cumplen todas las tradiciones que por siglos se han impuesto en nuestra sociedad.

Desde Tumbes hasta Tacna, pasando por Lima, desde la costa hasta la selva, no hay lugar dentro del territorio nacional en la que estas fechas no se vivan con mucho fervor y fe.

Pero hay un lugar en especial que se ha ganado el privilegio de ser considerada la sede de la mayor festividad de todo el Perú. Ese lugar es Ayacucho, la famosa ciudad de las 33 iglesias.

Esta fiesta es tan imponente que es considerada la segunda más grande del mundo, solo detrás de las festividades que se realizan en Sevilla (España).

Pero más allá de ser una manifestación del catolicismo que vive en el Perú, las celebraciones de la Semana Santa en una ciudad como Ayacucho también se han convertido en una muerta de la cultura y de la mística que rodea a este pueblo.

Y es que desde su llegada, con los conquistadores españoles, esta nueva tradición se mezcló con las costumbres locales y de esa manera nació una de las principales manifestaciones culturales que nos identifican como país.

Luego de tres largos años de ausencia, debido a la pandemia de COVID-19, las celebraciones por Semana Santa regresan a Ayacucho, que tiene mucho que mostrar a los turistas que van en busca de su propia experiencia religiosa.

A pesar de que para los católicos tradicionales, la Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, en las alturas peruanas se da un poco antes en la llamada víspera de Viernes de Dolores.

El denominado Sábado de la Pasión es otro día con mucha actividad, ya que al centro de la ciudad llegan miles de palmas que con adquiridas por los fieles. El mismo día, pero en la noche, es el turno de la salida en procesión del Señor de la Parra.

El primer día ‘oficial’ de las celebraciones es el Domingo de Ramos. Este día, la gran mayoría de los fieles se reúnen en la basílica de la ciudad desde muy tempranas horas para que sus palmas (echas con hojas de olivo) y sus ramos de flores sean bendecidos. Estos serán usados por los niños que participarán de la recreación de la entrada de Jesús a Jerusalén.

Este acto teatral consistirá de una imagen del Cristo sobre un burro que partirá desde el Monasterio de Santa Teresa. Además, doce actores, representando a los apóstoles, acompañarán la marcha. Tal como lo harán las autoridades de la ciudad. El recorrido llegará a su fin cuando la escultura de yeso llegue a la Catedral y sea ingresada en hombres de los fieles.

Para el Lunes Santo, será la imagen de Jesús del Huerto la que salga en procesión. Esta marcha es bastante particular, ya que el anda está adornada con varios productos alimenticios como choclos, frutas, ramos de olivo: además de muchos cirios.

Al día siguiente, Martos Santo, cuando se recuerda el hecho que Jesús fue detenido llevado a juicio, la procesión que sale a las calles de Ayacucho es el Señor de la Sentencia.

Lo particular de este desfile que se detendrá en cada una de las 14 estaciones que forman parte del clásico Vía Crucis. Todo esto mientras los que acompañen esta imagen entonan cánticos en español y en quechua.

En este día, además, también salen las imágenes de la Virgen Dolorosa, San Juan, La Verónica y María Magdalena; y se juntarán en la que solía ser la sede de la Escuela de Bellas Artes. Esta reunión genera una gran emoción en el pueblo ayacuchano.

La intensidad de las emociones van en aumento estos días. Ocurre que para el Jueves Santo se celebrará la misa crismal, en la cual todo el clero ayacuchano renovará sus votos hacia Jesucristo.

Otra tradición de este día es el lavado de pies que hará el arzobispo de Ayacucho a doce personas, tal como hizo Jesús con sus seguidores.

Este día comenzará recién al atardecer, cuando salga la procesión del Santo Sepulcro desde la iglesia de Santo Domingo.

Al final del recorrido, es una tradición que los devotos presentes entonen en quechua el “Apuyaya Jesucristo”.

Una de las costumbres más arraigadas para este día es ir al cerro Acuchimay (ubicado en el distrito de Carmen Alto) para venerar la imagen que ahí se encuentra del Cristo Redentor. Además, es un excelente mirador para contemplar toda la ciudad.

También se realiza varios desfiles por las principales calles de la ciudad. Uno de ellos es de chalanes. El otro es uno de toros que luego serán regalados a un asilo para personas de la tercera edad.

Para el último día de la Semana Santa, desde muy temprano sale otra procesión. Esta vez es la del Señor Resucitado que sale desde la Catedral y se pasea por toda la Plaza de Armas mientras suenan las campanas de todos los templos, ante la alegría de los creyentes, bandas de música y fuegos artificiales.