“Cuando era adolescente y me venía mi menstruación sentía mucho dolor, me daba escalofríos y me retorcía en la cama, tanto así que faltaba al colegio. Recién al tener a mi segunda hija por cesárea, los médicos me dijeron que tenía endometriosis”, recordó Tania, quien padece de esta enfermedad al igual que alrededor del 20% de las peruanas, según cifras de EsSalud.
La endometriosis es una enfermedad inflamatoria que produce el crecimiento de tejido fuera del útero, como en la trompa, ovarios, intestinos y vejiga el cual causa sangrado abundante y un intenso dolor pélvico que resulta, en la mayoría de los casos, incapacitante. “Las pacientes con endometriosis pueden sufrir de episodios de dolor durante todo el ciclo e incluso hasta cuando tienen relaciones sexuales”, explicó en entrevista con Infobae, la ginecóloga Grizell Romero Damas.
Esta situación, por la que atraviesa un importante porcentaje de las peruanas ha motivado a la congresista Katy Ugarte a presentar un proyecto de ley que propone establecer el derecho a un día libre al mes para las estudiantes y trabajadoras del sector público y privado por dismenorrea o malestares menstruales.
¿En qué consiste el proyecto?
Esta iniciativa legislativa que se encuentra pendiente de debate en las comisiones de Educación, Juventud y Deporte y de Trabajo y Seguridad Social plantea lo siguientes:
- Estudiantes de educación básica y superior de instituciones pública y privadas tendrán derecho a un día libre al mes por malestares menstruales o dismenorrea.
- Trabajadoras del sector público o privado, independientemente de la naturaleza contractual de su vínculo laboral, tendrán un día de licencia compensable al mes, por malestares menstruales o dismenorrea. Para acceder a este beneficio la trabajadora deberá coordinar con su empleador y presentar una orden médica que indique su diagnóstico de dismenorrea o similares.
Este proyecto de ley ha generado diferentes interrogantes en torno a la aplicación de la misma, por lo que Infobae consultó con especialistas para analizar la propuesta parlamentaria.
Buena iniciativa, pero falta precisión
Pamela Navarro, abogada laboralista y directora de Atalla Legal, destacó que esta propuesta es positiva, pero consideró que su impacto no sería el mismo, ya que la iniciativa legislativa propone compensar las horas dejadas de laborar, por lo cual no se trata de una licencia como tal, sino de un día no laborable compensable.
Katy Noriega, abogada laboralista y asociada principal de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU), sostuvo que, si bien esta iniciativa reconoce una realidad no tan hablada, es bastante precaria en relación a su procedimiento. Por ejemplo, la propuesta señala que las trabajadoras deben coordinar con su empleador para acceder al día libre. “Coordinar es un término ambiguo”, cuestionó la abogada de PPU e indicó que se debe precisar de cuánto es el tiempo comprendido para ‘comunicar’ al empleador que se tomará la licencia y si éste puede resistirse a otorgar el descanso.
Asimismo, la especialista de Atalla Legal señaló que queda en el aire cómo sería en el caso de las trabajadoras de turnos rotativos y cómo es que debe tramitarse el diagnóstico de dismenorrea, en forma anual o mensual. “La intención es buena, pero no sé si en la ejecución va a ser fácil o va a general realmente un beneficio para las mujeres”, indicó.
Licencia, día no laborable o descanso médico
Katy Noriega sostuvo que el proyecto de ley debe sustentar de dónde se ha obtenido la referencia para determinar que un día de descanso es suficiente para todos los casos y además se debe especificar los tipos de diagnóstico comprendidos para que las trabajadoras tengan derecho a recurrir a este descanso. “Especialmente porque es un diagnóstico perenne, no van a obtener un descanso médico mensual. Hablamos de un diagnóstico que es una condición con la que se vive en el tiempo”, enfatizó.
Para Pamela Navarro, el planteamiento es extraño desde la perspectiva laboral porque se brinda la posibilidad de no ir a trabajar, pero luego las horas dejadas de trabajar deben ser devueltas. Precisó que un descanso médico implica una incapacidad temporal que es asumida por el empleador, pero esta no podría ser una carga para la empresa ya que generaría un desincentivo en la contratación de mujeres.
Al tratarse de una enfermedad crónica, se podría considerar más factible el hecho de acudir a un centro de salud y solicitar un descanso médico, sin embargo, no es un procedimiento sencillo. “Es imposible que una paciente tenga que ir al hospital a pedir un descanso médico todos los meses. En los hospitales del Ministerio de Salud y EsSalud no califica como emergencia para descanso médico”, sostuvo la ginecóloga Grizell Romero.
En esa línea, explicó que hay tratamientos médicos para las pacientes con endometriosis como métodos anticonceptivos, terapia hormonal y buena alimentación para disminuir el dolor. “Cuando somos pequeñas nos dicen que el dolor es normal, y si puede ser normal sentir un poco de dolor, pero si como consecuencia de ese dolor no se puede realizar las actividades laborales o académicas, no es normal. Es importante que se concientice a las mujeres a acudir al ginecólogo”, aseveró.
Brecha en el mercado laboral
En el 2022, se registró un total de 7 millones 761 mil mujeres con empleo, según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En el mercado laboral formal, el 61% son varones y el 39% son mujeres.
Pamela Navarro resaltó que es importante que este tipo de temas sean puestos sobre la mesa, pero “no podemos ser tan entusiastas porque puede que en el camino perdamos el fin de lo que realmente queremos: equidad en el desarrollo profesional de las mujeres”.
Explicó que en caso se replantee el proyecto de ley y la licencia sea pagada por el empleador, podría generar un desincentivo en la contratación de mujeres en el empleo formal. “Vivimos en una sociedad muy machista, donde existe una brecha de contratación de mujeres muy grande. La mayoría no tiene empleo formal y la que tiene es un porcentaje chiquito”, expresó.
Por su parte, Katy Noriega acotó que se debe reconocer que en el Perú existe un estigma respecto a la contratación de trabajadoras como que es pasible de tener mayores periodos de descanso por temas estructurales como el hecho de ser mujer. “En claro reconocimiento de nuestra realidad, que todavía es fundamentalmente machista y que privilegia el trabajo efectivo, parece ser que todavía estamos en un momento de la historia en el que una licencia con goce compensable puede ser menos favorecedora para la contratación de trabajadoras. No debería ser así, pero es”, finalizó.