Son 505 establecimientos de salud perjudicados por las fuertes lluvias, desbordes de ríos y huaicos que dejó el ciclón Yaku en el país. Esta problemática ha afectado gravemente a cientos de pacientes que no pueden acceder a sus tratamientos médicos por las deficiencias que presentan estos centros. Muchos de los enfermos dependen de pastillas y otros fármacos para tener una salud estable, por lo que la falta de estos pone en riesgo su vida.
La ministra de Salud, Rosa Gutiérrez, anunció que el 95% del nivel de atención primaria se encuentra dañado por el reciente fenómeno climático. Uno de los establecimientos que más se vio afectado por este escenario fue el Hospital Regional de Lambayeque, cuyas baldosas del techo colapsaron por las intensas lluvias en la región. Este incidente ocasionó la inhabilitación de ciertas áreas importantes como salas de operación y quimioterapia.
La interrupción de la atención médica pone en riesgo a pacientes que necesitan recibir tratamientos de forma constante, como aquellos diagnosticados con hemodiálisis o pacientes hemofílicos. Las personas con enfermedades raras también son dependientes de las medicinas que los hospitales estatales les provee, pues en su mayoría se trata de fármacos de alto costo. “Tenemos una unidad de pacientes con hemofilia que necesitan un tratamiento continuo y que solamente lo pueden obtener en los hospitales principales de las ciudades que ahora están afectadas por las lluvias”, dijo Sandra Pérez, vocera del colectivo Los Pacientes Importan, a Infobae.
“Estos pacientes tampoco están accediendo fácilmente a las citas, pues los procesos de reprogramación ahora son más lentos. Además, muchos de ellos no pueden desplazarse hacia estos centros de salud por la situación de las calles del norte. Se trata principalmente de pacientes con hemofilia, esclerosis múltiple, fibrosis quística, hipertensión pulmonar, entre otros, quienes necesitan tratamientos constantes y atenciones periódicas no solo para ver sus síntomas, sino para renovar sus medicamentos”, explicó.
“Si los centros de salud no proveen los medicamentos, [los pacientes] no pueden acceder a estos porque los fármacos para tratar enfermedades raras son de alto costo y no se pueden comprar en farmacias convencionales porque no los tienen o no son especializados. En la mayor parte de los casos, simplemente tienen que interrumpir sus tratamientos, lo que puede resultar vital para su salud y otros casos en los cuales puede seguir incrementando su discapacidad o empeorando el estado de salud del paciente”
Este problema también se agrava por las condiciones en las cuales se encuentran las avenidas y calles del norte del país. La vocera de esta organización indicó que las personas que padecen de enfermedades crónicas suelen tener dificultad para movilizarse. Por este motivo, en un escenario de desastre natural como el que aún atraviesan ciertas regiones del país, se complica mucho más el transporte de estos pacientes hacia los centros de salud a los que pertenecen.
El colectivo ha solicitado el apoyo de la Defensoría del Pueblo para plantear nuevas soluciones a este grave problema. No obstante, pese a que les han mostrado su buena disposición para atender su reclamo, debido a la emergencia nacional se encuentran “desbordados” de pendientes por resolver. Actualmente, los pacientes afectados por esta crisis en el sistema de salud reciben solo el apoyo de donaciones de personas individuales.
“Del Minsa no tuvimos respuesta. Hemos ayudado particularmente a los pacientes que nos han expresado su necesidad, hemos tenido que ir directamente a tratar de ayudarlos mediante donaciones, pero no se ha recibido apoyo a nivel institucional. Realmente lo que se busca es que haya un plan de emergencia para este tipo de casos, un plan B dirigido a pacientes crónicos para cuando sucedan estas contingencias”, indicó.
“Durante la pandemia se suspendió la atención a muchos pacientes crónicos y quedaron en el aire empeorando su situación de salud. Sabemos que en los próximos meses del año va a seguir sucediendo el Niño Costero y otras emergencias, por ello pedimos que haya protocolos que permitan socorrer a estos pacientes o suplir las demandas que se sabe que tienen. Siempre es lo mismo: falta atención, faltan medicamentos, falta de tratamiento”, afirmó.
“Lo poco fue destruido”
Los centros de salud en el norte del país, al igual que en otras regiones, han sido impactadas por anteriores fenómenos climatológicos como El Niño, lo que ha generado que se presenten serias deficiencias en la atención médica. Esta situación fue evidenciada durante la pandemia por COVID-19, pues los establecimientos de salud no se daban abasto para brindar un servicio de calidad a los cientos de pacientes. Al respecto, el especialista en Salud Pública, Marco Almerí, mencionó a Infobae que aquella infraestructura que se había recuperado de años anteriores ahora ha vuelto a ser perjudicada por las consecuencias del ciclón Yaku.
“En la pandemia, nosotros pudimos ver de que el primer nivel de atención de salud de nuestro país ya era precario y con equipos obsoletos. Ahora, con esta segunda emergencia, lo que estamos viendo es que lo poco que quedaba fue destruido. Esto se debe a que, si bien es cierto, las autoridades plantean que hay poco más de 500 centros de salud perjudicados, a eso se le debe agregar que eso representaría el 100% de establecimientos dañados. En otras palabras, no hay regiones con centros de salud que estén operativos al 100%”, detalló.
El experto afirmó que cada uno de episodios más graves que se registran son los infartos. Según indicó, cada hora se producen infartos cardíacos en todo el territorio nacional y se corre el riesgo de que estos no puedan ser atendidos correctamente. “Las especialidades que tienen pacientes graves no podrán ser atendidos allá porque la infraestructura es precaria, obsoleta y los equipos están inoperativos. Pero tampoco pueden ser llevados a Lima para que reciban atención a través del sistema de referencias y contrarreferencias, porque estas no siempre funcionan”, especificó.
El médico aseguró que una de las formas de evitar que más pacientes con diagnósticos graves se vean afectados por esta problemática es que se efectivice el sistema de referencias. Es decir, que los enfermos puedan ser trasladados a centros de salud de otras regiones para recibir atención médica oportuna.
“Cuando un médico del norte pide un traslado para realizar con urgencia un cateterismo cardíaco, INCOR dice que sí, pero que no tiene cama, entonces no lo pueden recibir. La referencia no se acepta y el paciente queda ahí depositado en algún establecimiento precario del norte. Si hay algo que las autoridades pueden hacer ahora es que las referencias sean efectivas”, recalcó.
Además, informó que si bien en los últimos años se han iniciado proyectos para la construcción de hospitales, algunos no han sido terminados. Para el especialista, esto se debe a una deficiencia en la gestión pública. “Yo entiendo que los gobiernos regionales son autónomos. Ellos tienen el manejo de la salud en sus zonas. Está en manos de los gobiernos regionales, tienen un presupuesto solo para ellos. Lo que no tienen son profesionales capacitados para desarrollar proyectos, construir hospitales, centros de salud”, aseveró.
Finalmente, resaltó que esta inacción de las autoridades se evidencia al comparar los impactos del fenómeno de El Niño en años pasados y las consecuencias del ciclón Yaku en el norte. Para el médico, el hecho de que se tengan los mismos resultados revela que no se han tomado las medidas preventivas necesarias para fortalecer los centros de salud en casos de emergencias meteorológicas.
“En aquel fenómeno de El Niño que padeció el norte pasó exactamente lo mismo. La Fuerza Aérea tuvo que ir y hacer puentes aéreos, hacer una aeroevacuación y demás. En estas épocas, vimos que los hospitales y centros de salud estaban igual que ahora: destruidos. Las autoridades prometieron que iban a corregir esto. Luego, durante la pandemia se prometió corregir el sistema de atención primaria en Perú, y no se corrige. No es un tema nuevo, duele ver las fotos de cómo están los establecimientos de salud en estos momentos y cómo así atienden a los peruanos”, expresó.
Crisis no es reciente
En el año 2021, el Ministerio de Salud publicó el informe “Diagnóstico de Brechas de Infraestructura y Equipamiento en el Sector Salud” donde revela las preocupantes cifras sobre el estado de los centros de salud a lo largo del territorio nacional. Según el documento, el promedio de establecimientos de salud primarios que se encuentran en condiciones inadecuadas para atender supera el 97%.
Hasta dicha fecha, los departamentos que tenían el 100% de sus centros de atención primaria con capacidad instalada inadecuada eran Callao, Lambayeque, Loreto, Madre de Dios, Tacna y Ucayali. Del total de provincias, las regiones afectadas actualmente por el ciclón Yaku también son provincias con un alto porcentaje de centros con capacidad inadecuada: La Libertad (95%), Lambayeque (100%), Piura (97%) y Tumbes (95%).
En el caso de establecimientos de segundo y tercer nivel, los datos parecen ser aún más preocupantes: 16 regiones tienen todos sus hospitales (100%) de segundo y tercer nivel con capacidad instalada inadecuada. Estos departamentos son los siguientes: Amazonas, Apurímac, Arequipa, Cajamarca, Callao, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Lambayeque, Lima, Madre de Dios, Loreto, Pasco, Piura, Tacna y Ucayali.
Finalmente, los indicadores de Brecha de Infraestructura y Equipamiento del Sector Salud 2020 informó que el 76% de sistemas de información de salud no funcionan adecuadamente, mientras que los laboratorios regiones de salud pública con capacidad instalada inadecuada ascienden a 95%. Los hospitales también representan una cifra angustiante: el 96% de ellos tienen capacidad instalada inadecuada.