Los cafés de máquina, el antojo de un refresco y un snack a mediodía, los trayectos en taxi que se podrían haber cubierto a pie o en transporte público, son ejemplos de los llamados gastos hormiga. Esos pequeños gastos diarios que son casi invisibles, pueden crear un agujero en la economía personal.
Ante esta situación, la entidad bancaria BBVA brinda algunos consejos para reducirlos y si es necesario poner en marcha un plan de acción para evitarlos con mayor frecuencia y ese dinero destinarlo al ahorro.
Para poder neutralizar el efecto de estos gastos hormiga, es necesario saber dónde se encuentran, organizarlos y buscar alternativas de consumo para reducirlos, siguiendo estos sencillos consejos:
Identificar
Hay algunos pequeños gastos que son más fáciles de localizar y reducir como las compras impulsivas en el supermercado, las tiendas de conveniencia, así como pequeños caprichos diarios como ‘snacks’ o cafés. Sin embargo, existen otros que pueden resultar menos obvios y requieren un análisis para identificarlos.
Por ejemplo, en el uso de productos financieros, realizar el pago de la mensualidad fuera de tiempo y forma implica el cobro de intereses y probablemente de comisiones por no cumplir con el pago. En estos casos es preferible hacer el pago correspondiente durante los primeros días a esperar hasta el último día de pago.
En cuanto a suscripciones de streaming también es importante revisar periódicamente las condiciones contratadas y compararlas con otros competidores y con las necesidades personales. Estas revisiones permiten obtener mejores servicios a mejores precios o cancelar servicios que no se necesitan.
Organizar
La mejor organización se logra con la elaboración de un presupuesto, el cual permite ser consciente de los ingresos y gastos que se tendrán. Si la situación financiera lo permite, se puede añadir una pequeña partida dedicada a los gastos hormiga dentro de la categoría de gastos personales.
Estos gastos se pueden administrar en efectivo o con tarjeta. En el caso de usar efectivo se puede decidir un importe específico para un plazo determinado, de tal manera que el límite es el dinero en efectivo en la cartera, aunque se recomienda que después se anoten los gastos que se vayan efectuando con ese dinero. En el caso de usar la tarjeta, la aplicación del banco registrará los movimientos en su cuenta y facilitará el registro de los gastos.
Ponerse en marcha
Una vez que se han localizado los gastos hormiga y se cuenta con un presupuesto para controlarlos, ha llegado el momento de reducirlos, algunos consejos para conseguirlo:
- Evitar comer fuera de casa, ya que no solo se paga por la comida, sino por todo el servicio y espacio físico relacionado con ella.
- Para evitar gastar de más en el súper, hacer una lista y apegarse a ella.
- Cambiar a un mejor plan del servicio contratado o bien elegir un nuevo proveedor de servicios, así como cancelar los servicios de suscripciones que no se utilizan. En esta categoría se consideran servicios de telefonía, internet y por supuesto las plataformas de streaming de video y audio.
- Elegir transportes más sostenibles como el uso de bicicletas o bien, ocupar el transporte público.
- Evitar comprar por impulso, ya que en general son gastos en los que se adquieren productos innecesarios, antes de comprar cuestionarse ¿Realmente lo necesito o es solo un gusto?
Por último, para que este ahorro se mantenga en el tiempo, conviene establecer metas que supongan una motivación y un premio cuando se consiguen los objetivos. De esta forma, sacrificar ese café de media mañana o esa compra impulsiva, se verá como un paso más hacia una recompensa mucho más satisfactoria y no como una obligación.
¿Cómo empezar a ahorrar y no malgastar tu dinero?
En línea con lo anterior, José Kohagura, coordinador académico de Administración de Negocios Bancarios del instituto Certus detalló cinco consejos para desarrollar una cultura de ahorro:
- Establece metas: Antes de empezar a ahorrar, define objetivos claros y alcanzables. Ya sea que quieras ahorrar para emergencias, educación, compra de un inmueble o un viaje; tener una meta en mente te ayudará a hacer un buen manejo de tus recursos y te motivará a crear un plan de ahorro.
- Haz un presupuesto mensual: Analiza tus ingresos y gastos, y elabora un presupuesto que te permita identificar en qué áreas puedes reducir tu consumo. Esto te permitirá tener un mayor control sobre tus finanzas y destinar una cantidad fija para ahorrar (lo recomendable es el 10 % de tu sueldo mensual).
- Aprende a diferenciar entre necesidades y deseos: Aprender a reconocer tus gastos y a enfocarte en lo que es importante te ayudará a ahorrar más. “Hay dos tipos de gastos “silenciosos” que perjudican las finanzas: hormiga y vampiro. Los primeros son ‘antojitos’ que salen de último momento; y, los segundos, gastos fijos difíciles de detectar que están relacionados al consumo de servicios básicos”, comenta Kohagura.
- Identifica opciones de ahorro con intereses: Investiga y encuentra las opciones de ahorro que ofrecen intereses más altos. Las cuentas de ahorro, depósitos a plazo fijo y fondos de inversión pueden ser opciones interesantes para hacer crecer tu dinero y lograr tus metas a largo plazo.
- Reduce tus deudas: Las deudas pueden ser un obstáculo para ahorrar. Por tanto, organízalas en orden de importancia y paga primero aquellas que tengan tasas muy altas. Otra opción es consolidarlas en una sola deuda con una tasa de interés más baja. De esta manera, podrás liberar más dinero para el ahorro.
- Busca fuentes de ingresos adicionales: Considera la posibilidad de tener un trabajo adicional, vender productos o servicios en línea o cualquier otra actividad que puedan ayudarte a generar ingresos adicionales y destinarlo al ahorro.