El World Uncertainty Index (WUI), índice de incertidumbre a nivel global, ha situado al Perú -en los últimos años- como uno de los países con el peor promedio en este ránking a nivel de América Latina.
Este estudio, que reúne información de al menos 143 países, ubica al territorio peruano incluso por debajo de países vecinos como México y Brasil.
El porcentaje en el caso de Perú es mucho más alto, es decir, arroja mayor incertidumbre económica, que en el año 2022: periodo marcado por la pandemia de la COVID-19.
El reporte indica que la fase de mayor deterioro se produjo hace dos años, con el ingreso de Pedro Castillo a la Presidencia de la República. Situación similar también se registró en el pasado 2011, con el inicio de la gestión presidencial del entonces mandatario Ollanta Humala.
Marco Ortiz, docente de Economía de la Universidad del Pacífico, detalla que el “índice capta la incertidumbre económica, política y social, las mismas que están, finalmente, relacionadas” entre sí.
“En Perú se ha visto una degradación bastante fuerte de la institucionalidad, en donde no se sabe si se respetarán las reglas del juego, y con un constante cambio de autoridades, y esto se refleja en estos indicadores”, comentó a Gestión.
Mientras tanto, Julio Villavicencio Vasquez, profesor de economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), señala que en Latinoamérica, en líneas generales, se vive un proceso de gran incertidumbre, fortísima presión sobre su institucionalidad, entre otros factores.
“Esta situación lleva a elevados niveles del indicador de incertidumbre. Chile y Colombia [países con porcentajes más altos que en el Perú] tienen sus propios problemas también por quienes los lideran”, puntualizó.
Perspectiva
Pese a los resultados actuales, Villavicencio también remarcó que, en los últimos meses, se ha evidenciado una reducción de la incertidumbre económica peruana.
El analista presume que esta situación se produce tras la salida de Castillo Terrones de Palacio de Gobierno. El docente cajamarquino se encuentra actualmente investigado por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión agravada; además de una denuncia en su contra por un golpe de Estado.
“Este [índice] llegó en el 2021 a su máximo de diez años, en particular con la entrada de Castillo. Pese a la escala de convulsión social que se vivió en las primeras semanas del 2023, el indicador baja. El cambio de gobierno a fines del año pasado permitio liberar la olla de presion, permitiendo un retroceso en dicho indicador”, indicó al medio citado.
El especialista agregó que “aún no se sabe qué va a pasar, e incluso hay otros riesgos como el fenómeno de El Niño”, sin embargo, consideró que la situación todavía puede revertise en “una senda de mejora”.