Orquesta Adolescentes: cómo están relacionados sus inicios con los de Salserín

Para nadie es un secreto que el Perú es un país en el que la salsa tiene una gran cantidad de seguidores de dicho género. Esto ha sido así por décadas, y cada cierto tiempo ha salido un nuevo artista que se ha llevado la atención de los bailadores nacionales.

Ya cada uno de esos nuevos valores tiene una historia particular que contar. Una de las que más fama y renombre alcanzó, sobre todo en a mediados de la década de 1990 fue una proveniente del hermano país de Venezuela y se hizo llamar Orquesta Adolescentes, del arreglista y músico Porfi Baloa.

Lo que muchos no sabías es que sus inicios están emparentados con otra agrupación salsera que también causó una inusitada fiebre de salsa entre los más pequeños de la casa.

Esa orquesta fue Salserín, la de los hermanos Servando y Florentino Primera, y esta es la historia que las une.

Nacido un 19 de setiembre de 1970 (actualmente tiene 52 años), en Caracas, Venezuela; Víctor Porfirio Baloa Díaz, creció escuchando lo mejor de la salsa de esa época gracias a que su hermano mayor era melómano y le hacía escuchar bandas que también se convirtieron en sus favoritas y en su ejemplo a seguir como La Fania All Star y, en especial, La Dimensión Latina con Óscar D’ León, al frente, y César Monge como fundador y director musical de esa orquesta.

Al ver que el talento musical le brotaba por los poros, sus padres lo matricularon en el Conservatorio de Caracas y ahí aprendió diferentes habilidades, entre ellas a escribir música.

Una vez egresado, se compró un ‘pianito’ (como el mismo le dice), y comenzó a ganarse la vida tocando todas las noches que podía con diversas agrupaciones locales.

Ya con cierta experiencia se anima a darle forma su pequeña versión de Dimensión Latina, a la que bautizó como Salserín. Para eso se unió con el productor venezolano Manuel Guerra para que lo ayude.

Sin embargo, tras escucharlo, Guerra se va para Puerto Rico y le da forma al proyecto pero sin Baloa. Según contaría el propio futuro fundador de los Adolescentes, a Guerra le gustó la idea, pero quería que los músicos tuvieran más experiencia. Y con muy pocos escrúpulos, sacó a Baloa del panorama y lo dejó con las manos vacías, sin ningún sustento legal para poder reclamar nada.

La decepción fue grande, ya que tenía listo una serie de canciones para comenzar a grabar con su nueva banda. Y a pesar de que otros artistas venezolanos le mostraron su interés por grabarlas, él prefirió guardárselas hasta el momento indicado. Que no tardaría en llegar.

Esa sensación de no saber qué hacer lo nubló por un tiempo, hasta que el resto de integrantes de lo que iba a ser Salserín lo ayudaron a pasar el proceso, ya que le animaron a seguir con el proyecto que se convertiría en “Los Adolescentes”.

Para 1991, Porfi Baloa ya era un reconocido músico en su país, a pesar de su corta edad, y es invitado como pianista a un concierto que iba a dar Celia Cruz en Barranquilla (Colombia).

Como en este mundo el talento no es suficiente, si no es va acompañado de un poco de suerte, Baloa vio la oportunidad de dar el gran salto con ‘Los Adolescentes’.

Entonces le dio un casete con el demo del tema ‘Anhelo’ y ‘El Negro’ se queda gratamente sorprendido con lo que escucha y se interesa en el proyecto.

Y desde entonces comenzaron a trabajar juntos hasta encontrar el éxito que tan deseado era por Porfi Balo y sus Adolescentes.

El 15 de diciembre de 1993 quedará grabado para siempre en la memoria de los Adolecentes originales que por primera sonó en la radio su canción ‘Anhelo’, en la voz de su primer vocalista, Wilmer Lozano. El tema fue un éxito en todo el continente y se oyó con fuerza en Miami (Estados Unidos).

Desde entonces ya nada pararía el ascenso meteórico de la afamada orquesta venezolana que ahora goza del reconocimiento mundial y que entre sus principales logros están cuatro nominaciones a los Premios Billboard y tres nominaciones al Premio lo Nuestro. Además, lleva un Record de 60 primeros lugares en el Hit Parade venezolano.

En el mundo de los negocios no hay amigos. Ese sería una lección que Porfi Baloa aprendería a la fuerza, ya que una vez más su socio le jugaría mal.

Finalmente, la orquesta se dividió, una parte se fue con ‘El Negro’ y otra se quedó con Baloa. Y a pesar de que cantaban las mismas canciones con los mismos arreglos, Porfi siempre reclamó que él es el autor del ‘sonido original’.