El Consejo de la Prensa Peruana anunció este viernes la situación actual de la libertad de expresión en el país. Según informó, solo en tres meses se han registrado más de 170 agresiones a hombres de prensa. Estos actos de violencia se han desarrollado mientras los comunicadores cubrían las protestas desatadas luego del fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo.
Estos datos responden a la cobertura realizada entre diciembre del 2022 y febrero del 2023. Para el CPP, esto revela que “la libertad de expresión en el Perú empeoró dramáticamente en el último trimestre”. La organización aseguró que muchos de los periodistas fueron agredidos pese a haber sido identificados como prensa.
En el comunicado, el CPP advierte el riesgo que representa para los comunicadores trabajar como periodistas en el país, pues actualmente esta profesión es arduamente atacada por un sector de la población, incluso, por los propios miembros de la Policía peruana.
“El periodista se ha convertido en un blanco de ataque por parte de manifestantes, vándalos y agentes de la Policía Nacional del Perú. Reporteros que cubren protestas son agredidos por todos los frentes. Muchos de ellos, por proteger su integridad, ya no se identifican como periodistas ni realizan coberturas con los logotipos de sus medios, con el consecuente riesgo de ser atacados por agentes del orden”, precisó.
“De los más de 170 periodistas agredidos contabilizados por la Asociación Nacional de Periodistas del Perú, la mayoría –alrededor del 60%– proviene de oficiales de la Policía Nacional del Perú. No se han iniciado investigaciones contra ellos”, enfatizó.
En el caso de las agresiones provenientes civiles, el CPP recalcó que esta ha perjudicado la cobertura de eventos importantes como los aluviones en Arequipa, pues los ciudadanos de las zonas afectadas no permitieron el ingreso de los periodistas de la capital a estas localidades, pese que se trataba de un desastre natural.
Protestas
El fallido golpe de Estado de Pedro Castillo desencadenó una serie de movilizaciones sociales motivadas por las constantes crisis política y la petición de una serie de reformas para mejorar la calidad de la clase política del país. Sin embargo, la cobertura de estas manifestaciones trajo consigo constantes agresiones a periodistas que acudieron a estas concentraciones.
Según el Consejo de la Prensa Peruana, durante estos eventos se registraron, al menos, 32 ataques a periodistas. Los hombres de prensa pertenecían a medios como América TV, ATV, Canal N, CTC, El País, Exitosa, Huaura Noticias, La República, Latina, La Encerrona, Mataperrea, Noticias Ucayali, Panamericana TV, PBO, Radio La Ley, Radio Máxima, RPP, Sálvese Quien Pueda, Wayka y otros.
Una de las principales agresiones estuvo dirigidas a canales de televisión como América TV y Panamericana TV, cuyos locales fueron atacados por vándalos, los cuales rompieron la infraestructura de su fachada con piedras. De igual manera, el canal CTC de Cusco fue incendiado y un vehículo de Exitosa fue volcado.
El informe del CPP también detalló el caso de Paola Collazos y Fortunato Atauje, quienes fueron hostigados y amenazados por varios días mientras cubrían las protestas ocurridas en Ayacucho en el mes de diciembre. “Una situación similar ocurrió con el corresponsal Edwin Ramírez en Apurímac”, precisó.
Otros 70 periodistas también fueron atacados por manifestantes mientras cubrían las protestas en el sur del país. El CPP recuerda la agresión hacia un comunicador de un medio internacional.
“El fotoperiodista de la agencia EFE Aldair Mejía, mientras cubría las manifestaciones en los alrededores del aeropuerto de Juliaca, en Puno, fue empujado al piso por policías que lo amenazaron de muerte con un arma de fuego e intentaron arrancarle su credencial de prensa. Luego fue impactado con un proyectil en una de sus piernas”, indicó.
Al igual que Mejía, una gran cantidad de profesionales del rubro fueron agredidos física y verbalmente durante las movilizaciones sociales. El Consejo de la Prensa Peruana al igual que la Asociación Nacional de Periodistas del Perú han mostrado su rechazo hacia estas actitudes y su preocupación por la situación actual del periodismo en el país.