Atrapados por el ciclón Yaku: cinco impactantes historias de sobrevivientes del desborde del río Chillón en Comas

Infobae llegó hasta el río Chillón, una de las tres cuencas hidrográficas que tiene Lima, donde decenas de familias llegaron a vivir por falta de dinero. En algunos casos, sus hogares están bajo una carpa y en otros, solo esperarían que su vivienda se derrumbe para que las autoridades les brinden apoyo

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Ollas comunes y apoyo incondicional entre los vecinos del AA.HH. Brisas del Malecón Chillón. (Video/Paula Elizalde)

“AA.HH. Brisas del Malecón Chillón necesitamos ayuda”, se lee en el cartel pegado en una de las primeras viviendas de material noble para ingresar a esta localidad. Los pobladores de este sector se encuentran atrapados por la naturaleza tras el desborde del río Chillón que arrasó con más de 20 casas de sus vecinos, pero temen que ellos sean los siguientes afectados.

La madrugada del lunes 13 marzo, los asentamientos humanos del distrito de Comas, que limita con Puente Piedra, se vieron sorprendidos por el aumento del caudal del río. Sin embargo, jamás imaginaron que el ciclón Yaku —evento que provoca de manera indirecta y directa las intensas lluvias— podría destruir sus hogares, como lo hizo el Fenómeno del Niño en el 2017.

Los pobladores saben que vivir al lado del río que recorre 126 kilómetros significa arriesgar sus vidas, pero la falta de un techo los obliga mantenerse en estos terrenos que algunos aseguran haber tomado en medio de la pandemia por el coronavirus y otros desde hace más de cinco años; precisamente, porque no tienen dónde quedarse. Infobae llegó hasta la zona afectada.

Incremento de lluvias provocó el
Incremento de lluvias provocó el desborde del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Una historia repetida sin prevención

Ese es el caso de la señora Verónica Ramírez, quien junto a su madre Martha Reátegui Saboya (69) viven desde hace nueve años en el asentamiento humano Brisas del Malecón Chillón. Afirma que un episodio parecido lo pasó hace seis años, pero logró recuperarse y las autoridades no le ayudaron para una reubicación.

Si en los próximos días el caudal del río crece, podría llegar hasta su casa, donde por las lluvias se ha inundado. De esta manera, decidió colocar todas sus cosas en un almacén, ubicado en la parte superior de su vivienda. Su madre es una persona vulnerable y la preocupación ante esta situación la tiene aún más nerviosa.

Verónica Ramírez y su madre
Verónica Ramírez y su madre junto a las pertenencias que lograron rescatar durante el desborde del río Chillon. (Infobae/Paula Elizalde)

Ramírez no ha comido durante más de 24 horas, porque no tuvo tiempo, solo quería ponerse en buen recaudo. Las autoridades municipales le han informado que no puede quedarse en la carpa instalada en una loza deportiva de este sector, debido a que ella está catalogada como ‘afectada’, pero no ‘damnificada’. Estos dos términos podrían depender la vida de su familia.

“Nosotros no hemos dormido acá, porque los mismos policías nos han dicho que estamos corriendo peligro, que salgamos y busquemos a dónde ir. Para nosotros ha habido discriminación, por el hecho que no hemos perdido nuestra casa, pero sí estamos peligrando. (...) Algunos en la parte de atrás están durmiendo”, expresó a Infobae.
Una vecina del asentamiento humano
Una vecina del asentamiento humano al borde del río Chillón resignada a la perdida de todas sus posesiones. (Infobae/Paula Elizalde)

Verónica Ramírez indicó que junto a sus vecinos construyeron un muro de contención para evitar que las aguas puedan ingresar a sus hogares. Sin embargo, la fuerza del mismo fue mayor y terminó por derrumbarlo. A pocos metros está su casa y teme que en cualquier momento se quede sin un techo.

Zapatos y otras pertenencias quedaron
Zapatos y otras pertenencias quedaron sumergidas en el barro. Río Chillón, Comas. (Infobae/Paula Elizalde)

“No te preocupes por mi sueño”

El río Chillón se llevó 23 casas, pero las otras están en peligro de ser arrastradas. Entre las siguientes cuatro se encuentra la de Jhanny Colón, a quien ubicamos junto a su pequeño Josué, de ocho años, limpiando su sala y cocina con una lampa. Esa madrugada el río llegó hasta su vivienda por un canal de regadío y malogró su refrigeradora.

Ella llegó de Venezuela hace tres años y pagar un alquiler se le hacía difícil. A pesar del panorama, nos recibió con una sonrisa en el rostro, pero prefirió que su hijo sea el guía y nos enseñe cómo quedó su vivienda.

Madre e hijo intentan sacar
Madre e hijo intentan sacar el lodo de su vivienda tras el desborde del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

El menor relató que lo levantaron muy temprano ante los gritos de sus vecinos, es así como no pudo descansar. “No te preocupes por mi sueño, que desde la mañana que empezó todo esto, no he dormido nada”, confiesa Josué, con la disposición de relatarnos lo sucedido ese lunes.

Interior de una vivienda. Intentos
Interior de una vivienda. Intentos de limpiar el barro, piedras y materiales que arrastró el río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Él cuenta que está feliz porque pudo salvar a su gatito con quien disfruta jugar todos los días. Se dirige hacia la parte posterior de su vivienda para que muestre algunos útiles que pudo rescatar. Desde la malla de alambre que separa el cultivo de su vecino con su casa mencionó que está a pocos días de iniciar sus clases.

Un niño mira lo que
Un niño mira lo que queda de su vivienda tras el desborde del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Jhanny Colón se encuentra sin trabajo desde hace un mes, debido a que la dueña de la pizzería donde laboraba cerró su local por unas semanas tras dar a luz. No obstante, esta persona le ha brindado un espacio para que duerman mientras la situación se calme y se reubiquen.

Un niño caminando con dificultad
Un niño caminando con dificultad por su vivienda llena de barro a causa del desborde del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Sin ayuda

Ana Rosa Solís es otra de las vecinas que las autoridades le han dicho que se retire del lugar, porque su casa está en riesgo. Sin embargo, no tiene dónde ir, para ella tampoco hay una carpa instalada por el municipio. Su vivienda está vacía, sus cosas están en la parte de atrás para evitar que un huaico se lleve todo.

Asimismo, mencionó que son alrededor de 35 familias que se han visto perjudicadas en su asentamiento humano. Ninguna recibió apoyo de las autoridades, por lo que realizaron una olla común para toda su localidad.

“Ninguna autoridad ni apoyo de nada. Ni un desayuno, agua o pan desde ayer (13 de marzo)”, señaló.
Interior de una vivienda de
Interior de una vivienda de material noble en el río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Carpas instaladas

Infobae corroboró que se instalaron carpas para las personas afectadas en la loza deportiva, ubicada frente a la avenida A del mismo distrito. Algunos vecinos tuvieron que compartir, porque a otras todavía no se les entregaba.

Este medio conversó con el gerente de Gestión del Riesgo de Desastre de la Municipalidad de Lima, Mario Casaretto, quien afirmó que 50 familias serán atendidas por el gobierno local. Además, explicó por qué las personas que no han perdido todo no podrían ser atendidas. Los dos términos que hacen la diferencia para los pobladores.

“Hay dos clasificaciones, una que es la persona ‘afectada’ que no requiere de ayuda inmediata y la otra es la ‘damnificada’, la que ya el agua inundó su casa, ha perdido sus cosas, bajo esas terminaciones que lo estipula la norma es como actuamos”, argumentó.
Mario Casaretto, gerente de Gestión
Mario Casaretto, gerente de Gestión del Riesgo de Desastre de la Municipalidad de Lima vigilando las labores de rescate a damnificados. (Infobae/Paula Elizalde)

Desde otro punto, también dialogamos con Evelyn Vicente, subgerente de Gestión de Riesgos y Desastre de la Municipalidad de Comas. Sin embargo, precisó que las personas que están perjudicadas recibirían ayuda y se les estaría empadronando solo si califican como “damnificados”.

“El procedimiento regular es que nosotros verifiquemos si califican en la condición de damnificados para poderles brindarles una carpa. Si vienen acá, y siempre se ha visto la viveza, y nos dicen que son damnificados. Entonces, los empadronamos y los traemos acá”, argumentó Vicente.

La funcionaria afirmó que este albergue es “temporal” hasta que se pueda tramitar con el Ministerio de Vivienda el ‘bono de arrendamiento’ por un periodo de dos años. Aseguró que el informe técnico ya está listo desde febrero tras conocer el riesgo de sus vecinos meses antes.

Familias que perdieron todo a causa del incremento del caudal del río piden apoyo para ser reubicados. (Video/Paula Elizalde)
“Son 40 familias que desde enero ya las habíamos empadronado, porque sabíamos el riesgo que existe por donde estaban ubicados”, agregó.

A la vez, señaló que el alcalde Ulises Villegas mostró un expediente técnico para la “canalización”, donde este espacio sería reforzado con un muro de contención y que en el proceso se vería si la zona es declarada “intangible”.

No obstante, entre los testimonios de los vecinos aseguraron que el burgomaestre les prometió, precisamente, este muro de contención y también la construcción de un puente que limita con el distrito de Puente Piedra; es decir, seguirían viviendo a pesar de ser testigos de lo riesgoso que podría ser si se presenta otro fenómeno igual o más fuerte.

El drama de las familias
El drama de las familias que perdieron todo por el desborde del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

Lo perdieron todo

Entre los escombros, losetas, madera, algunas vestimentas y otros artículos se encuentra la vivienda de Maryori de 34 años, ubicado en el asentamiento humano La Nueva Esperanza. La carpa de color azul con el número 11 se ha convertido en su nuevo hogar, el único donde puede derramar algunas lágrimas para evitar que su mamá y sus hijas la vean derrumbada.

Ya lloré mucho. Me duele porque perdí mi casa, estoy en la calle. A mi mamá la veo llorando, pero me pongo más fuerte para darle valor a ella. Me quedo calladita (cuando duermo) y lloro”, relató, pero se le hace imposible no mostrarse afectada cuando recuerda esos momentos.

Elva y Maryorie, madre e hija, hicieron un esfuerzo sobrehumano para poner en un lugar seguro a sus familiares. (Video/Paula Elizalde)

Indica que tuvo que salir de su vivienda lo más rápido y con sus pequeñas en brazos. Ahora, solo queda el piso de lo que un día construyó. Ella recolectaba plástico para luego venderlo, porque el dinero que ganaba no era suficiente para cubrir sus gastos y es así como llegó hace tres años a vivir cerca al río junto a toda su familia.

Municipalidad de Lima y Comas
Municipalidad de Lima y Comas habilitaron carpas para los damnificados del río Chillón. (Infobae/Paula Elizalde)

A pocos metros de distancia, se encuentra su mamá Elva Ferreyra, quien también lo perdió todo y solo visualiza desde algunos metros lo que un día fue su casa. El huaico la sorprendió y no pudo sacar muchas de sus cosas. En ese momento, compartía la carpa número 11 junto a su hija, debido a que todavía no le brindaron.

“Desde anteayer no almorzamos, recién hoy nos han dado almuerzo. No sabemos cuánto (tiempo) estaremos. Me siento bien dolida de perder mis cosas, lo que hemos trabajado”, contó entre lágrimas.

Las familias del río Chillón
Las familias del río Chillón ubicadas en carpas esperan una pronta reubicación. (Infobae/Paula Elizalde)

Actualmente, la conexión donde cruzaban hasta Puente Piedra —ubicado a la espalda del centro recreativo Las Tres Ruedas— está a punto de caerse. Esta era la única vía con salida a la Panamericana Norte; caso contrario, tendrían que caminar alrededor de 30 minutos para llegar a una avenida.

El drama de estas familias va más allá, todas solo buscan un techo para quedarse y la necesidad les hace pasar por alto los riesgos que podrían tener a largo plazo.

Puente que unía a las
Puente que unía a las comunidades del río Chillón quedó bajo el agua por el aumento de lluvias. (Infobae/Paula Elizalde)
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