Considerada como la mejor universidad del Perú, según la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), la Cayetano Heredia tuvo un nacimiento y desarrollo bastante particular como casa de estudios que la ha llevado a obtener ese reconocimiento.
Lo que muchos todavía desconoces es el convulso comienzo que tuvo como universidad y de la irónica razón del que sus nuevas autoridades escogieron su nombre para llamar a la nueva universidad. Esta es su historia.
Médico y maestro
Nacido el cinco de agosto de 1797 en Catacaos, lo que ahora es Piura, José Cayetano Heredia Sánchez siempre declaró que su madre se llamó Manuela Herrera y que a su padre nunca lo conoció. Pero unos estudios años más tarde demostrarían que sus padres fueron Pablo Herrera y de Manuela Sánchez.
Dos cosas quedaron claras, según biógrafos. La primera es que nunca conoció a su padre; y la segunda, que debido a la extrema pobreza de su familia, es que optó por trasladarse a Lima para buscar un mejor futuro.
En la capital aprendió, bajo los cuidados de un fraile franciscano, gramática, elementos de latín, matemáticas y doctrina cristiana. Con tal solo 15 años logró ingresar al Real Colegio de San Fernando (lo que actualmente es la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos).
En dicha casa de estudios desarrolló una carrera excepcional y se convirtió en disector de anatomía y, como tal, practicó la autopsia del prócer José Faustino Sánchez Carrión.
Para 1823, Heredia se graduó de bachiller en Artes, primero, y en Medicina, después. El siete de agosto de 1826 se recibió como “Profesor de Medicina”, así nombraban a quien lograda su título profesional en esos años.
A pesar de ir ganando fama y reconocimiento por su destacada labor como médico durante el proceso de independencia del Perú y en los primeros años de la república, siempre le rehuyó a obtener cualquier cargo político.
De vuelta a la universidad
Cuando llega el año 1834, el presidente Luis José de Orbegoso nombró a Heredia inspector general de Hospitales y rector del Colegio de la Independencia, que no era que el Colegio de Medicina de San Fernando, pero con otro nombre. Luego de ver una serie de problemas insalvables para desarrollar de manera adecuada su labor, Cayetano abandonó el puesto en 1839.
Pero en 1842, esta vez con el gobierno de Francisco de Vidal, retomó su puesto en el Colegio de Medicina. Al año siguiente se convirtió en el último Protomédico General del Perú, ya que el tribunal del Protomedicato fue cerrado el 30 de diciembre de 1848 y en su lugar se instauró la Junta Directiva de Medicina.
Desde su lugar como rector, Heredia se dedicó a modernizar su centro de estudios y ponerla a la par de las mejores escuelas de medicina del mundo. En especial de la francesa.
Contrató a los mejores profesores de la época como Antonio Raimondi, José Éboli y Manuel Solari.
Y a sus mejores alumnos los mandó Europa a perfeccionar sus condiciones usando su propio dinero, ya que la escuela no tenía los fondos suficientes. Muchos de ellos se convirtieron en maestros de la medicina peruana como José Casimiro Ulloa, Francisco Rosas, Rafael Benavides y José Pro.
Pero su gran anhelo de crear la Facultad de Medicina de la UNMSM recién se haría realidad el nueve de setiembre de 1856, cuando el segundo gobierno de Ramón Castilla publicó el reglamento orgánico para su creación. Poco después, el seis de octubre de ese mismo año, incluyó las correcciones que el mismo Heredia había hecho llegar.
Como era de suponerse, don Cayetano Heredia fue nombrado su primer decano y se mantuvo en ese puesto hasta 1860, cuando fue reemplazado por el doctor Miguel Evaristo de los Ríos.
La muerte lo sorprendería un año después, el lunes 10 de junio de 1861, a las 9 de la noche, en el balneario de Miraflores, cuando solo tenía 64 años.
Un siglo de espera
Casi 100 años después de su muerte, su nombre tomó una nueva relevancia por un hecho que ocurrió en su adorada Facultad de Medicina San Fernando.
Todo comenzó con la promulgación de la Ley Universitaria 13417, en 1960, la misma que permitía la presencia del tercio estudiantil como parte del gobierno de las universidades.
Sin embargo, el artículo 34 de la mencionada ley, dejaba fuera de esta situación a estudiantes de Medicina, restringiéndolos solo a sus facultades.
Esto generó un gran movimiento en todas las facultades de medicina existentes en ese entonces, pero en especial de la Federación de Estudiantes de San Marcos (FUSM) y el Centro de Estudiantes de Medicina (CEM)
Luego de idas y venidas, y a pesar de derogarse el humillante artículo 34, el daño ya estaba hecho.
Finalmente, todo explotaría luego que el Consejo de la Facultad de Medicina se negara a aceptar que los estudiantes del tercio estudiantil tuvieran participación en su gobierno.
Esto generó que 450 profesores y catedráticos de la Facultada de Medicina de la UNMSM renunciaran en masa. Inmediatamente después, el 25 de julio de 1961, los renunciantes fundaron la Unión Médica de Docentes Cayetano Heredia. En setiembre de ese mismo año, crean la Universidad Peruana de Ciencias Médicas y Biológicas, y su facultad de Medicina se llamó Cayetano Heredia.
Todo este movimiento estuvo liderado por reconocidos docentes y maestros Alberto Hurtado y Honorio Delgado.
Pero desde fundación, la prensa y gran parte de la población se referían a esta casa de estudios como Cayetano Heredia.
No pasó mucho tiempo para que el 29 de enero de 1965 cambiara su nombre de manera oficial a Universidad Peruana Cayetano Heredia.