Abelardo Gutiérrez, más conocido como Tongo en el mundo artístico, falleció la noche del viernes 10 de marzo. Su partida ha provocado diversas reacciones, pues muchos esperaban que el intérprete de ‘La Pituca’ se recupere para que siga alegrando a sus seguidores con sus divertidas ocurrencias.
Además, así como el cantante tenía una gran legión de seguidores, también hizo buenos amigos en la televisión, uno de ellos fue el periodista Jaime Bayly. Durante varios años, ‘Le Tongue’ apareció en el desaparecido programa el ‘Francotirador’ por Frecuencia Latina.
Tongo era constantemente invitado por el popular ‘Niño terrible’ para que promocione sus canciones, además que lo consideraba un amigo cercano. Por este motivo, el artista peruano no dudó en impulsar en más de una ocasión la carrera política del escritor.
En uno de sus encuentros que tuvieron en el programa de Jaime Bayly, el cantante de cumbia apareció para entonar el tema: “Jaime, Jaime, Jaime, Jaime Bayly, Jaime pa’ presidente”.
De inmediato, el periodista reaccionó de buena forma y no pudo evitar jugarle una pesada broma a Tongo, donde le ofreció la embajada de Haití si es que se convertía en el próximo Presidente del Perú. “Tongo, yo te debo todo lo que soy a ti y si gano (las Elecciones Generales) te voy a nombrar embajador en Haití”, bromeó.
La relación entre ambos se vio distanciada cuando Jaime Bayly dejó de tener un programa en el Perú, pues el escritor se mudó a Miami, donde tenía a su cargo otro espacio para Mega TV.
Sin embargo, eso no impidió que él se despidiera de su amigo cuando se enteró que había fallecido. A través de su cuenta de Facebook, el periodista escribió un sentido mensaje despidiéndose del cantante.
Además, Jaime recordó las vivencias que tuvieron a lo largo de varios años, destacando que Tongo aprendió a mantenerse vigente en la televisión, además que daba todo por ver sonreír a su público, al punto de no importarle burlarse de sí mismo para lograr este objetivo.
“Mi amigo Tongo era un genio improvisando momentos divertidos. Todo su talento era puramente intuitivo, aprendido en la calle. Entendía la televisión como una fiesta perpetua, un circo delirante. No le importaba hacer el ridículo, burlarse de sí mismo, para hacer reír a su público. Cómo me hizo reír, cómo lo voy a extrañar. Descansa, querido amigo. Fuiste mi socio perfecto en nuestras conspiraciones humorísticas. Mis sentidas condolencias a sus familiares”, señaló.