Los pronósticos meteorológicos del Senamhi para los próximos días (12, 13 y14 de marzo) y la repentina lluvia registrada la tarde del martes 10 de marzo en diversos distritos de Lima -por influencia indirecta del ciclón Yaku- han puesto en vilo a la población, que teme repetir la tragedia vivida el 15 de enero de 1970, cuando un diluvio azotó la capital y dejó enormes daños a su paso por la gran cantidad de agua.
Notas periodísticas de ese tiempo dan cuenta de la destrucción que dejó esta precipitación: un muerto, más de una decena de heridos, cientos de damnificados, dos mil viviendas afectadas, huaicos, aniegos y hasta incendios. No por nada se la considera como una de las lluvias más fuertes del último siglo, con una duración de al menos 30 horas y millones de litros de agua descargados sobre suelo limeño.
Las avenidas convertidas en lagunas, las calles hechas piscina, autos sumergidos y conductores que tuvieron que salir nadando grafican la severidad de la lluvia de 1970. Informes de el diario El Comercio señalan que cada metro cuadrado de Lima se inundó con 17 litros de agua solo en las primeras cinco horas, de 6 de la tarde a 11 de la noche, de ese fatídico 15 de enero.
El suceso se le atribuye a un colchón de nubes de 1,300 metros de espesor que descargó tres millones de litros de agua al colisionar con el clima costeño. La lluvia del 70 fue tal que por el norte abarcó hasta Huaral, por el sur hasta Pisco y por el este hasta La Oroya.
La precipitación originó aniegos que luego se transformaron en piscinas. Empezaron los primeros incendios por cortocircuitos y se produjeron derrumbes de paredes en las zonas más tugurizadas de la capital. La vía entre Lima y Chosica quedó bloqueada por los huaicos y las viviendas en Ñaña invadidas por el agua. No había lugar donde refugiarse.
Las Fuerzas Armadas movilizaron decenas de camiones con militares para socorrer a los damnificados. En Miraflores, Magdalena y La Victoria el fluido eléctrico se cortó. A medianoche, los bomberos ya habían atendido más de cien casos de emergencia.
Las horas transcurrían, la desesperación iba en aumento por la enorme cantidad que inundaba Lima, mientras que, en Collique, Cabat Ballón Torres, un joven mecánico de 19 años, perdía la vida luego de electrocutarse al intentar cerrar una filtración de agua. En el Centro de Lima, un bombero caía desde una altura de siete metros por intentar apagar un incendio ocasionado por cortocircuito.
En la periferia los ríos Rímac, Chilca y Chillón se desbordaron y destruyeron las frágiles viviendas levantadas en sus riberas. Gran cantidad de damnificados pasaron la noche a la intemperie. Seis casas de la barriada Huascarán, cerca del Puente del Ejército, fueron arrastradas por el río. Y, en la avenida Morales Duárez, las casas de adobe y quincha se derrumbaron.
En el cruce de las avenidas Arequipa y Javier Prado concentró tanta lluvia que se formó una pequeña laguna. Los autos quedaron sumergidos en las aguas que alcanzaron tres metros de altura. Al ver sus motores apagados, los conductores tuvieron que salir nadando para salvar sus vidas.
¿Por qué casi no llueve en Lima?
Según el Instituto Geofísico del Perú (IGP), se debe a que “nuestra atmósfera es muy estable debido a la frialdad de las aguas de nuestro mar y la subsidencia atmosférica”.
“Si bien lo típico es que la temperatura disminuya con la altitud, en la costa peruana es común una “inversión de temperatura”, que consiste en una capa donde más bien la temperatura aumenta abruptamente en lugar de disminuir, lo cual hace que la atmósfera sea tremendamente “estable”, señala el IGP.
“Esta inversión ocurre a lo largo de la costa a una altura de aproximadamente 700-1000 m sobre el nivel del mar. Raros son los lugares en el mundo que muestran una inversión tan pronunciada, donde el salto en las temperaturas en la capa de inversión puede llegar hasta 15 °C. Como veremos más adelante, la inversión de temperatura (y la supresión de las lluvias intensas) deja de existir solo en condiciones del fenómeno de El Niño”, agrega.
¿Cuántas veces llueve en Lima?
Por su clima, Lima no es considerada como una ciudad en la que se presenten lluvias propiamente dichas, más si la comparamos con localidades de otros países como Colombia o Venezuela, donde si reportan realmente lluvias. Lo que tenemos en la capital, de acuerdo a los especialistas, son garúas.