Mario Vargas Llosa y el día que Alan García lo condecoró tras varios años de enemistad

El expresidente le otorgó la Orden de las Artes y las Letras del Perú luego de que el autor de “La ciudad y los perros” ganara el Premio Nobel de Literatura

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Alan García y Mario Vargas Llosa tras la entrega de la Orden de las Artes y las Letras.
Alan García y Mario Vargas Llosa tras la entrega de la Orden de las Artes y las Letras.

El 28 de julio de 1987 no solo fue el día que el expresidente Alan García anunció su deseo de estatizar la banca, sino también el inicio de una crispada relación con el escritor Mario Vargas Llosa. Este, por entonces ya alejado del comunismo, movilizó a la ciudadanía hasta que el jefe de Estado tuvo que dar un paso atrás con su medida. Desde entonces la relación entre ambos sería áspera y distante hasta que una noticia en octubre del 2010 provocó una tregua.

La popularidad de Mario Vargas Llosa llegó a tal punto que se convenció de postular a la presidencia de la República en las elecciones generales de 1990. De la mano del Movimiento Libertad, Acción Popular y el Partido Popular Cristiano se presentó como candidato del Frente Democrático (Fredemo) y durante meses las encuestas lo posicionaban como el favorito a suceder al líder del partido aprista.

El hecho habría alarmado a García cuyo partido era representado en la elección por Luis Alva Castro. Su baja popularidad motivó al expresidente a trasladar sus esperanzas en el exrector de la Universidad Nacional Agraria quien por poco tiempo tuvo un programa en el canal del Estado: Alberto Fujimori. Investigaciones periodísticas dan cuenta del apoyo del exgobernante con quien sorprendentemente derrotaría a Mario Vargas Llosa en segunda vuelta.

Mario Vargas Llosa y Alberto Fujimori tras el debate presidencial de 1990.
Mario Vargas Llosa y Alberto Fujimori tras el debate presidencial de 1990.

En “El pez en el agua” (1993), Vargas Llosa da cuenta de las peripecias que tuvo que enfrentar antes, durante y después de la campaña presidencial, así como la información que le llegaba sobre el odio encarnizado que Alan García sentía por su figura. Ambos se criticarían por años hasta que la Academia Sueca otorgó el Premio Nobel de Literatura al escritor cuando su enemigo político se encontraba en Palacio de Gobierno por segunda vez.

Tregua inesperada

Al ser la primera vez que la Academia Sueca reconocía a un escritor peruano, se esperaba que el jefe de Estado, quien personifica a la Nación, condecorara al galardonado. Para sorpresa de muchos el reconocimiento ocurrió, aunque no se entregó la Orden del Sol del Perú, reconocimiento a ciudadanos destacados en las artes, las letras, cultura, política y por servicios extraordinarios al país. En su lugar se creó otra distinción.

La Resolución Suprema n.º 011-2010-MC puso en marcha la Orden de las Artes y las Letras, reconocimiento del Ministerio de Cultura a los creadores, artistas, personas y organizaciones, nacionales o extranjeras, que aporten al desarrollo cultural del país. Tras entregar un medalla diseñada por el buen amigo de Vargas Llosa, Fernando de Szyszlo, el presidente Alan García brindó un breve discurso en el que elogió al narrador.

Mario Vargas Llosa en Palacio de Gobierno junto al entonces presidente Alan García.
Mario Vargas Llosa en Palacio de Gobierno junto al entonces presidente Alan García.

“Ilustre compatriota Mario Vargas Llosa, todo el Perú se une a nosotros en estos momentos para expresar su orgullo y su alegría por tu triunfo, por tu trabajo apasionado de tantos años. Para demostrar su homenaje, hemos creado una nueva condecoración y por largo de tiempo serás el único en tenerla porque habrá que cumplir el enorme esfuerzo que has hecho en estos 50 años de trabajo para que alguien pueda merecer nuevamente esta distinción que nace para ti”, dijo desde el Salón Dorado de Palacio.

El Premio Nobel agradeció y elogió las palabras del presidente. Desde entonces su relación fue más cordial que de costumbre, aunque no estuvo exenta de críticas. Meses después del suicido de García, el autor de “La fiesta del Chivo” señaló que el líder aprista pasaría a la historia “como un presidente que roba”. Esto tras revelarse sus presuntos vínculos con el escándalo de corrupción de Odebrecht.

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