“El único impedimento” para concretar la extradición al Perú del expresidente de la República, Alejandro Toledo, es que no estaba en condición de detenido cuando se emitió la autorización correspondiente, señalaron desde el Gobierno de Estados Unidos.
Como se recuerda, el 21 de febrero, el secretario de Estado del gobierno norteamericano, Anthony Blinken, dio luz verde para la entrega del exmandatario a la justicia peruana. La Fiscalía local fue la encargada de dar a conocer esta noticia.
En este sentido, el Gobierno de Estados Unidos ha solicitado al juez de la Corte de San Francisco, Thomas S. Hixson, que cambie la modalidad que recae sobre Toledo de “libertad bajo fianza” a “prisión preventiva”.
Un documento de la fiscal de EE. UU. Stephanie M. Hinds. repasa que, durante el lapso de tres años, se ha determinado la correspondencia de aprobar esta solicitud de extradición, cuyo resultado finalmente ha sido positivo. Sin embargo, se ha frenado este proceso, de momento, por la condición carcelaria del expresidente.
“Después de más de tres años de litigio, tiempo durante el cual esta corte y el Tribunal de Habeas determinaron que la solicitud de extradición de Perú cumplía con el tratado pertinente, el Tribunal de Habeas y el Noveno Circuito se negaron a suspender la extradición de Toledo, y el Secretario de Estado autorizó la entrega de Toledo a las autoridades peruanas en virtud del tratado. El único impedimento para ejecutar la orden de entrega que quedaba en el momento en que Estados Unidos presentó la presente moción era el hecho de que Toledo permanecía fuera de custodia”, señala el documento que ha difundido La República.
En este texto, la fiscal norteamericana Stephanie M. Hinds también recoge los intentos de Toledo por suspender este proceso de extradición hasta que su trámite de hábeas corpus se resuelva en segunda instancia. Además, hace hincapié en el incentivo de Toledo por no responder a la justicia peruana, respaldándose en su salud y lo demandante que será su proceso judicial.
“Toledo debe ser detenido porque, a medida que cada vía para evitar su extradición por medios legales termina en callejones sin salida, su incentivo para huir aumenta. Toledo ha expresado reiteradamente su profunda preocupación por estar en prisión preventiva en Perú”, añade Hinds en el texto.
“Tal como lo determinó otro tribunal con respecto a otro jefe de estado extranjero pendiente de extradición de los Estados Unidos, independientemente del costo para él o su familia, (Toledo) puede optar por buscar asilo en otro lugar y abandonar su defensa en (Perú). Si tienen éxito, las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley en (Perú), que pueden ser igualmente sinceras en su creencia de que participó en una conducta ilegal, pueden verse privadas de la oportunidad de probar su caso’. Como tal, la detención es necesaria”, se lee también en el documento.
En paralelo, se solicita al juez Hixson que formalice la solicitud sobre Alejandro Toledo para que se entregue de inmediato cuando se rechace su pedido de suspensión de la extradición o su hábeas corpus. “Lo que ocurra antes”, se indica.
Disposición a entregarse
Mediante su abogada pública Jodi Linker, Toledo ha requerido a Hixson no apegarse a la solicitud del Gobierno de Estados Unidos de detenerlo. Siguiendo esta línea, ha agregado que se entregará de manera voluntaria cuando se resuelvan todos los recursos con los que busca impedir su extradición.
“Aquí, no hay razón para dudar de que el doctor Toledo estará disponible [para la justicia peruana]. Él está preparado para entregarse a los Alguaciles de los Estados Unidos antes de la llegada de los representantes del Perú. Su oficial de Servicios Previos al Juicio, que está en mejor posición que el abogado del gobierno para evaluar esta situación, no se opone a este plan”, detalló Linker.
Por último, la abogada pública solicita que, de proceder la encarcelación de Toledo, se garantice “como mínimo” que no volverá a un régimen de aislamiento, además de que ya se habrá fijado las fechas para el arribo de las autoridades peruanas.