En las últimas protestas registradas en el centro de Lima se observó que personal de las Fuerzas Armadas reprimió con gases lacrimógenas a ciudadanos aimaras, a pesar de que se encontraban con niños y niñas. En ese sentido, se esperaba un pronunciamiento de parte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), como entidad encargada de resguardar el cumplimiento del interés superior del niño.
Sin embargo, el sector Mujer optó por no condenar los actos de los militares y, por el contrario, publicó un comunicado para que los manifestantes se encarguen del cuidado de sus hijos e hijas menores de edad durante las protestas.
“Desde el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables hacemos un llamado a todas y todos los ciudadanos a resguardar la integridad de las niñas, niños y adolescentes en todos los espacios públicos y privados, en concordancia con su interés superior, así como con los estándares nacionales e internacionales”, se lee en el mensaje que difundieron vía Twitter.
En el comunicado, añadieron que los ciudadanos y ciudadanas poseen el derecho a protestar de forma pacífica, pero que no deben poner en riesgo la integridad física y emocional de niños, niñas y adolescentes. Así, no pidieron que las Fuerzas Armadas eviten reprimir a los menores de edad.
Añadieron que esta población debe desarrollarse en un entorno donde sean protegidos; es decir, sus tutores o padres de familia no deberían llevarlos a espacios que son riesgosos para ellos, como las protestas que se vienen registrando en Lima y en otras regiones del Perú.
“Los menores de edad tiene derecho a desarrollarse en un entorno protector. Sumemos a esta labor prioritaria para asegurar la conformación de un mejor país, sin violencias, con igualdad y sin discriminación”, precisaron.
Reprimen a manifestantes aimaras
El pasado jueves 2 de marzo, cientos de ciudadanos aimaras partieron desde Puno hacia Lima para participar en las protestas para exigir el adelanto de elecciones.
Mientras se desplegaban por las calles del Cercado de Lima, Santa Anita y La Molina, para participar en la Segunda Marcha de Lima, policías los reprimieron con perdigones que dispararon directo al cuerpo, tal como lo venían haciendo en otras manifestaciones donde se registraron heridos y muertos.
Esta vez la represión policial y militar devino en similar situación, pues también se reportaron personas heridas.
En este contexto, madres aimaras, que venían protestando con sus hijos en la espalda, recibieron gases lacrimógenas en la Plaza San Martín, en el Cercado de Lima.