Carro Audi, finos tragos, zapatillas y ropa cara: La ostentosa vida de Gerald Oropeza, tras dejar prisión

A pocos meses de haber dejado el penal de máxima seguridad de Yanamayo, en Puno, donde cumplió una condena de seis años, Gerald Oropeza, quien ocupó las primeras planas de medios nacionales e internacionales por sus vínculos con el tráfico ilícito de drogas y un capo de la mafia italiana, ostenta todo tipo de lujos en sus redes sociales.

A través de su cuenta oficial de TikTok, donde tiene más de 268 mil seguidores , el llamado ‘Tony Montana peruano’ mostró su regreso a la buena vida, montado en autos de lujo, usando costosas zapatillas y ropa de las mejores marcas, tomando finos tragos y disfrutando de exclusivos restaurantes.

En sus últimos videos publicados, se observó extractos de la celebración por su cumpleaños del pasado jueves 2 de marzo, en el distrito de Magdalena del Mar. Al evento fueron contratadas orquestas como Los Barraza y Las Curbelo, aparte hubo barra libre para los invitados y se realizaron piques ilegales abordo de exclusivos vehículos deportivos, de las marcas Ferrari y Audi.

Durante la celebración, Oropeza se lució rodeado de familiares, amigos y hermosas mujeres, quienes bailaron y tomaron hasta el amanecer. Los lujos que ostenta pasarían desapercibidos, sino fuera por el pasado que pesa sobre sus hombros, que lo llevaron a ser considerado -según información policial- como uno de los narcotraficantes más importantes del Perú.

Oropeza es un confeso aficionado a las carreras de autos. En el 215, la policía y la Comisión Nacional de Bienes Incautados (Conabi), le incautó tres vehículos de lujo que eran de su propiedad.

Los dos primeros vehículos eran un Porsche 911 Turbo S amarillo y un Audi rojo valorizados en unos US$100 mil. El tercer carro era un Ferrari F12 Berlinetta, el que sería el único de su tipo en el Perú y que fue importado por este desde Italia.

Las tarde del 6 de octubre de 2022, Oropeza abandonó el penal de Yanamayo, en Puno, luego de que el Poder Judicial resolviera por unanimidad, el 29 de setiembre de ese mismo año, suspender la ejecución provisional de la pena de seis años por el delito de tráfico ilícito de drogas en agravio del Estado.

Ese día se le vio salir raudamente del centro penitenciario sin brindar declaraciones a la prensa, mientras subía a un vehículo gris que lo esperaba fuera del reclusorio puneño.

Anteriormente, el apodado ‘Tony Montana peruano’ estuvo internado en el penal de Challapalca, en Tacna. Inicialmente se le dictó una pena de ocho años, pero luego fue anulada y el Poder Judicial le dictó seis años de prisión efectiva, que terminó cumpliendo en Yanamayo.

Oropeza fue detenido luego de un atentado cuando iba en su lujoso vehículo. No se le encontró varios kilos de droga en su poder, pero sí le hallaron comprometedores audios en su celular referente a traficar con sustancias ilícitas. Fue sindicado como clave en la red de narcotráfico internacional encargada de enviar droga desde el Perú a Europa.

El “Tony Montana peruano” tenía como función acopiar y enviar la droga desde los Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) hacia el ‘Viejo continente’. Otra de sus funciones fue verificar la calidad del estupefaciente y coordinar que el producto llegue bien a su destino. Usaba contenedores y navíos que salían desde el puerto del Callao, que -de acuerdo a las investigaciones- era su centro de operaciones para su ilícito negocio.

Oropeza saltó a las portadas de los medios de comunicación, luego que atentaran contra su vida. Fue atacado a balazos y granadas de guerra, cuando conducía una lujosa camioneta Porsche por San Miguel. A pesar de que logró huir del tiroteo, este hecho hizo que toda su organización criminal y la guerra por el poder narco desatado en el primer puerto estuviera en la mira de los agentes de la policía antidrogas.

El juez Richard Concepción Carhuancho ordenó la captura de Oropeza en el país y en el exterior por el presunto delito de conspiración para el tráfico ilícito de drogas y fue detenido tras varios meses de intenso seguimiento en Ecuador, cuando compraba un helado.

Roger Javier Poémape Chávez, ‘Javi’, caminaba con su esposa Alexia Sánchez a la notaría Velarde Sussoni, en San Isidro, para firmar una carta poder. Detrás, un sicario perseguía sus pasos. La pareja ingresó al local y, en cuestión de segundos, el asesino disparó contra ellos. El hombre murió instantáneamente mientras que la mujer quedó herida.

‘Javi’ no había realizado el envío de 300 kilos de droga al extranjero, valorizadas en 140 millones de dólares, que fue encontrada enterrada en un domicilio en una casa de Sarita Colonia, en el Callao, según las fuentes policiales.

En 2015, ‘Javi’ fue señalado como cabecilla de una organización criminal dedicada al narcotráfico en el Callao. Según la Policía, es quien habría ordenado ese año el asesinato del ‘Tony Montana peruano’ para tener todo el poder de la zona.