El Gobierno de Dina Boluarte decidió concluir con los servicios de José Luis Gavidia como representante permanente alterno del Perú ante la Organización Marítima Internacional (OMI). Esto se materializó en una Resolución Suprema N° 019-2023 que lleva la firma de la presidenta de la República, la canciller Ana Cecilia Gervasi y el titular de la cartera de Defensa, Jorge Chávez Cresta.
Gavidia dejará la representación peruana en la OMI, cuya sede central se encuentra en la ciudad de Londres (Reino Unido) y de la cual somos miembros desde 1968, el próximo 1 de mayo a pesar de que la Resolución Suprema Nº 066-2022-DE estableció que su designación iba durar hasta el 30 de setiembre del 2024.
El exministro de Defensa del gobierno de Pedro Castillo había sido nombrado en agosto del año pasado en ese cargo tras haber renunciado por la investigación preliminar que la Fiscalía de la Nación le abrió por la contratación irregular de su hija que cometió una presunta infracción a la Ley de Contrataciones del Estado.
Hay que anotar que el 10 de febrero pasado, Gavidia visitó a la presidenta Boluarte en Palacio de Gobierno. El encuentro entre ambos se inició a las 5:29 de la tarde y se extendió hasta las 7:19 de la noche.
Salida con polémica
José Luis Gavidia se alejó del Poder Ejecutivo en agosto del año pasado tras sendas denuncias en su contra.
La primera consistió cuando el programa Punto Final reveló que el entonces encargado de la cartera de Defensa había usado un viaje oficial a Huánuco como paseo familiar. El espacio tuvo acceso a la lista de pasajeros de vuelos oficiales en comisión de servicios de los ministros de Estado.
Es ahí en que encontraron que Gavidia llevó a sus hijas a una actividad sin que ellas sean funcionarias públicas. El viaje ocurrió el pasado 13 de marzo.
Luego se conoció que su hija Verónica Gavidia Rodríguez logró ser contratada en el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) a pesar de que la ley lo prohibía por ser pariente, en primer grado de consanguinidad, del contralmirante retirado.
Además, en un reportaje de Hildebrandt en sus Trece, se informó que su esposa María Amelia Valdivieso Arrascue logró una orden de servicio para ofrecer asistencia legal para casos de denuncia penal en delitos contra el medio ambiente por 24 mil soles en un plazo de 75 días.
Ante las revelaciones, Gavidia no tuvo más opción que renunciar al Ministerio de Defensa. En su despedida ante la prensa, se quebró y salió al frente para defender a su hija.
“Se han metido con mi familia, con mi hija, con mi esposa. Se metieron con lo más preciado que tengo: mis hijos. ¿Creen que es normal que se metan con mi hija, que se metan con mi esposa por venir a trabajar? Me han destrozado el alma, ese es el precio que tengo que pagar por venir servir a mi patria, porque estos nos gusta: destrozar. ¿Es justo que me hagan esto?”, dijo con la voz entrecortada a los medios de comunicación.
“Mi hija viene trabajando hace seis años, se preparó en Italia y tiene una maestría en Suiza. Ojalá que vayan a ver quién es ella, ojalá que vean su currículum, para que vean lo profesional que es”, agregó.
El extitular de Defensa aseguró, por el alma de su padre, que jamás utilizó ninguna influencia para colocar a su hija en puesto laboral en Serfor.
“Nunca, por el alma de mi padre, he utilizado ninguna influencia de nadie, ellas se han trazado su trabajo y su destino; y yo se las he cortado por haber venido a servir a mi país. Eso es lo que más me duele. Me siento tan culpable que, por haber aceptado este cargo, por haber trabajado a mi país y a mi patria, termine afectando a mi familia directa. ¿Ustedes creen que eso es bueno? Me duele en el alma. Conmigo hagan lo que quieran, pero no con mi familia, por favor. Se los pido de todo corazón”, concluyó.