El ‘Velascato’ o primera fase del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada del Perú, fueron los años donde una de las marcas de útiles más reconocidas a nivel nacional emprendió su marcha: Artesco. Como bien dicen, los tiempos de crisis son oportunidades. Así lo tomó Enrique Mollá, que desde la cochera de su casa y dejando la universidad de lado inició el negocio de su vida.
Artesco nació en una cochera
La madrugada del 3 de octubre de 1968, las Fuerzas Armadas, al mando del general de división E.P. Juan Velasco Alvarado, se levantaron en armas y tomaron el Palacio de Gobierno, derrocaron al entonces Presidente Constitucional Fernando Belaúnde Terry. Este disctadura militar de facto duró seis años y uno de sus primeros movimientos fue la prohibición de importación de productos, entre ellos lo útiles escolares.
En esos años, el padre de Enrique tenía varias librerías en el Centro de Lima, las cuales eran abastecidas precisamente con productos del extranjero, pero que en esos años entró en crísis y la preocupación llegó a su familia. No solo fue ese negocio familiar, sino que muchas librerías presentaron escasez de bienes.
Había que ingeniárselas para salir adelante y a Enrique Mollá le llegó una idea que en poco haría realidad. “Siempre fui muy proactivo; me gustó el concepto de negocio y de trabajo desde que tenía 12 años. A muy temprana edad me apasionó todo lo que tenía que ver con el área industrial”, respondió el empresario en el 2018, año en el que ganó el Premio LEC - Líderes Empresariales del Cambio.
Poco después de acabar el colegio (18 años) y dejando la universidad a un lado, montó una pequeña fábrica de reglas en la cochera de su casa con la finalidad de abastecer las librerías de su padre. Con a ayuda de su amigo diseñó el primer molda para la inyección del plástico, mientras que su progenitor hizo una máquina artesanal. Así se empezaron a fabricar las primeras reglas.
Años después y viendo que el negocio empezaba a funcionar, los hermanos de Enrique y familiares decidieron unirse y empezar a trabajar en cochera, fue entonces que el 4 de Noviembre de 1976, ya bajo el mando de Francisco Morales Bermúdez (29 de agosto de 1975), fue fundada ARTESCO S.A, iniciando sus actividades como empresa fabricante de reglas y folders plásticos.
Las piedras en el camino
Conseguir financiamiento en esos años no era sencillo. Los bancos no confiaban y normalmente se negaban a dar créditos o préstamos. Enrique Mollá también tuvo que ingeniárselas para consolidar su empresa y conseguir dinero. Buscó amigos que le hicieran préstamos y entonces comprendió que el prestigio es el principal activo de un emprendedor.
Además, también consiguió que otras empresas le dieran insumos a crédito. Una de ellas fue Viplastic Perú, que le proveyó vinil para que confeccionara fólders. Poco a poco, la empresa empezó a crecer y contratar a más trabajadores. Sin embargo, en 1997 la pasó mal otra vez y hasta fue un punto quiebre. Resulta que los distribuidores que le adquirían sus productos quebraron en bloque y le dejaron de pagar, adquiriendo una deuda de 6 millones de soles, equivalente a todo lo que ingresaba a la empresa en esos años.
No tuvo otra que hacerse préstamos e hipotecar su casa para poder cumplir con sus trabajadores y proveedores. Tuvo que hacerse préstamos e hipotecar su casa, porque para él, el éxito de una empresa radica en el respeto y la consideración que se tiene hacia sus colaboradores.
Ahora, a poco de cumplir 45 años en el mercado, Enrique Mollá explica cómo se mantuvo vigente y cuál es la clave para mantener una compañía sólida. “Lo primero es entender que una empresa no es una persona y que necesitas a gente capaz, fiel y trabajadora. Más que por su gerente, el éxito de las compañías sólidas recae en toda su plana. Yo les debo mucho. Y si hablamos de errores, uno gravísimo que cometen muchos empresarios es distanciarse de sus orígenes y de sus trabajadores; olvidarse de que todos somos una familia. Eso lo tengo muy presente”, comentó a El Comercio. Actualmente está presente en otros 16 países de Latinoamérica, de México a Argentina.