De acuerdo a datos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), Lima soporta uno de los veranos más calurosos de su historia. Aunque los registros de la temperatura se sitúan en los 31 grados, sobre todo en distritos del este de la capital, la sensación térmica llega a ser mayor.
En medio del inclemente sol, son miles los peruanos que salen a diario a las calles para ganar su dinero y tener que llevar algo a su mesa familiar. Ahí están los vendedores de helados, raspadillas, marcianos, gaseosas o golosinas, así como las personas que trabajan de ‘estatuas humanas’ a lo largo del Jirón de la Unión, en el Centro de Lima.
En general, todo vendedor ambulante sufre las altas temperaturas en la temporada de verano, pese a ponerse bloqueador solar, usar gorros de ala ancha y beber litros de agua helada. Muchos son víctimas del llamado golpe de calor, pero saben que no pueden parar, pues significaría un día de pérdida para su economía.
Esta situación fue expuesta por Panorama, que abordó a algunos peruanos trabajadores de la calle, quienes empiezan sus jornadas a las 7 de la mañana o, incluso, mucho antes. Varios recorren las principales avenidas capitalinas ofreciendo sus productos. Intentan cubrirse como pueden, pero la mayoría de veces no es suficiente.
“Paradójico, pero nunca tienes sombra. Tienes sombrillas, pero nada de sombra, tratamos de estar con el gorro, pero igual el sol quema terrible. Yo empiezo mi jornada desde las siete y media de la mañana”, dijo -a ese medio- una joven que alquila sombrillas en una playa de la Costa Verde.
Otra mujer peruana se dedica a ser ‘jaladora’ en el Centro de Lima. Viste un abrigador disfraz de oso bajo el abrumador sol y baila constantemente, lo que la hace elevar aún más su temperatura corporal y sudar. Su trabajo no puede parar ni la más calurosa mañana, pues sabe que debe seguir llamando clientes para los negocios de la zona.
A lo largo de la Panamericana Sur, muy cerca a la caseta de peaje, trabajan dos vendedores de juguetes para niños, quienes ofrecen sus curiosos productos a todos los conductores que pasan por esta transitada vía con dirección a las playas y piscinas.
“(¿Cuántas botellas de agua te acabas al día?) Aquí, hasta la hora que estamos, por lo menos nos tiramos seis botellas cada uno. Mi compañero y yo en total unas doce botellas”, contó uno de los vendedores que lleva la cara y los brazos completamente llenos de bloqueador solar.
En el Jirón de la Unión, un padre de familia trabaja de ‘estatua humana’ y da vida al personaje histórico Manco Cápac, considerado el ‘hijo del Sol’. También lleva un abrigador traje, además de una capa y unos característicos accesorios del tiempo del incanato. Todos los días, bajo el inclemente sol, se disfraza a la espera de las propinas de los transeúntes de buen corazón.
Altas temperaturas
Debido a las alturas temperaturas en Lima, algunas personas se han visto afectadas por el golpe de calor. Los síntomas empiezan con un manifiesto cansancio o la inflamación de la piel, pero pueden escalar hasta las náuseas, confusiones y la pérdida de consciencia.
Los pronósticos del Senamhi acertaron al indicar que febrero sería un mes sumamente caliente y que en Lima y algunas regiones del país se bordearían los 30 y 40 grados. Solo el último fin de semana, en Lima y Callao se superaron los 31, mientras que en Piura llegó a los 39.
“La temperatura más alta a nivel nacional se registró en la estación Mallares (Piura) con 38.7°C. Con respecto al día anterior, se observa un incremento de la temperatura máxima en el sector sur, se observa descenso de la misma en a lo largo de la selva y en la sierra central y norte, si como en la costa central. Por otro lado, se presentó ‘día extremadamente cálido’ en los departamentos de Piura, Tumbes, Tacna, Arequipa y Cusco”, señaló el Senamhi en su informe.