Debido al evidente y vergonzoso bloqueo del Congreso para adelantar las elecciones generales este año, que hubiese dado una salida a la grave crisis política, el pueblo peruano considera que la presidenta de la República, Dina Boluarte, le tocaría entonces dar un gesto de desprendimiento con el fin de evitar la reactivación de las protestas sociales.
Según una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos, publicado hoy en el diario La República, el 73% de los consultados en su nuevo estudio cree que Boluarte Zegarra debe renunciar. En el desglose de esta cifra se observa que en la zona rural (86%) hay mayor incidencia en que dé un paso al costado a comparación del área urbana (77%).
Por su parte, el 25% tiene una opinión contraria: la presidenta debe permanecer en su cargo. Finalmente, los que no tienen una opinión sobre el asunto son el 2%.
Sin embargo, el pedido de dimisión de Boluarte también viene acompañado por su alto rechazo a nivel nacional.
De acuerdo al sondeo de IEP, la desaprobación de la mandataria se elevó a 77%. Hubo un crecimiento en un punto a comparación de enero. En las macrozonas del centro (82%) y sur (86%) se concentran la mayor resistencia a Boluarte.
En tanto, la desaprobación de la presidenta se sitúa en 15%. En el desglose se puede observar que Lima (20%) en la única zona que sostiene a Boluarte con un poco de legitimidad política. Finalmente, un 8% no desea pronunciarse ni tiene conocimiento de los últimos hechos de la coyuntura en el país.
Guerra diplomática con México
Mientras los peruanos desean la renuncia de Boluarte, ella se ha enfrascado en una guerra diplomática con el Gobierno de México. El último viernes anunció el retiro del embajador peruano, Manuel Gerardo Talavera Espinar.
Acompañada del presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, y de la canciller Ana Gervasi, afirmó que el líder mexicano “ha decidido afectar gravemente las relaciones de respeto mutuo”, y ha privilegiado “afinidades ideológicas en menoscabo” de procesos de integración que beneficiaban ambos naciones.
“De esta manera, las relaciones diplomáticas entre Perú y México quedan formalmente a nivel de encargados de negocios”, dijo la jefa de Estado. Esto fue oficializado ayer en el diario oficial El Peruano.
La medida se produce tras el anuncio de la dignataria -un día antes- en respuesta a las descalificaciones que recibió de su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
“He visto encuestas donde la ‘presidenta espuria’ tiene el 15% de aceptación. El 85% la desaprueba, pero todavía tiene menos aprobación el Congreso y los diputados. Tienen el 90% del rechazo y aun así ellos mandan con las bayonetas”, afirmó.
Sin embargo, la Cancillería mexicana informó que mantendrá su representación diplomática y consular en Perú “para promover los vínculos entre nuestros pueblos y brindar atención a la comunidad mexicana” en territorio nacional.
La cartera liderada por el canciller Marcelo Ebrard reiteró su convicción de mantener abiertos los canales de comunicación diplomáticos en beneficio de ambas sociedades, y auguró que se alcance un acuerdo democrático “pronto” para mitigar “las desavenencias que prevalecen en este hermano país latinoamericano”.
“El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, lamenta la decisión del actual Gobierno de la República del Perú de reducir el nivel de las relaciones diplomáticas entre ambos países al de Encargado de Negocios y retirar de manera definitiva al embajador Manuel Gerardo Talavera, quien fuera llamado a consultas el pasado 15 de diciembre de 2022″, señaló en un comunicado.
Por su parte, la congresista María del Carmen Alva indicó a Infobae que se evalúa en la Comisión de Relaciones Exteriores declarar como ‘persona no grata’ a AMLO como se hizo días atrás con el presidente colombiano Gustavo Petro.