El alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, ha tenido varias apariciones en medios de comunicación en menos de dos meses de iniciada su gestión, pero no precisamente por sus logros como burgomaestre. El nuevo dueño del sillón municipal de la ciudad del norte, quien se hizo conocido por erigir huacos eróticos cuando fue alcalde del distrito de Moche, tiene decisiones cuestionables y reacciones consideradas ofensivas, misóginas y machistas contra regidores y periodistas.
La cancelación del tradicional Concurso Nacional de Marinera en Trujillo, la instalación de un falo en la municipalidad de Trujillo y los comentarios y respuestas contra un regidor y una reportera son algunos de los escándalos que han tenido como protagonista a Fernández Bazán.
Cancelación del concurso de Marinera
En enero, Arturo Fernández decidió no conceder los permisos correspondientes a los directivos del Club Libertad de Trujillo, organizador del Concurso Nacional de Marinera, que debió llevarse a cabo en el coliseo Gran Chimú.
“Aquí vamos a dar licencia a las instituciones que se merecen y las que se merecen son las que cumplen la ley. Aquí no hay un alcalde que dice: miren, sabes qué, quiero llevarme bien con los Burmester (representantes de Club Libertad), quiero llevarme bien con los que les encanta la marinera, quiero llevarme bien con los pitucos, no me interesa eso”, aseguró el burgomaestre.
Fernández cuestionó que el evento sea organizado por la familia Burmester, y dijo que ellos “están en un terreno que no le ha costado un sol, como es el Club Libertad”. “Como es vox populi solamente ganan (el concurso) los preferidos, o sea, aquí creo que vivimos en la época de la colonia con los Burmester, los (César) Acuña, los Juan Namoc, y eso no se puede permitir”, mencionó.
Finalmente, el concurso terminó llevándose a cabo en el Polideportivo del Callao. De acuerdo a Alfonso Medrano, presidente de la Cámara de Comercio de La Libertad, Trujillo habría perdido aproximadamente 40 millones de soles al no realizar el evento.
Falo en la Municipalidad de Trujillo
Una escultura erótica fue colocada en el interior del palacio municipal ubicado en la plaza de Armas de la ciudad. La escultura de fibra de vidrio y color crema fue instalada cerca a la puerta de ingreso del jirón Francisco Pizarro del recinto edil, junto al busto del empresario y filántropo Víctor Larco Herrera.
Fernández Bazán indicó que la escultura fue un regalo que recibió de un empresario de Lima y lo colocó a la entrada de la municipalidad para que la gente lo vea y averigüe su significado.
“Es una figura interesante porque tiene forma de rostro humano, el glande se ve como una cabeza que se está cogiendo la nariz y para mi representa alguna época difícil que pasaron los moches en estos 800 años pasados”, dijo.
“Aquí no hay morbo, el que quiere morbo que vaya al Pantaleón o Bahía Rosa (prostíbulos) o en la calle en cualquier momento lo puede encontrar”, añadió. Asimismo, no descartó colocar monumentos similares en otras instalaciones de la municipalidad.
Comentario machista con reportera
El pasado 20 de febrero, un grupo de reporteros llegó hasta la municipalidad Provincial de Trujillo para preguntarle al alcalde por la escultura de falo instalada al ingreso del edificio municipal. El burgomaestre relató que fue un obsequió y la calificó de “interesante”.
Ante ello, una periodista le consultó por qué retiró los caballitos de totora (considerado Patrimonio Cultural de la Nación) y lo cambió por un falo. El alcalde respondió: “estamos en una Cultura Mochica”.
“Alcalde, hemos visto que ha colocado una estructura de falo acá en la Municipalidad Provincial de Trujillo”, dijo la reportera.
“¿Y te ha gustado o no?”, respondió en todo desafiante la autoridad edil, lo que fue considerado una ofensa y provocó el reclamo del gremio de periodistas de Trujillo.
Incidente con regidor
Durante un consejo municipal, Arturo Fernández se conectó de manera virtual y, según el regidor Jorge Vásquez, el burgomaestre no estaba atento a la agenda de la reunión. “Señor alcalde, con mucho respeto, ¿creo que está durmiendo usted?”, consultó el concejal.
“Un momento, ¿me está diciendo que estoy durmiendo?”, replicó Fernández. “Está durmiendo, seguramente, porque no está escuchando”, insinuó Vásquez. “Ponga un ejemplo que estoy durmiendo al lado de su esposa. Ese ejemplo póngame. Póngame un ejemplo que sea más real”, dijo el alcalde.
El regidor Jorge Vásquez querelló al alcalde elevó un pedido de suspensión en su contra por 160 días, el cual deberá ser evaluado.
Cabe indicar que, en enero de este año, Arturo Fernández fue denunciado ante la Fiscalía Penal Provincial por utilizar la banda presidencial durante su juramentación al cargo. Además, en 2020, cuando fue alcalde de Moche envió una carta al entonces presidente de la República, Martín Vizcarra, y la firmó con su sangre como forma de protesta.