Sonia Ramírez, la madre de una joven intervenida quirúrgicamente en Junín debido a un gigantesco tumor abdominal, no tuvo manera de identificar que su hija (18) albergaba una masa anormal de 20 kilos y un metro de altura, como confirmó el ministerio de Salud.
“Ella siempre ha sido gordita, pensábamos que era por el sobrepeso, pero empezó a hincharse y a sentir dolor —dijo el último jueves, ante una hazaña médica que duró unas tres horas—. Me siento muy contenta por el éxito de la operación. Gracias a Dios todo salió muy bien”.
Debido al malestar, acompañó a su hija al Hospital del distrito de Pangoa, que alberga la localidad donde viven (San Martín de Pangoa). Evaluaron su diagnóstico, pero finalmente Andrea Álvarez (18) fue referida al Instituto Regional de Enfermedades Neoplásica (IREN) Centro, ubicado en la provincia juninense de Concepción.
Entonces, la paciente ingresó a una operación en la cual los galenos extrajeron, según la cartera de Salud, un tumor de tamaño similar a la barriga de una gestante de gemelos. Fue arduo y exitoso. Danilo Baltazar, subespecialista en ginecología oncológica —una rama que trata los cánceres del aparato reproductor femenino—, lideró la extirpación después de que la paciente fuera sometida a exámenes preoperatorios en tiempo récord.
“Con éxito se extrajo la tumoración abdominopélvica gigante con áreas quísticas y sólidas, y se envió a estudios patológicos”, precisó. Los estudios finales serán alcanzados en los próximos días, y permitirán decidir si la paciente debe recibir quimioterapia adyuvante ―en caso se confirme un tipo de neoplasia— u otro tratamiento.
Hasta la fecha, unas 4474 cirugías de mediana y alta complejidad se han realizado en el IREN, el segundo centro de tratamiento oncológico más importante del país, por su infraestructura, equipamiento y personal de amplia experiencia.
Caso similar en Junín
Dos años atrás, en esta región sureña, neurocirujanos de la Red Asistencial del Hospital Ramiro Prialé Prialé de EsSalud intervinieron a Cecilia Vílchez (40 años), una paciente que sufría crisis epilépticas al albergar un tumor en el lóbulo frontal del cerebro.
Vílchez fue sometida a una compleja cirugía denominada “craneotomía cerebral”, que consiste en operar a la paciente bajo el proceso de sedación consciente con medicamentos especiales.
“El tumor se encontraba en un área del cerebro que controla el lenguaje y los movimientos del cuerpo. Por eso, el fin de esta intervención quirúrgica es que la paciente debe estar despierta, conversar o responder algunas preguntas. La sedación es de manera consciente para observar la función de su lenguaje y motora corporal durante la extirpación del tumor”, dijo el doctor Víctor Enciso Flores.
Hizo falta un dispositivo de neuronavegador para localizar de forma precisa la lesión cerebral. Al ser muy compleja, antes solo se realizaban en Lima.