En estos tiempos ya no es tan agradable ir a dar un paseo, o ir a cumplir alguna comisión, al Centro de Lima. Y no es por las continuas protestas que la azotaron hasta hace un tiempo atrás.
Si bien el Centro de Lima sigue siendo un lugar para visitar por cualquier circunstancia, lo cierto es que el viaje se puede hacer insufrible debido a la excesiva bulla que escuchamos en muchas de sus calles y que no solo nos molesta, sino que nos puede causar problemas auditivos y en nuestro sistema nervioso.
El principal protagonista de este problema es el claxon de los automóviles, que muchos conductores lo usan de manera indiscriminada.
Es por esta razón que la Municipalidad Metropolitana de Lima ha comenzado una particular campaña llamada “Alto al bocinazo” y busca crear conciencia en los conductores que transitan por las calles del Centro de Lima y usan su bocina sin ningún tipo de consideración hacia los demás y contribuyendo a la contaminación sonora.
Límites permitidos
El aparato que se usa para medir la intensidad de un sonido se llama sonómetro. Este artefacto nos indica la cantidad de decibeles que es capaz de generar todo el flujo vehicular, según explicó Jenny Túpac Chuco, jefa la División de Calidad de Aire y Evaluaciones Ambientales (DCAEA) de la Municipalidad Metropolitana de Lima para la agencia Andina.
En ese sentido, luego de un proceso de medición que dura aproximadamente entre 10 y 15 minutos, se llegó a establecer que los límites permitidos de decibles se suele sobrepasar casi a diario.
Para tener una idea más clara, en las zonas comerciales, el máximo permitido es de hasta 70 decibeles en horas de la mañana. En las zonas residenciales es de 60. Estos niveles han sido establecidos en la Ordenanza Metropolitana de la Contaminación Sonora 2419.
De igual manera, la experta señala que, por ejemplo, el valor aceptado en la avenida Abancay es de 70 decibles. Pero en un día normal se llega hasta los 77.7. Más que lo permitido legalmente.
Consecuencias
Aunque algunos incrédulos no lo crean posible, lo cierto es que el exceso de bulla también es capaz de provocar ciertos daños en el ser humano que es permanentemente sometido a esta tortura auditiva.
Uno de los síntomas puede ser problemas de concentración, cardiovasculares, alteraciones del sueño y problemas de audición. Esto último, si es exagerada la exposición, puede llegar a provocar sordera a medio y largo plazo.
Por otro lado, el plan de acción de “Alto al bocinazo” es concientizar a los choferes para que usen sus bocinas de manera responsable y en situaciones específicas.
Recién para la segunda mitad del año se comenzarán a aplicar multas a los que no cumplan con las normas dispuestas.
Los lugares más ruidosos
Esta primera parte de “Alto al bocinazo” se concentrará en diez puntos que son considerados como los más bulliciosos del Centro de Lima. Esos son
1 Av. Abancay con Jr. Cusco
2 Av. Alfonso Ugarte con Jr. Zorritos
3 Av. Brasil con Plaza Bolognesi
4 Av. Tacna con Av. Nicolás de Piérola
5 Av. Nicolás de Piérola con Av. Abancay
6 Jr. Camaná con Av. Emancipación
7 Av. Universitaria con Av. Argentina
8 Av. Nicolás Dueñas con Av. Morales Duárez
9 Av. Miguel Grau con Av. Aviación
10 Av. Alfonso Ugarte con Av. Argentina
¿Dónde quejarse?
Esos no son los únicos puntos que hay en Lima, es por eso que la Municipalidad Metropolitana de Lima indicó que todos sus vecinos que crean que están siendo perjudicados por la contaminación sonora pueden presentar su denuncia en el Sistema de Reclamos y Sugerencias (Siresu) de la comuna limeña.