Trabajadores de construcción civil han reiniciado labores en el segundo piso del penal de Barbadillo, ubicado en Ate Vitarte, pues ahí sería recluido el expresidente Alejandro Toledo, luego de que la justicia estadounidense ordenara su extradición al Perú. Así, el exmandatario podrá cumplir los 18 meses de prisión preventiva que el Poder Judicial le ordenó cumplir mientras el Ministerio Público lo investiga por la presunta comisión de los delitos de colusión y lavado de activos.
La construcción de la celda para el exmandatario inició en 2018, un año después de que se ordenó su captura internacional. Sin embargo, las labores cesaron.
Recién, tras la orden de captura internacional, el penal Barbabillo ordenó que se continúe la construcción de la celda.
“Ingenieros que han venido con casco blanco. Todos han venido. Albañiles han venido. Han estado hasta las 9 de la noche”, contó una vecina al programa Al Estilo de Juliana.
Está pendiente que el lugar se acondicione, por lo que es probable que Alejandro Toledo pase sus primeros meses en la prisión que fue destinada para Ollanta Humala, en el penal de Barbadillo. Actualmente ese espacio, de 26 metros cuadrados, se encuentra vacío.
Recordemos que en el primer piso de este penal se encuentran recluidos los expresidentes Pedro Castillo y Alberto Fujimori.
De los 10 mil metros cuadrados de este penal, la mayor cantidad de territorio es ocupada por Fujimori, quien en su celda cuenta con cinco ambientes: una habitación, un cuarto de visitas, un cuarto para clases de pintura, un tópico y un amplio jardín.
En tanto, Pedro Castillo tiene a su disposición un espacio de 25 metros cuadrados, que incluye un dormitorio, un baño, una sala de visitas y un jardín privado.
Ordenan extradición de Alejandro Toledo
Desde 2019, Alejandro Toledo cumplía una detención domiciliara en California. El exmandatario permaneció cinco años fuera del país para evitar que lo detengan en el marco de las investigaciones por presunta comisión de lavado de activos, en el que estaría involucrado porque, como presidente del Perú, habría recibido más de 30 millones de dólares en sobornos de parte de la constructora Odebrecht.
Ahora, Alejandro Toledo tiene dos opciones: entregarse voluntariamente a la justicia estadounidense o esperar a que los oficiales lo capturen para que procedan con su extradición al Perú.
El exprocurador y abogado penalista Ivan Meini explicó que en este momento todo está en manos de las autoridades estadounidenses.
“En el escenario en que él no se entregue voluntariamente, y creo que es el escenario más posible, habría que proceder a su detención. Esa es una operación que tendría que ser realizada por las autoridades de Estados Unidos. Las autoridades peruanas no tienen competencia ni jurisdicción en suelo americano”, explicó Ivan Meini, exprocurador y abogado penalista, al programa Al Estilo de Juliana.
Este proceso de extradición debe ser de inmediato. Cuando Toledo llegue al Perú, tendrá que cumplir los 18 meses de prisión preventiva, que en 2017 el Poder Judicial ordenó contra él.
“Alejandro Toledo tiene un mandato de detención preventiva por 18 meses. Lo que pasa es que él fugó a Estados Unidos. En ese supuesto, o incluso cuando no tuviese ningún orden de captura o de detención válida en el Estado peruano, lo que debería hacerse es pedir al juez de investigación preparatoria una detención preventiva. Eso lo tendría que hacer el Ministerio Público”, añadió el especialista.