¿A la policía se le respeta? Pues al parecer, todo depende de la ocasión que se presente en un país como el Perú. Si es durante una marcha para protestar por tus derechos, mejor hacerles caso y evitar pasar un mal rato.
Pero si estás jugando carnavales con los amigos del barrio y te cruza con un contingente, es probable que no te pase nada y hasta se terminen riendo contigo. Todo puede pasar.
Y ese es el caso que ocurrió el último domingo en la Ciudad Imperial del Cusco, en donde un grupo policías fue ‘atacado’ con globos de agua y espuma en el centro, causando la risa de algunos testigos y la molestia de algunos puristas que esperan que a la autoridad se le respete a rajatabla todos los días del año. Esto fue lo que sucedió.
A jugar
Como es costumbre en todo el Perú, cada domingo de febrero cada rincón del país tiene su propia manera de celebrar las fiestas de carnaval.
En algunos sitios se hace con desfiles, pasacalles, disfraces; y en otros con agua, pintura y espuma. Solo determinados sitios de nuestra extensa geografía son capaces de mezclar todos esos ingredientes y más para pasar un bonito domingo de relajo y alegría con la familia y amigos.
Tal como se puede ver en los canales de televisión del Cusco, el último domingo un grupo de efectivos policiales estaba custodiando el atrio la Catedral de la ciudad.
De repente y sin previo aviso, un grupo de alegres cusqueños que jugaban entre sí tuvo la genial idea de integrar a los policías a la dinámica y los sorprendieron al echarles agua en todas las formas posibles. Baldes, globos y espuma fueron las ‘armas’ preferidas que usaron los ciudadanos.
Aunque al principio alguien temió por una dura represión en contra de los traviesos que tuvieron la osadía de mojarlos, más bien ocurrió todo lo contrario y la única respuesta que dieron los efectivos policiales fue solo levantar sus escudos para evitar seguir recibiendo los globos llenos de agua. Que si bien no matan, duelen según la fuerza con la que son arrojados. Y también la espuma que les tapaba la visión.
La honrosa retirada
Al no tener muchas alternativas para tan curioso ataque de jovencitos y niños, que solo buscaban pasar un momento de sana diversión con lo más parecido a un superhéroe que tienen a la mano, es que los miembros del contingente policial solo atinan a protegerse con sus escudos, que terminan totalmente en blanco por la espuma que cayó sobre ellos.
Pero al no ser suficiente taparse con sus escudos, entonces emprende la obligatoria retirada para dejar de recibir tanto globazo.
No se detuvieron hasta llegar al interior de la capilla de Triunfo y encerrarse por un buen rato en ese lugar, hasta que los alegres carnavaleros se alejen del lugar para que los dejen en paz de una buena vez.
Opiniones divididas
Debido a la tensa situación política que ha vivido el país en el último tiempo, es que hay personas que consideran que el dejarse mojar es una buena señal por parte de la Policía Nacional del Perú, ya que la su imagen ante la opinión pública ha quedado dañada y esta es una manera de resarcirse un poco.
También hay de los que creen que se trató de una total falta de respeto a la autoridad y debieron llevar a la comisaría a los infractores.
Y para usted amigo lector, ¿estuvo bien o mal que los efectivos se dejaran mojar por los carnavales en el Cusco?