En medio de las protestas que se llevan a cabo en las diferentes regiones del país, existe otra crisis que sigue ganando terreno y apoderándose de las calles a nivel nacional. El sicariato es uno de los delitos que se ha presentado desde hace años, pero pocas o nulas acciones se han realizado por parte de las autoridades peruanas. Esta desatención que cada día, minuto y segundo puede cobrar la vida de una persona.
En las últimas semanas, varios casos de sicariato se hicieron públicos, donde los involucrados presentaban antecedentes penales, por lo que la primera hipótesis se trataba de un presunto ajuste de cuentas. Además, dentro de la lista de heridos e incluso fallecido se reportaba a menores de edad como las víctimas.
Ante este panorama, Infobae dialogó con el analista de Seguridad y presidente de Aprosec, César Ortiz Anderson, quien analizó la otra crisis que atraviesa el país. Asimismo, aseveró que estos casos en los próximos días se podrían presentar con mayor frecuencia.
“Todas las cosas nos hacen ver que eso no va a parar, porque los gobiernos no están enfrentando adecuadamente esos problemas. (Las protestas) son un factor que han hecho (…) que tengamos una violencia y una delincuencia en alta, pero una Policía en baja; o sea, el recurso humano no está en lo adecuado, pero tampoco están las herramientas para que puedan trabajar bien”, indicó.
Asimismo, afirmó que el Perú tiene presupuesto para las acciones de prevención para la inseguridad ciudadana. Sin embargo, en los últimos gobiernos no han realizado “una política de Estado para mejorarla” a comparación de otros países, donde se continúa los trabajos de gestiones anteriores.
Seguridad ciudadana descuidada
El especialista indicó que la seguridad ciudadana se ha “descuidado” desde hace siete gobiernos, debido a que ninguno se ha preocupado por las acciones, sino que solo se han visto “manchados por la corrupción”.
“En el Perú, lamentablemente, cada gobierno que entra borra todo lo que se hizo y quiere hacer experimentos, laboratorios, nuevos, segundos y más bien centralizados como la seguridad de todos los peruanos. Eso es lo que nos ha causado muchos gobiernos que no han hecho nada, han trabajado solamente en políticas de gobierno”, aseveró a este medio.
Además, se mostró preocupado cómo se puede asesinar a seis personas en segundos y frente a un centro comercial tan concurrido. Ortiz menciona que cuando el sicariato ingresó al país solo era vinculado al narcotráfico, pero ahora se ha expandido en otros tipos de delitos.
El experto recordó que en el 2015 se reportó 93 muertos. Mientras que, hasta agosto de 2022 se registró 219 casos por sicariato solo en Lima. Al cierre del mismo año, se halló 350 muertes; es decir, casi una muerte por día.
Entre venganza y ajuste de cuentas
Los dos términos que han sido más anunciados, en los últimos días, por las autoridades peruanas son ajuste de cuenta y venganza. Esto luego de conocer del asesinato de ‘La Tota’ y toda su familia, así como también del intento de homicidio en una pollería de un centro comercial en Santa Anita, donde una menor de edad quedó herida.
Menores de edad en el sicariato
Ortiz aseguró que hoy en día se mata a una persona por cualquier cosa, contratando a una organización criminal, a quien brindan toda la información de su próxima víctima. El pago por cometer estos delitos puede ser desde unos S/500, S/800 o más. Este monto puede llegar a costar la vida de un ciudadano.
“El biotipo del sicario lo tenemos claro también. Son adolescentes de 0 a 15, y los jóvenes de 24 años. Ahí está el 90% de los sicarios”, reveló.
El autor intelectual solicita el servicio de una banda criminal y luego, de preferencia, contratan a adolescentes, debido a que el Poder Judicial les dicta una condena inferior, de acuerdo con las leyes peruanas. Además, precisó que la mayoría que comete este acto viven episodios de violencia o pertenecen a hogares disfuncionales; en algunos casos, es difícil una rehabilitación.
¿Promesas fallidas?
En las Elecciones Regionales y Municipales 2022, algunos candidatos prometieron tomar acciones sobre la inseguridad ciudadana, siendo uno de los temas que estaba incluido en cualquier plan de los aspirantes. Sin embargo, no todos eran viables dentro de las gestiones.
“Debemos tener en cuenta que las autoridades municipales con los serenos no pueden hacer absolutamente nada frente al sicariato o los marcantes, porque la respuesta del sereno es muy limitada. Lamentablemente en campaña los candidatos han ofrecido muchas cosas que no pueden cumplir, sobrepasan sus funciones”, aclaró.
En este caso, el presidente de Aprosec aseveró que el sereno tiene “un manejo preventivo”, por lo que ellos no pueden enfrentar estos tipos de delitos, debido a que arriesgan su vida.
“Mejorar las leyes”
Entre las recomendaciones del César Ortiz son mejorar las leyes, porque ocho años de pena privativa de la libertad no es suficiente para los delincuentes, por lo que cuando salen de la cárcel continúan en estas acciones ilícitas.
“¿Quién tiene que hacer el cambio de esa ley para que sea una pena mucho mayor? El Congreso de la República, que se dedica a hacer cualquier cosa menos que trabajar por los peruanos. Ni en salud, ni en educación y tampoco en seguridad. Esta gente está atornillada ahí”, cuestionó el especialista a las autoridades.
Asimismo, recordó que es un trabajo conjunto con los otros poderes del Estado. Ante una detención, el fiscal de turno es el encargado de realizar “un buen atestado”, el cual es trasladado al Poder Judicial. En este sentido, el juez decide si el investigado continúa detenido o en libertad.
En emergencia
Los casos que se han reportado en las últimas semanas han conllevado que la tasa de percepción de los ciudadanos de ser víctimas o testigo de un atentado aumente. El ataque que conmocionó durante el mes de febrero es la muerte de dos menores, dos inocentes niños que tuvieron que pagar por los errores de sus padres.
Israel San Román Doroteo, más conocido como ‘La Tota’, fue asesinado frente a su esposa, hijos y sus padres. La Policía Nacional del Perú indicó que se trata de un ajuste de cuentas por cobros de cupos de construcción civil en el Callao, por lo que ya se encontraba en la mira de los sicarios.
Entre Balas, armas, ajustes de cuentas, denuncias, asesinatos y cobros, era la vida de la ‘La Tota’. San Román Doroteo presentaba antecedentes en la vida del hampa desde el 2003, a pesar de que varias veces se salvó de ser asesinado. Esta vez fue acribillado junto a sus menores hijos.
“La calidad de vida de los peruanos ha bajado tremendamente, no puede uno disfrutar casi nada, porque el sicariato está en todos los ámbitos: en los restaurantes, en las calles, en la puerta de su casa, en todos lados. No interesa en qué distrito”, manifestó el especialista en relación con los atentados.
Ante ello, el experto exhortó a que se realice un trabajo integrado que “logre cambiar el paradigma”. Asimismo, prevé que “demorará” una respuesta ante estos casos. “Mi lectura es que la delincuencia seguirá actuando en mayor frecuencia y número”, alertó.