Desde la llegada de la mandataria peruana Dina Boluarte al poder, cada vez más tensas se volvieron las relaciones diplomáticas entre los Gobiernos de Perú y México. Esto debido a que el jefe de Estado mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a través de sus habituales ruedas de prensa, se expresaba a favor del expresidente izquierdista Pedro Castillo, quien fue vacado por el Congreso tras su intento de perpetrar un golpe de Estado.
Cada semana era común que López Obrador lanzará algún mensaje en contra de la administración de Dina Boluarte, incluso acusó a las elites políticas de Perú de haber orquestado un golpe de Estado en contra de Castillo. Sin embargo, la crisis diplomática se agravó aún más cuando el Gobierno mexicano decidió otorgar asilo a la esposa del expresidente y a sus hijos.
Esta situación llevó a que el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú declare ‘persona non grata’ al diplomático mexicano Pablo Monroy, a quien además se le dio 72 horas para que abandone la Embajada de México en suelo peruano, donde se le había dado asilo a la familia de Pedro Castillo. Luego, a través de un salvoconducto concedido por la Cancillería peruana, Lilia Paredes y sus hijos pudieron partir hacia el país azteca.
A fines del año pasado el Congreso del Perú aprobó una moción para rechazar “los constantes actos de intromisión en los asuntos internos” del país por parte de AMLO; sin embargo, esto no impidió a que el mandatario mexicano siga refiriéndose sobre la situación política interna del país andino, donde a causa de las protestas sociales y enfrentamientos entre manifestantes y agentes de las fuerzas del orden dejó un saldo de 60 personas fallecidas, según un informe de la Defensoría del Pueblo.
Crisis diplomática se extiende a alianza comercial y económica
Este último viernes, López Obrador, en conferencia de prensa, anunció que no entregará al Perú la presidencia ‘pro tempore’ de la Alianza del Pacífico porque consideró de “espurio” al gobierno de Dina Boluarte. Además, aseguró que llevará el asunto ante el Grupo de Río para que sus miembros, que incluye a países como Nicaragua, Venezuela, Bolivia y Argentina, decidan a quien entregarle dicha responsabilidad.
“Si ellos dicen que entreguemos la presidencia, lo hacemos. Pero sí voy a hacer la consulta, yo no quiero legitimar un golpe de Estado, es contrario a las libertades, los derechos humanos y es antidemocrático”, dijo AMLO.
Este hecho ocasionó una respuesta enérgica de la Cancillería peruana al Gobierno mexicano al exigir que entregue la presidencia ‘pro tempore’ de la Alianza del Pacífico al Perú. Además, pidió no politizar el asunto y respetar las obligaciones contenidas en un tratado que vincula a los cuatros países que integran este mecanismo de integración regional con casi 12 años de actividad ininterrumpida.
En ese sentido, el Ministerio de Relaciones del Perú dijo que a pesar de que el Gobierno mexicano ha continuado ejerciendo la presidencia ‘pro tempore’ de facto, los trabajos del mecanismo hoy por hoy están paralizados, producto de la politización de la que está siendo objeto por primera vez en su historia. “Esta situación ha impedido el avance en las negociaciones para el ingreso de nuevos miembros”, remarcó.
Alianza del Pacífico sin rumbo por crisis política
Cabe precisar que la Alianza del Pacífico, organización creada en el 2011 y compuesta por Chile, Colombia, Perú y México. Inicialmente, México debía entregar la presidencia en la Cumbre de la Alianza del Pacífico prevista en noviembre. Sin embargo, el evento se suspendió por lo que el Congreso peruano no permitió salir del país al entonces presidente Pedro Castillo.
Estos acontecimientos han entrampado el futuro de la Alianza del Pacífico que reúne el 38% del PBI total de América Latina y el Caribe. Además, promueve una serie de acuerdos de integración regional de índole económico y comercial basado en libre movilidad de bienes, servicios, capitales y personas. También, facilita el libre desplazamiento de estudiantes en universidades de estos países que lo conforman.
Tratan de dar continuidad a bloque de integración regional
Para dar continuad a este bloque, el pasado viernes, la canciller Ana Cecilia Gervasi, tuvo un encuentro con la presidenta pro tempore del Capítulo Perú del Consejo Empresarial de la Alianza Pacifico (CEAP), Rosa Bueno, y sus miembros la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Comex Perú, ADEX, Confiep y la Sociedad Nacional de Industrias (SNI).
En dicha reunión los gremios empresariales reafirmaron su compromiso para dar continuidad a los trabajos de la Alianza del Pacífico. Asimismo, Gervasi expresó que esta alianza tiene el respaldo del Gobierno peruano con los objetivos del CEAP en el 2023 para fortalecer las Mipymes, la formación dual, el talento digital y el emprendimiento de mujeres y jóvenes.
Ante estas acciones, la Cancillería peruana, a través de un comunicado, explicó que, fiel a sus principios fundacionales y más allá de cualquier divergencia, la Alianza del Pacífico “se ha enriquecido de manera permanente con las transiciones constitucionales que se han dado en sus cuatro países miembros, lo que ha permitido reafirmar los lazos de amistad, solidaridad y cooperación que unen a sus pueblos”.
La Cancillería peruana enfatizó que el acuerdo marco de la Alianza del Pacífico señala que la presidencia ‘pro tempore’ se ejerce por periodos anuales y rotaciones por orden alfabético. “Ello ha ocurrido siempre con normalidad y, cuando ha habido flexibilidad en los plazos, esta se ha dado por común acuerdo de los miembros y sin imposiciones a ninguno de ellos”.
El traspaso de la presidencia a Perú desde enero del 2023 integró la agenda de las reuniones preparatorias de la cumbre que no se realizó en Ciudad de México en noviembre del 2022, ni en Lima en diciembre de ese año.
Para ese efecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló que el Perú ha mantenido canales abiertos permanentes con los miembros de la Alianza del Pacífico, en particular con México. “Perú, asimismo, ha solicitado formalmente la convocatoria del Grupo de Alto Nivel de la Alianza del Pacífico, para abordar de manera conjunta el traspaso de la presidencia de la Alianza, sin que éste haya sido convocado por México, entre otros obstáculos que ha planteado durante las conversaciones que se han sostenido con dicho país”, agregó.
Aclaran situación política en el Perú
En tal sentido, la Cancillería ante la negativa de AMLO a cumplir con la obligación que vincula a su Estado de transferir la presidencia ‘pro tempore’ a Perú, porque considera a que no quiere avalar un golpe de Estado.
La entidad diplomática aclaró que el entonces presidente Pedro Castillo intentó dar un autogolpe que fue transmitido en vivo en su mensaje a la Nación del 7 de diciembre del 2022, y subsecuentemente a ello fue vacado por el Congreso de la República y se condujo al proceso constitucional a la toma de posesión de la presidenta de la República, Dina Boluarte.
“Con ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador se aparta de los principios contenidos en el acuerdo marco referidos a la democracia y el Estado de derecho y ha politizado a la Alianza del Pacífico, con el único fin de debilitarla. El traspaso de la presidencia de la Alianza del Pacífico a Perú no es una concesión, es una obligación contenida en un tratado que vincula a los cuatro países que integran la Alianza”, puntualizó la entidad diplomática peruana.