En el 2022, el sector automotriz en el Perú alcanzó un crecimiento de 4.82%, impulsado por a la mayor venta de vehículos como camionetas todoterreno, camionetas Pick Up y furgonetas, así como vehículos pesados como minibús, ómnibus y tractocamiones, informó la Asociación Automotriz del Perú (APP).
Asimismo, el gremio automotriz señaló que también creció el mantenimiento y reparación de vehículos automotores, tanto por demanda de sectores económicos y por mayores servicios de reparación, lavado y desinfección.
Sin embargo, la APP precisó que, disminuyó la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores por menores importaciones, alza de precios y fletes.
“De igual forma, la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios disminuyó por la normalización del uso de transporte público y disminución de servicios de delivery”, indicó el gremio con datos revelados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Proyección
Seguidamente, para este año, la AAP espera que la producción nacional tendría un crecimiento menor al observado en el 2022. Además de existir un serio sesgo a la baja debido a varios factores que no estaban dentro del radar de expectativas algunos meses atrás.
Entre ellos está el incremento de la conflictividad social en gran parte del país, principalmente en el sur peruano, que viene afectando el normal funcionamiento de diversas actividades económicas, y que en algunos casos ha llevado al cierre momentáneo de principales operaciones mineras.
Asimismo, el gremio automotor considera que además de los factores mencionados anteriormente, a ello se suma la incertidumbre política respecto a un eventual adelanto de elecciones generales, que les resta predictibilidad a los agentes económicos respecto al futuro del país, y que se ve reflejado en el empeoramiento del índice de expectativas empresariales y consumo privado.
“En ese sentido, resulta imperativo que nuestras autoridades puedan alcanzar un acuerdo político-social con la población, que permita acercar posturas y cerrar brechas, de tal manera que podamos enfrentar un 2023 que ya se mostraba desafiante incluso antes, debido al empeoramiento de las condiciones económicas a nivel global”, puntualizó la AAP.
Vehículos usados
El mercado de autos usados continúa en crecimiento, superando cuatro veces la venta de vehículos nuevos en el país, informó la AAP. Sólo en el 2022 se registraron más de 668.000 transferencias vehiculares de auto seminuevos a nivel nacional. En tanto, el año pasado se vendieron 177,543 autos nuevos, de cuales 159,814 fueron vehículos livianos, 15,311 unidades pesadas y 2,418 fueron minibuses y omnibuses.
De acuerdo con cifras oficiales, en diciembre del año pasado se transfirieron 41.783 vehículos, con lo cual durante todo el 2022 se alcanzó las 602.919 unidades transferidas, alcanzando un crecimiento de 18.3% en comparación con el 2021.
Al comparar los resultados del 2022 con los obtenidos en el 2020 y 2019, Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadísticas, señaló que se observa una expansión de 60.3% y 28.2%; respectivamente. “La cifra alcanzada el año pasado significó que se vendieran 4 vehículos seminuevos por cada vehículo nuevo comercializado”, apuntó.
“Este resultado es consecuencia de la recuperación de sectores económicos que venían rezagados tras las primeras olas de la pandemia, por la mayor movilidad de las personas hacia centros laborales, educativos y puntos de entretenimiento y ocio así como la resiliencia mostrada por el consumo privado, a lo que se sumó la menor disponibilidad de vehículos nuevos por problemas en la cadena global de suministros”, aseguró Morisaki.
No obstante, estos resultados, el especialista dijo, es importante indicar que el dinamismo de las ventas de vehículos seminuevos fue menor en el segundo semestre en comparación con el primero. “Una situación que se dio en línea con el comportamiento de la actividad económica nacional, la cual ha venido desacelerándose”, comentó Morisaki, tras anotar que entre los factores que motivaron este comportamiento se encuentra el incremento de la inestabilidad política y económica que viene viendo el país desde el segundo semestre del 2022.