El exministro de Relaciones Exteriores, Luis Gonzales Posada, dio su opinión sobre el informe publicado este jueves por Amnistía Internacional en torno a la crisis en Perú. El organismo señala que se están cometiendo “graves violaciones de los derechos humanos” alimentado por el racismo y la criminalización a las comunidades indígenas y campesinas.
Para el excanciller este “es un informe perversamente sesgado, porque dice que hay una represión letal de parte del Estado que muestra desprecio a la población indígena y campesina. De ahí agrega que las autoridades los tratan como animales y luego señalan que hay un racismo sistemático”.
Para el diplomático, Amnistía tiene la misma narrativa que siguen ONG de izquierda como la que se reunieron hace poco en Ginebra con la parlamentaria de Perú Libre, Margot Palacios.
“Señala que se ha producido un genocidio, sin saber cuál es la calificación en el derecho internacional que tiene el término genocidio. Han señalado, además, que el Perú es un país gobernado por los militares. Todo es parte de una misma narrativa que impulsan los gobernantes de los países que forman parte del grupo del socialismo del siglo XXI”, aseguró.
Si bien indica que hay racismo en todas las sociedades, Gonzales Posada considera que no se puede decir que ha habido un propósito deliberado de despreciar a la población indígena y campesina. Agrega que el informe no señala que precisamente en esas zonas como Puno, fue donde la población evidentemente mayoritariamente indígena o campesina fue la que desató a la violencia.
“Atacó el aeropuerto, lo trató de destruir, incendiaron los locales del Ministerio Público, el Poder Judicial, bloquearon las carreteras, atacaron con palos a la Policía Nacional. Entonces hay que hacer un informe equilibrado, sereno”, precisó.
Para el político, Amnistía Internacional no debe utilizar una desgracia nacional como estas muertes de peruanos que todos debemos lamentar. Y descartó que estemos frente a un gobierno totalitario, fascista, que mata a los pobres, a los campesinos, a los indígenas.
“Este tema hay que manejarlo con serenidad, con consideración, pero con eficiencia, y para eso el Ministerio Público cuenta con todos los instrumentos para determinar por qué se produjeron esas muertes. Investigar y, naturalmente, si ha habido excesos, sancionar a los responsables. Pero no se puede ligeramente decir lo que se está diciendo. Nosotros hemos visto en forma dramática los momentos tan graves que ha pasado en Perú, con actos perversos de violencia, ataques a omnibuses, incendios, bloqueos de carreteras. Nosotros lo hemos visto, inclusive acá en Lima nomás, los policiales retrocediendo con su escudo y manifestantes violentos lanzándole palos o piedras. Esto no tiene nada que hacer con el racismo, no tiene nada que hacer con lo que está sosteniendo Amnistía Internacional”, dijo.
Pero lo que sí debemos señalar también es que la evaluación del tema tiene que ser pareja. Aclara que si hubo abusos por parte de las Fuerzas Armadas y policiales, eso tiene que ser investigado y sancionado. Y si hubo hechos de violencia cometidos por los ciudadanos, también.
En esa línea, dijo que la justicia debe agilizar las investigaciones, algo que no está sucediendo. “Justicia retardada es justicia denegada, porque precisamente las demoras están dando paso a las especulaciones, a las dudas y a los cuestionamientos”.
Relaciones internacionales
Gonzales Posada también se refirió a los conflictos diplomáticos con varios países de la región. “Perú está sujeto a un ataque de ocho países, desde todo punto de vista. Ayer nomás escuchaba al presidente López Obrador, no querer trasladar al Perú la secretaría pro tempore de la Alianza del Pacífico que nos corresponde. ¿Y saben por qué? Porque él sigue reconociendo a Castillo como presidente. Igual que el señor Gustavo Petro, de Colombia, que sigue considerando a Castillo presidente y califica a las fuerzas peruanas, a las policías peruanas como nazis”, apuntó.
Resaltó que estamos sujetos a una batería de ataques que se lanza para arrinconar al gobierno y naturalmente rescatar a Pedro Castillo como líder político.