En el mundo de las colecciones, se pueden ver todo tipo de excentricidades. Y es que las personas que se dedican a esta interesante actividad suelen aprender muchos datos de determinado objeto, o bien que no necesariamente son de común dominio de la mayoría.
Hay de los que coleccionan camisetas de fútbol, zapatillas de diseñador o los casi inmortales discos LP, que últimamente se han vuelto de moda otra vez, y todo objeto que alguno creen que merece pasar a la posteridad.
Claramente en este grupo están los que se dedican a guardar monedas de todas las épocas desde que en el Perú se acuñan esta forma de intercambio. A esta actividad se le llama formalmente numismática, y para algunos es un arte o una mina de oro.
El valor de un sol
Como supondrá el amable lector, todo es coleccionable, tenga o no valor económico. Evidentemente, si lo tiene, será mucho mejor, pues algunos suelen ‘bucear’ entre las reliquias que hay en casa para ver si podemos hallar algo que puede ser vendido y ganar algunos monedas.
Como, por ejemplo, una inocente moneda de un sol podría llegar a costar hasta 800 soles en el mercado actual de los coleccionistas.
Pero no hay que confundirse, pues, no se trata de cualquier moneda de un sol que tengamos en el bolsillo. Ya pasamos el trauma de la segunda parte de la década de los ochenta, felizmente.
Esta vez hablamos de un raro espécimen que data de 1995 y que alcanzó el valor arriba mencionado debido a unas características que la hacen muy particular y que solo los verdaderos especialistas pueden identificar casi de inmediato.
Es por eso que si alguno tiene una moneda de un sol que haya sido acuñada ese año, y anda algo corto de dinero, tal vez venderla pueda resultar en un negocio atractivo.
Para eso se pueden contactar a las varias páginas que existen en las redes sociales y esperar la mejor oferta para cerrar el trato. Eso sí, la moneda debe ser original en buenas condiciones.
Características
La pregunta del millón (o solo de los 800 soles) que muchos se hacen es por qué una simple moneda de un sol puede llegar a valer tanto en el mudo de las colecciones.
Las razones las entrega el experto en numismática Jean Pierre Casafranca quien explica que el alto valor de este tipo de monedas que fueron acuñadas en 1995 se debe a que ese año solo se hicieron un millón de ejemplares.
Esa es la principal razón por la que luego de casi 28 años han alcanzado ese precio. En otras palabras, la escasez de estas piezas las convierte en una pieza muy codiciada por los coleccionistas numismáticos.
En ese sentido, teniendo en cuenta el tiempo trascurrido y que actualmente somos casi 40 millones de personas en el Perú, se hace prácticamente imposible hallar una moneda de estas una vez que ya salió del Banco Central de Reservas del Perú (BCRP), los encargados de su fabricación. Pero cada vez que se encuentra una es como encontrar una aguja en un pajar y ganarse la lotería. Todo a la vez.
El estado
Pero todavía hay un punto que tener en cuenta para que nuestra moneda alcance un mayor valor. Y es que ahí entran a tallar las condiciones en las que está esa moneda.
Por ejemplo, si los números todavía se ven claros o ya están borrosos por el paso del tiempo y el pasar de mano en mano. Si están como si las hubieses encontrado en la calle y casi no se pueden ver, podrían costar solo entre 10 y 15 soles.
Por otro lado, si se conversa en buen estado y los números y demás detalles son visibles sin mayores problemas, entonces nuestra pieza podría elevar su costo hasta 700 u 800 soles.
A pesar de esto, seguirá siendo muy raro cruzarnos con alguna en nuestro camino porque la mayoría está en manos de los coleccionistas.