Dos vidas que se cruzaron gracias al destino. El Tahuantinsuyo, nombre que llevó el gran imperio de los Incas, es uno de los capítulos históricos del Perú que alimenta nuestra identidad como peruanos y que nos permite conocer, a través de sus leyendas orales y valiosos escritos, la relevancia que tuvo en toda la región y el mundo.
Durante esta época, se vivieron acontecimientos de lucha y resistencia; y otros que florecían a causa del amor. Bajo este último contexto se desarrolló una de las historias que siguen encantando a quienes la llegan a conocer.
El amor verdadero no nace o aparece, se construye. Este relato, que sirve de inspiración para interpretaciones y festividades oficiales en Cusco, tiene como protagonistas a una de las hijas del inca Pachacútec y a un guerrero de origen plebeyo.
Una historia de amor prohibido
En tierras de dominio inca se popularizó el nombre de un general del ejército, Ollantay, quien era de origen plebeyo. Él destacó por su gran desempeño, entrega y liderazgo. Estas cualidades lo llevaron a recibir un importante reconocimiento a su labor, siendo el invitado de honor en una ceremonia oficial.
No imaginó que, en cuestión de minutos, quedaría perdídamente enamorado de una mujer, quedando impresionado por su belleza y personalidad. Kusi Qoyllur era el nombre de ella. Era parte de la nobleza inca al ser una de las hijas de Pachacútec.
El deseo de estar juntos los llevó a involucrarse en un romance secreto, sabiendo que, en aquellos años, solo se permitía la unión entre personas con linaje inca.
Pasó el tiempo y el hecho de esconder lo que sentían los llevó a cuestionarse si estaban haciendo lo correcto.
Pese a las consecuencias que podía afrontar, Ollantay enfrentó los obstáculos, y se reunió con el gran inca. El guerrero le expresó el amor que sentía hacia su hija, manifestándole su deseo de casarse con ella.
Pachacútec rechazó su pedido, advirtiéndole que no se vuelve a acercar a Kusi Qoyllur. El temor de que se escape lo llevó a que emitiera una orden para encerrarla.
El hecho de no verla, y no saber de ella, llevó a Ollantay a iniciar un enfrentamiento contra el inca, desde la fortaleza que siglos más tarde llevaría su nombre, Ollantaytambo. Esta lucha se prolongó por 10 años. Lo que parecía ser un amor imposible por las prohibiciones, logró tener un final reconfortante.
Con la muerte de Pachacútec, el joven militar se reencontró con su amada. La primera reunión después de años tuvo una sorpresa inesperada, pero que lo alegró plenamente. La princesa inca había alumbrado durante los años de encierro, dándole vida a una pequeña de nombre Imaq Sumac.
Para el año 2020, esta historia de amor de Ollantay y Kusi Qoyllur declarada referente cultural por el Parlamento Andino.
Una celebración al amor
Cada año, en el mes de junio, se celebra el tradicional Ollantay Raymi. Es una festividad en la que se recuerda la historia de estos dos personajes del Tahuantinsuyo. Actores y visitantes se reúnen en el distrito de Ollantaytambo, en Urubamba, Cusco, para la representación de este romance.
Este fascinante relato es recordado por muchos, ya que era incluido en libros de consulta, como Escuela Nueva y otros sobre la historia del Perú.
Como dato curioso, por algunas temporadas, Inca Rail sorprendía a los pasajeros con una escenificación abordo de los trenes. Los actores interpretaban a Ollantay y Kusi Qoyllur, manteniendo vivo su romance pese al trascurso de los años.