Padre de niña que cayó del cuarto piso de Saco Oliveros denuncia que colegio no quiere asumir gastos de rehabilitación

Luego de tres meses, la menor ha dado grandes pasos en su mejoría y es un milagro que pueda volver a caminar. Sin embargo, aún la institución escolar no se ha pronunciado por el caso de bullying y la falta de interés por hallar a los responsables.

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En la medicina nada es absoluto, también existen los milagros y así se puede describir el caso de la menor de 12 años que cayó del cuarto piso del colegio Saco Oliveros tras ser víctima de bullying, pues luego de tres meses de este incidente, hoy la estudiante ha podido recobrar el movimiento de sus extremidades.

Este acontecimiento estremeció a la capital, al conocer que una menor era constantemente acosada por sus compañeros de aula, quienes se burlaban de ella por su apariencia y color de piel. Además, de hacerla a un lado por su condición social. Fue en el mes de octubre del 2022 en que este suceso puso la mira en el colegio preuniversitario Saco Oliveros, quien hasta la fecha no ha mostrado ni un poco de interés por saber quiénes estuvieron detrás de estos ataques.

Su padre, Jaime Carbajal, quien hoy mira la vida con gran optimismo, reveló al dominical Día D que su hija ha vuelto a nacer, ya que pese a que los doctores no daban buen augurio en la recuperación de las extremidades de la estudiante, es un milagro que ella pueda caminar y poco a poco valerse por sí misma.

“Le doy gracias a Dios por mi hija, Dios ha escuchado las oraciones de muchas personas y ver a mi hija en esta situación me renueva las esperanzas. No me imaginé que ella iba a tener este momento de recuperación”, explicó el padre de la joven.

Paciencia, optimismo y fe para la recuperación

La estudiante, quien estuvo internada más de un mes tras haber caído del cuarto piso del colegio Saco Oliveros y pese a que la institución no brindó en primer momento el apoyo correspondiente, logró salir airosa de esta circunstancia, e incluso, los médicos se han mostrado muy contentos por el avance en su recuperación gracias a las terapias físicas que recibe tres veces por semana y el cual la hace recobrar la confianza en ella misma.

Sin embargo, aun por su estado, necesita de un andador y silla de ruedas para trasladarse fuera de casa, ya que aún no puede caminar largos tramos.

No todo ha sido alegría, pues según relató su padre, existe un problema que no se ha logrado superar y es sobre el manejo de sus esfínteres, porque por la caída que tuvo, la pelvis, la vejiga sufrieron mucho y es motivo por el cual aún no se puede controlar del todo esta zona lumbar.

“Los médicos me dicen que tenemos que seguir tratando, pues puede ser que ella recupere totalmente o no se recupere”, contó su papá.

Otro que este incidente ha ocasionado es que la estudiante tiene una pierna más larga que la otra, pues al momento de caer se desniveló la cadera y esto ocasiona que ella cojee y le duela la cadera. “Estamos viendo cómo reacciona con las terapias, me dicen que otra opción sería que le hagan un alargamiento de piernas, pero esa es una operación muy costosa”, señaló al dominical el padre de la menor.

El silencio de Saco Oliveros

El equipo de investigación del dominical Día D se contactó con las autoridades del colegio Saco Oliveros, lugar donde ocurrieron los ataques de bulliyng y el incidente que dejó gravemente a la menor tras caer del cuarto piso. Sin embargo, y pese a la insistencia, los representantes de esta escuela particular nunca respondieron.

Luego de unas horas, el padre de la estudiante, recibió un mensaje vía WhatsApp en el que le indican que la institución escolar no podrá asumir los gastos de las terapias físicas de la menor.

“El costo del hospital fue todo por medio de EsSalud, pero hubo gastos adicionales que tuve que hacerme cargo. En total fueron más de seis mil soles. Tuve que insistir muchísimas veces para que el colegio se haga responsable y solo así me hicieron caso. Hace unos días me devolvieron ese dinero. Sin embargo, me han enviado un mensaje al WhatsApp indicando que ellos no correrán con los gastos de las terapias físicas y semanalmente gasto más de 400 soles porque se le paga a una terapeuta particular que cobra 120 soles la sesión y son tres veces por semana. Adicional, hay que llevarla a la clínica, el colegio no se hace responsable, no nos escucha y el caso está perdiendo debilidad”, exclamó.

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