Arqueólogos de San Marcos descubren ritual funerario con restos humanos de la cultura Chancay

Uniendo rastros de la historia del Perú. Arqueólogos de la Universidad San Marcos escribieron un capítulo valioso para enriquecer lo que sabíamos sobre la cultura Chancay. Los profesionales, dirigidos por el doctor Pieter Van Dalen, descubrieron restos humanos con más de 800 años de antiguedad.

Su estancia en Huaral les permitió detectar estos vestigios de la antigua civilización. Los huesos de dos adultos y un neonato aparecieron durante la búsqueda. Estos se encontraban en una tumba ubicada en el sitio arqueológico funerario de Macatón.

Este escenario es uno de los más grandes e importantes cementerios de la mencionada civilización. Aquí se han encontrado numerosos funerarios dentro de tumbas cuadrangulares. Se presume que el orden de estas personas, y la profundidad, sería parte del entierro a miembros de familias.

El primer reporte del equipo de la UNMSM indica que, de los restos encontrados, el niño y un adulto, aún se encuentran dentro de sus fardos funerarios, una práctica en la que se envolvía un cadáver con múltiples piezas textiles.

Comentan que, al parecer, se trataría de una madre con su hijo. Sobre el tercer cuerpo, es un adulto encontrado en un estado esquelético. Su fardo se encontraba rasgado, por lo que se presume que ese daño habría sido causado por huaqueros.

Junto a los cadáveres se encontraron cerámicas y vasijas con restos de comida, como maíz, hojas de pacay, semillas de algodón, frutas y otros productos de la zona. Se sabe que estos elementos eran usados para los fardos como parte del ritual funerario.

El líder de esta exploración, el doctor Van Dalen, sostiene que lo descubierto se trataría de un entierro múltiple del año 1200 d.C. o más. Los difuntos, de los cuales se espera la confirmación de algún parentesco, habrían sido de clase baja en la cultura Chancay.

Para entender a esta cultura es importante reconocer la importancia de la muerte en su sociedad. Los rituales funerarios, que se extendían por días, los cánticos y danzas fúnebres en honor del difunto indicarían que actuaban bajo una connotación mística, mágica, e incluso religiosa.

El recuerdo de sus muertos lo mantenían con ceremonias de honor, considerándolos ancestros poderosos, que protegerían a sus familias.

Esto nos permitiría comprender la entrega de ofrendas, alimentos y cerámicos; quizás como agradecimiento y bienvenida a su trascendencia.

Nuestra historia despliega un legado cultural e histórico que es admirado en toda la región y el mundo entero.

La cultura Chancay forma parte de esas civilizaciones en el antiguo Perú. Se desarrolló entre los años 1100 y 1400 d.C., ubicándose en la costa central. Esta sociedad, formada en el periodo intermedio tardío, se asentó entre los valles de Chancay y Chillón, una zona desértica donde realizaron actividades agrícolas.

Sus recursos los obtenían de los ríos y valles fértiles. Estos avances causaron su crecimiento urbano. Las cerámicas en grandes volúmenes representaban su trabajo manual. Los textiles se caracterizaron por su color y calidad.

Los tonos blanco, negro y marrón rojizo alineaban sus diseños. Dejaron marca de sus vidas por medio de figuras humanas que plasmaban en estas obras, donde exponían sus labores.