Selló su inmortalidad con un reconocimiento histórico para la literatura. El escritor peruano Mario Vargas Llosa, uno de los rostros del “boom latinoamericano”, se convirtió en el nuevo miembro de la prestigiosa Academia Francesa de la Lengua.
Esta institución, fundada en el siglo XVII, reunió al Nobel con los académicos que destacan en sus áreas, desde científicos hasta políticos. El autor de “La tía Julia y el escribidor” unió su nombre junto al de los ilustres de Victor Hugo, Voltaire y Montesquieu.
“La novela salvará la democracia o morirá con ella”.
Una ceremonia solemne para el peruano
Su hijo, Álvaro Vargas Llosa, compartió los detalles del suceso a través de su cuenta de Twitter. Ser el primer miembro admitido en la Academia, pese a que nunca escribió en francés, fue un acto de algarabía entre sus colegas, familia y amigos, quienes se convirtieron en sus invitados de honor.
En París, el escritor disfrutó la compañía de sus hijos, nietos -Isabella, Anaís y Leandro- y expareja, Patricia Llosa. Las primeras imágenes lo mostraban luciendo el traje tradicional, de color negro con detalles bordados, así como una espada que completó su investidura.
En primera fila, se ubicaron sus parientes, Patricia, Morgana y Álvaro. Este último indicó en su red social que “Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida”. Las cámaras que transmitían la ceremonia captaron en reiteradas oportunidades cómo la “musa de sus obras” lo veía atentamente mientras brindaba su discurso.
La sonrisa de Mario
El mensaje que dio a la audiencia presente fue en un estado sereno, sin esbozar una sonrisa u otro gesto. Al culminar con su presentación, se sentó entre los “inmortales” para escuchar la última fase del evento solemne.
Uno de los momentos emotivos fue el protagonizado por el escritor francés, Daniel Rondeau, quien propuso la inclusión de Vargas Llosa a la Academia Francesa. Este hizo un alto a su intervención para describirse como un “fetichista literario” y que, durante un viaje a Perú, logró obtener un artículo valioso en la visa del Nobel.
“Compré el banderín del Colegio Militar Leoncio Prado. Este banderín, querido Mario, está aquí para usted”, comentó, causando que el peruano ría y aplauda ante el gesto.
El Leoncio Prado fue el eje estructural de la novela “La ciudad y los perros”, que narra una crítica a la sociedad peruana y la violencia ejercida a un grupo de alumnos.
Reuniones para celebrarlo
Entre los invitados que acudieron al evento oficial se encontraba el rey emérito Juan Carlos I; su hija, la infanta Cristina; el primer ministro francés Manuel Valls; y el político Pierre Moscovici formaron parte de esta hazaña.
El hijo de Vargas Llosa mencionó en su red social que, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, organizó una cena para celebrar este acontecimiento, al que asistirá el ex monarca.
Sobre la agenda del peruano, se conoce poco. De acuerdo a los datos compartidos por Álvaro, su estancia en París podría extenderse para cumplir con algunas actividades dignas del cargo.
El rito de la “instalación” en la Academia francesa
Un hecho que no se vio, pero fue descrito por el escritor a sus hijos, fue el rito tradicional que realizó. Ingresó al patio de honor donde fue recibido por la comité, para luego conducirlo a la sala “Jacqueline de Romilly”.
Quien presidía el encuentro le hizo entrega de una palabra tomada del diccionario francés, la cual no podía conocer con anticipación. Él improvisó una reflexión sobre ella. “El término fue ‘Xérès’, por Jerez de la Frontera. Habló de la ciudad, el vino y otros aspectos”, comentó el ensayista.
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El arrepentimiento, soledad y el perderse en los recuerdos son los elementos de este escenario literario escrito por el peruano. Un hombre de avanzada edad se queda con el protagonismo, mientras ve cómo todo lo que conocía se transforma. La ficción “Los vientos” de Mario Vargas Llosa es de descarga gratuita para que te acerque a su universo de letras.