Es limeña, tiene 45 años y lleva por nombre Grika Asayag O’Besso. La empresaria, que incursiona en el rubro educativo, se desempeña actualmente como asesora principal de la presidente de la república, Dina Boluarte.
Asayag ha participado en la elección de algunos integrantes del Gabinete Ministerial, organiza toda la agenda de la jefa de Estado, la acompaña a sus viajes y, aunque hasta hace unas semanas trabajaba junto al premier Alberto Otárola, ahora ambos “se detestan”, afirmó un asesor palaciego, según un informe del semanario Hildebrandt en sus trece.
Desde hace un mes, la ‘sombra de Boluarte’ y Otárola están enfrascados en una “guerra de baja intensidad” que involucra filtraciones a la prensa sobre el ámbito familiar.
Hildebrandt en sus trece dio cuenta, por ejemplo, de denuncias por maltrato y alimentos que recayeron sobre el jefe del gabinete (todas archivadas), el contrato de su excuñada como asesora en la cartera de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) y la no declaración de sus cinco hijos ante la Contraloría (solo aparecen dos).
La fricción se ha incrementado. Fuentes del Ejecutivo dijeron al medio que, por estos días, Grika Asayag está encargada de sondear posibles reemplazos del primer ministro, quien apareció junto a la jefa de Estado para hablar sobre su gestión en un contexto de protestas antigubernamentales en las que han muerto 69 personas, 47 de ellas en enfrentamientos con la Policía.
Acercamiento a Dina Boluarte
Asayag y Dina Boluarte pasan horas conversando en el Despacho Presidencial, pero se conocieron recientemente, durante la segunda vuelta electoral. Estrecharon amistad en la cartera de Inclusión Social, cuando Boluarte enfrentaba una denuncia que buscaba destituirla por supuesta infracción constitucional, al firmar documentos como presidenta del Club Departamental Apurímac cuando ya formaba parte del gobierno, según el semanario.
Tienen experiencias en común: ambas son madres separadas con dos hijos. El semanario menciona que la asesora presenta un contrato con el Despacho Presidencial bajo la modalidad de órdenes de servicio. Formalmente, es una proveedora externa “con oficina en Palacio”. No cuenta con título universitario ni con experiencia previa en el sector público.
Antes de firmar por una remuneración total de ocho mil soles, Asayag —expostulante al Congreso en 2011 por Cambio Radical— laboraba en una empresa familiar, el Instituto Virginia Henderson. Sin embargo, en la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), la asesora continúa figurando como gerente general y representante de Force Total.
Consultada por el medio, dijo que su trabajo consiste en dar asistencia personal a la presidenta. También pidió que no compartieran fotografías suyas, donde se la ve mayormente con gafas, porque “hay mucha delincuencia”.
Es la primera vez que su rostro aparece en la prensa el mismo día en que Boluarte reconoció que la democracia del país es “la más frágil de Latinoamérica” en medio de la convocatoria de un paro nacional.
Tres eurodiputados del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea que visitaron Perú calificaron la respuesta del Gobierno, y las fuerzas del orden a las manifestaciones, como una “represión desmedida” y pidieron una “negociación política” para dar solución al conflicto.
Quienes marchan exigen la destitución de la presidenta, un adelanto electoral a 2023 — una situación improbable debido al laberinto parlamentario que debe recorrer—, el cierre del Congreso y la convocatoria de una asamblea constituyente.