Febrero es el mes de los carnavales en gran parte del territorio nacional. Los festividades, música y color resumen el goce de los pobladores, quienes se sumergen en estas celebraciones, dando la bienvenida a los turistas que se suman a las actividades con un valioso legado histórico y cultural.
El carnaval de Cajamarca, Ayacucho, Puno y Arequipa son algunos de los más populares en el país durante esta temporada. Otras regiones también participan con sus propias costumbres que representan nuestra identidad.
Si hablamos de los más curiosos, se encuentra el Carnaval de Tinkuy, una festividad que se celebra en el distrito de Churubamba, en Huánuco.
¿Qué significa Tinkuy? Es un término quechua que significa “encuentro”.
Su importancia recae en la participación de los pobladores en la rebelión indígena del año 1812, la cual representó una lucha crucial en la gesta de la independencia del Perú.
El carnaval de Tinkuy
En el mundo andino, se festeja a la pachamama, el poder de la fertilidad y la renovación de la vida durante la temporada de lluvias. Estas expresiones culturales también poseen curiosos protagonistas. En el caso del carnaval huanuqueño, las frutas.
Sobre el carnaval, uno de los sucesos más llamativos es “la guerra de las naranjas”. Este cítrico se lanza entre los pobladores, quienes residen en Tambogán y Utao, en el distrito de Churubamba. Los hombres y mujeres se enfrentan en una batalla ritual que recrea la historia de estos pueblos.
El origen de la celebración
Todos los que desean participar tienen que cumplir con algunas reglas. Existen dos bandos, uno conformado por mujeres, que interpretan el papel de patriotas indígenas, lideradas por autoridades que organizan este carnaval.
Por otro lado, los hombres asumen el rol de los realistas españoles, que son dirigidos por autoridades locales.
Este festejo tiene un legado histórico y cultural de más de 200 años.
Se estima que el origen de esta festividad está en la unión de los comuneros, que salieron un 22 de febrero hacia la ciudad de Huánuco. Estos fueron convocados por otras localidades y frailes, para que se sumen a la rebelión indígena y poder liberarse del dominio colonial.
Los sobrevivientes regresaron a sus hogares, haciendo un ingreso triunfal que coincidió con el festejo del carnaval de febrero. Ellos, quienes eran vistos como héroes, hicieron una demostración de lo que fue la batalla, respondiendo al pedido de sus familiares y curiosos.
Como no podían usar armas, usaron duraznos para simular municiones. Desde ese momento, la tradición comenzó a popularizarse en la región, celebrándose una vez al año.
El único cambio que se hizo fue el de la fruta. Se recomendó que se usaran naranjas y no duraznos porque son más blandas. Su práctica se heredó de generación en generación, teniendo como escenario principal la plaza principal de Tambogán y Utao.
El carnaval de Tinkuy, Patrimonio de la Nación
Para el 10 de septiembre del año 2015, el Ministerio de Cultura anunció oficialmente que el Carnaval de Tinkuy se convertía en Patrimonio Cultural de la Nación, destacándose que esta batalla ritual escenifica y reproduce la memoria histórica de los pueblos.
Esta celebración, que mantiene vivo a uno de los principales movimientos de emancipación de la rebelión patriota en Huánuco, reúne el sincretismo, entre la iconografía católica y la veneración a las jirkas o divinidades andinas.
¿Dónde queda Huánuco?
El departamento de Huánuco se encuentra ubicado en la parte centro oriental del Perú. Abarca una superficie de 37 266 km2, que representa el 2,9 por ciento del país. Está conformada por dos regiones naturales, la sierra con 22 150 km2 y la zona ceja de selva con 15 116 km2.