La Policía Nacional ha logrado dar con el paradero de dos de los asesinos de seis integrantes de la familia de Israel San Román Doroteo, alias ‘La Tota’, que murieron acribillados por una ráfaga de 50 disparos en el distrito limeño de San Miguel el último lunes. Los sicarios fueron capturados en la región Arequipa cuando se encontraban a bordo de un bus interprovincial que los iba a llevar hasta Puno y así emprender la fuga del país hacia Bolivia.
Los sujetos fueron identificados como José Preciado Alegría, alias ‘Josecito’(19 años), y Fabricio Vera Diaz, alias ‘Bicho’ (26 años). Por ahora, el tercer sujeto de polera ploma que aparece en los videos de las cámaras de seguridad que registran la masacre, alias ‘Willy’, continúa prófugo.
Ambos fueron detenidos dentro de un bus de transporte interprovincial de la empresa Cosmos Perú, a la altura del kilómetro 774 de la Panamericana Sur, a la altura del puente Ocoña. Los delincuentes, que pertenecerían a la banda criminal ‘Los Chukys del Callao’, tenían planeado llegar a la ciudad Blanca y luego tomar otro bus hasta la provincia de Puno y lograr cruzar la frontera para así no ser hallados por la policía.
Lo dos detenidos tienen antecedentes policiales y uno de ellos tiene dos ingresos al penal Sarita Colonia del Callao.
Efectivos de la Dinincri los identificaron y trasladaron a la comisaría de Ocoña, ambos sujetos llevaban polos estampados con la imagen de otras personas que también habrían fallecido debido al sicariato.
Confiesan su crimen
Ya en el interior de la comisaría pedían no ser grabados porque tenían miedo a las represalias de otros grupos delictivos. “No nos graben, nos van a bajar (matar). Ya, pues jefe, ustedes saben cómo es la gente fuerte”, señalaron.
Al ser consultados por el asesinato de los menores de edad, tanto José Preciado como Fabricio Vera aseguraron que ellos no dispararon contra los niños. “En el video se ve. Nosotros aseguramos al de adelante nomás, el de (polera) ploma (alias ‘Willy’) se queda atrás Mete la cabeza al auto y mata a los niños. No los remata, los niños estaban vivos. Él los ha matado”, contó José Preciado, el menor de los asesinos.
El pasado martes, un día después de la impactante masacre de ‘La Tota’ y toda su familia, la Policía encontró en el Callao el auto negro en el que fugaron los sicarios. El vehículo, de placa C8G-019, fue intervenido alrededor de las 9:00 horas, cerca de la zona de San Judas Tadeo. Al volante iba José Carlos Solari Pozu, un sujeto de 23 años que tiene antecedentes por robo.
Carlos Solari aceptó su participación en el crimen y confesó que el monto acordado por la cabeza de ‘La Tota’ fue de 10 mil soles, dinero que en un principio los delincuentes no estaban de acuerdo, pero luego “atracaron” para concretar el hecho de sangre.
“Cuando estábamos por la avenida Riva Agüero, uno de ellos me dijo para voltear en sentido contrario, debido a que el objetivo estaba detenido por la luz roja del semáforo”, contó Solari.
“Entonces los tres aprovecharon para bajar del auto y corrieron a una distancia de 15 metros. Luego retornaron a los pocos minutos y nos dimos a la fuga. Luego dejé a los sicarios en la avenida Perú, en San Martín de Porres. Después dejé el auto por las inmediaciones de la plaza Guardia Chalaca, en el Callao, luego me fui a mi casa”, agregó.
Además, también contó cuánto es que les pagaron a los sicarios por realizar “el trabajo” de asesinar a ‘La Tota’.
“(Los sicarios) estaban peleando en el carro por la paga. Decían que la gente que iban a tumbar (matar) era pesada y 10.000 soles era muy poco por ese trabajo. Uno de ellos reclamaba que no iba a entrar (participar) a última hora. Pero luego todos bajaron para terminar con el objetivo”, manifestó el delincuente.
‘Los Chukys del Callao’
De acuerdo a la investigación que sigue la policía, la muerte de Israel San Román Doroteo fue planificada por el ‘Loco Paúl’, conocido como el ‘rey del crimen’ y líder de una organización criminal sanguinaria en el Callao involucrada en cobrar cupos y extorsionar empresarios del rubro de la construcción.
La guerra entre el ‘Loco Paúl’ y ‘La Tota’ se inició cuando empezaron los roces por el cobro de cupos en las obras de la línea 2 del Metro en los distritos del Callao, Breña y Lima. Ambos, líderes de sus grupos empezaron a amenazarse y a enviar a sicarios para sacar a sus rivales del camino.
San Román Doroteo tenía peligrosos rivales y prueba de ellos son los cinco atentados que sufrió en los últimos años. El 30 de diciembre unos sicarios intentaron asesinarlo pero salvó de la muerte. Era un aviso de lo que se venía.
‘La Tota’ murió con 30 denuncias y antecedentes policiales que van desde extorsión y estafa, al igual que su esposa, pero la muerte no solo llegó para la pareja, sino que en este baño de sangre arrastraron a sus padres y sus dos pequeños hijos.