Un acto irregular se relaciona al expresidente Pedro Castillo. Un grupo de congresistas de la República lo habrían visitado en el penal de Barbadillo, donde se encuentra recluido para cumplir 18 meses de prisión preventiva por estar investigado por los presuntos delitos de rebelión, conspiración y abuso de autoridad a raíz del fallido autogolpe de Estado del pasado 7 de diciembre.
Según el diario El Comercio, uno de los parlamentarios que estuvo con Castillo fue Pasión Dávila. El integrante de la bancada del Bloque Magisterial estuvo cuatro veces en el establecimiento penitenciario, pero el detalle es que dos de esas ocasiones, el 5 y 19 de enero pasado, están cuestionadas. El 28 de diciembre del año pasado, Dávila fue suspendido por el Pleno del Congreso.
El legislador recibió una sanción de 120 días por haber agredido con un puño por la espalda a su colega Juan Burgos. La decisión fue tomada con 62 votos a favor, 38 en contra y seis abstenciones.
La prueba clave para sancionar a Dávila fue un documento certificado por el médico-legal Edgard Alemán Cruz, por parte del Instituto de Medicinal Legal del Ministerio Público. “Refiere agresión física (…) indica, además, dolor de cabeza intenso y dolor precordial después de la agresión”, se lee en el informe.
“Al momento del examen presenta: tumefacción en la región temporal derecha (...) Para poder pronunciarme es necesario el informe de la atención especializada por neurología y cardiología”, continúa.
Todo el proceso fue rápido porque Karol Paredes, titular de la Comisión de Ética, anunció que la investigación había declinado en dicho órgano porque Burgos retiró la denuncia presentada semanas atrás. “Este caso ya salió de la Comisión, ya dejó de ser parte de [Ética], este es un tema que lo tiene que tratar el pleno”, dijo la parlamentaria.
De esta manera, Dávila quedaba imposibilitado de acceder a funciones como, según el reglamento del Código de Ejecución Penal, “ingresar a los establecimientos penitenciarios, previa identificación en cualquier día y hora de la semana”.
Sin embargo, Dávila habría llegado a la prisión donde está Castillo en su calidad de parlamentario cuando no le corresponde. Situación contraria con sus colegas Katy Ugarte, Segundo Quiroz, Betssy Chávez, Nieves Limachi y Hamlet Echevarría, quienes también visitaron al profesor cajamarquino.
Defensor de Castillo
Pasión Dávila se ha convertido en uno de los defensores del expresidente Pedro Castillo. A cada evento político que va desmiente las acusaciones por presuntos actos de corrupción que envuelven al profesor cajamarquino. Lo más reciente ocurrió en Argentina, a donde llegó para participar de la “Celac social”.
“Empezaron desde la segunda vuelta a hacerle la vida imposible (a Castillo), incluso tras su triunfo... Ni un día lo dejaron gobernar hasta que el 7 de diciembre, en componenda con el Poder Judicial, los congresistas, las Fuerzas Armadas, lograron derrocar a nuestro hermano Pedro Castillo Terrones en forma ilegal, haciendo que dejara el cargo”, indicó.
“Hoy se encuentra en la cárcel en forma ilegal como preso político, no hay una norma que acredite para que él pudiera estar en la cárcel. A consecuencia de eso, los hermanos del Perú salieron a defenderlo y hasta ahora ya tenemos más de 50 hermanos asesinados por la PNP y las FF.AA. Asesinados, no tienen reparo en disparar contra el cuerpo con armas de fuego. No sabemos cuántos están desaparecidos, cuántos heridos de bala, hay hombres que están encarcelados injustamente. Todos los que protestan a favor de la libertad de Castillo y están encarcelados”, añadió.
En el evento también participó el abogado Wilfredo Robles, defender del expresidente Pedro Castillo; la exministra de la Mujer Aída García Naranjo. Además, el exmandatario boliviano Evo Morales.