Cambiar un sueño por otro es parte de la vida, pero triunfar en ambos, es orgullo de pocos. Ese es el caso de Vivian Baella (30 años), exvoleibolista de la selección peruana, que sabe lo que es ganar medallas y trofeos en más de un deporte. El voleibol fue su pasión, pero el fisicoculturismo es su presente y planea volver a dejar el nombre de Perú en alto. Esta nueva faceta, en conversación con Infobae.
La deportista peruana fue una de las ‘matadorcitas’ dirigidas por Natalia Málaga: participó en Mundiales y Juegos Olímpicos de la Juventud (bronce). También estuvo en los ODESUR, Bolivarianos, Campeonatos Sudamericanos y Panamericanos. Y más allá de las preseas, supo maravillar con su talento. Es por ello que cuando decidió alejarse del vóley (2018), fue una sorpresa para sus seguidores.
Su retiro coincidió con la finalización de su carrera universitaria: administración de empresas. Y la necesidad por conseguir algo estable la llevó a encontrar un nuevo trabajo como tripulante de cabina. Pero en el 2020, cuando todos tuvimos que quedarnos en casa por seguridad y los vuelos fueron cancelados debido al COVID-19, decidió regresar al vóley (Géminis). Sin embargo, en poco tiempo se dio cuenta que no podía hacer dos cosas a la vez.
Pasó el tiempo y a mediados de 2022, un nuevo deporte tocó su corazón mientras se ejercitaba en un gimnasio: fisicoculturismo. Y apenas a los dos meses de practicarlo, ya había ganado su primer trofeo en la categoría bikini fitness. Así nació todo.
¿Cuáles fueron las razones que te hicieron dejar el vóley?
En el 2018 decidí dejar de jugar. En el 2020, en medio de la pandemia, intenté regresar, quería ver si podía llevarlo con el ritmo de mi trabajo, pero era imposible. Jugué un campeonato cortísimo y terminé muy cansada. Tenía miedo de lesionarme por el cansancio. Iba a matar mucho mi cuerpo, tuve que elegir entre uno de los dos y decidí continuar en mi trabajo y colgar las rodilleras. Quería estabilidad económica y el voleibol en Perú no es profesional. No tienes beneficios sociales como un trabajador común y corriente. Debería profesionalizarse para que todas las chicas cuenten con todos sus derechos: un seguro decente, vacaciones y gratificaciones. Todo lo que a un trabajador le corresponde. Eso me hizo buscar otras opciones y en el camino encontré trabajo en una aerolínea. Ahora ya llevo en ese rubro casi cinco años.
Y, ¿cómo decides comenzar a practicar fisicoculturismo?
En septiembre tomé la decisión. Luego de intentar regresar a jugar vóley, me tiré al abandono, no hacía nada de deporte ni siquiera salía a caminar. Solo me dedicaba a comer y comía mal. Dejar de hacer deporte de golpe, me afectó no solo en mi físico, sino también mentalmente. No me gustaba lo que veía y ahí busqué a mi coach. Mejoré un montón, te estoy hablando de febrero del 2022, para agosto, septiembre me empezó a interesar este mundo. Así que inicié yendo a un gimnasio donde estaba gente que compite y justo fue una semana en la que había un torneo importante en Lima. Me pregunté si podría intentarlo, entonces hablé con Jefferson (su entrenador): (Me dijo que tenía) la línea para hacer bikini fitness, que es mi categoría. Inicialmente me dije voy a competir una vez. ‘Al menos lo intenté, probé, vi cómo era ese mundo, y si no me gusta, lo dejo y sigo con mi vida’. Pero competí y por suerte gané mi primera competencia en Cusco. Me sirvió como motivación. Luego, sabíamos que el primer torneo importante para mí iba a ser el Miss y Mister Lima 2023, porque al ser en Lima vienen más atletas, además, es clasificatorio para que puedas representar a Perú. Sabía que este campeonato iba a tenerla difícil, pero decidí continuar hasta estar donde estoy ahora. Soy campeona absoluta del Miss Lima.
¿Cómo manejaste el tema psicológico después que dejaste de entrenar y comenzaste un nuevo deporte?
Fue como cualquier otro deporte en realidad, cuando jugaba vóley no tenía vacaciones, no disfrutaba el verano, porque en verano era el campeonato de la liga, entonces tenía que estar pendiente y cuando acababa, empezaba el calendario de la selección. En cualquier deporte siempre tienes que entregar tu 100% y te demanda bastante de tu tiempo.
Entonces, ¿probablemente puedas representar a Perú como una seleccionada nacional?
Sí, mi entrenador me ha estado comentando sobre ello, pero todavía no quiero cantar victoria. No me confío para nada. Igual, si es que no tengo la oportunidad esta vez, voy a seguir preparándome para participar en el Miss y Mister Perú, que va a ser en marzo, si no me equivoco. Ese sí es clasificatorio para el sudamericano. Si se da la oportunidad esta vez, para mí sería un sueño cumplido volver a representar a mi país. Y si no, también voy a prepararme para el Miss y Mister Perú, ahí sí con certeza podría ganarme un puesto en la selección.
¿Cómo te sientes con la posibilidad de poder representar al país en otro deporte diferente al vóley?
Jamás me imaginé participar en fisicoculturismo, porque hay la idea que hacer este deporte es tener un cuerpo muy grande, muy musculoso. Ahora que estoy en este mundo, me doy cuenta que no. De hecho mi categoría bikini fitness no requiere ser tan grande, tan voluptuosa en cuanto a músculo, sino tener una figura bastante tonificada. Ahora que lo sé, me entró el bichito de competir y no me imagino; así como cuando jugaba vóley, no me imaginaba dejando de jugar; ahora no me imagino sin seguir compitiendo. El vóley me ha dejado el espíritu competitivo. Me gusta prepararme para un propósito. Ese fue el gancho, porque ahora voy al gimnasio no por entrenar, sino porque tengo que construir un cuerpo para mi categoría.
Comentas que no muchas personas conocen sobre el fisicoculturismo, ¿podrías explicar de qué tratan las categorías en las que has participado? En tu última competencia ganaste en dos.
En este último campeonato, en cuanto mujeres, hubieron tres categorías: bikini, wellness y figura. Bikini es la categoría más finita. Esta categoría nació para las chicas que no quieren ser tan voluptuosas, sino que quieran tener un cuerpo tonificado como para ir a la playa. Luego viene wellness, que tiene otros parámetros de cuerpo, tienes que desarrollar más los cuádriceps, tener unas piernas grandes, más hombros, más espalda. En la categoría figura te piden más espalda, un dorsal bastante desarrollado. Y hay categoría adicional: fit model, donde tienes que salir en vestido, en un body. Es más elegante, pero en realidad los parámetros en cuanto a las poses reglamentarias son básicamente las mismas.
En la última competencia participaste en fit model...
Sí, fue la primera vez y salió sin estar planeado. La competencia iba a ser el domingo y el viernes estábamos ensayando (con mi entrenador), compitiendo pasarela con su novia. Ella había competido el año pasado y tenía su vestido. Representó a Perú en un sudamericano en Brasil. Entonces, saca el vestido y me dice pruébatelo. Me lo probé y me quedaba perfecto. Mi entrenador me dijo ‘¿y si compites?’, y dije sí, porque los parámetros en cuanto a las poses reglamentarias son las mismas. Solamente que tienes que caminar un poco más con el vestido. Lo decidimos el viernes en la noche, el sábado fue el pesaje y la inscripción. Terminaron inscribiéndome en las dos categorías.
Cuando ibas a participar en tu primera competencia de fisicoculturismo, contaste que tuviste que practicar con los tacos...
Para mí eso fue lo más difícil y sigue siendo lo más difícil en cuanto a este deporte. Casi nunca he usado tacos, siempre zapatillas. A parte no me considero tan coqueta. (Para las competencias) tienes que sacar tu coquetería para que todo sea un espectáculo, porque el jurado no solamente busca mirar el cuerpo, sino toda la performance, cómo te desenvuelves. Incluso este fin de semana, antes de salir a tarima, uno de los jurados de la federación nos decía, recuerden siempre sonreír, porque a veces una sonrisa cambia el resultado. Eso fue lo que más me costó. Reconozco que he mejorado, pero tengo que seguir puliendo ese detalle, sobre todo mi caminata que no es tan sexy, pero ahí vamos intentándolo.
¿Cómo se entrena el desenvolvimiento en competencia?
(Para los tacos) solo es caminar, obviamente practicar las poses reglamentarias y me compré un espejo gigante para poder mirarme y saber cómo me muevo, cómo muevo mis manos, porque viendo los videos a mi primera competencia y a esta última, el cambio ha sido abismal. Ahora veo como muevo las manos, lo hago un poco más delicado, ya no con tanta fuerza, con tanta dureza. Es muy importante que el momento que posas tengas la apertura de los hombros, tanto cuando te miran de frente como de espalda. Eso es algo que debo trabajar porque también entran otros aspectos, como por ejemplo, no soy muy flexible, como soy demasiado dura cuando estoy en una posición y si me muevo, cambio la posición. Eso es todo una ‘chambaza’ que me hace sufrir. Termino sudando más que hasta cuando entreno.
En la última competencia que participaste hubo bastante atención de las autoridades deportivas...
Me contaron que estuvo el presidente del IPD y el presidente de la Federación de Fisicoculturismo también. Sería mentirte si digo que me concentré en eso. Yo solo salí a dar lo mejor de mí, porque mi meta es que en la Federación de Fisicoculturismo me seleccionen para representar a Perú.
Todavía sientes un poco de nervios antes de salir a competir...
Los nervios siempre están antes de salir al escenario siempre digo es ahora o nunca, ya estoy aquí, ya no hay marcha atrás, tengo que salir a dar esta batalla. Siempre me digo eso antes de salir a tarima. Mi trauma eterno siempre va a ser que se me doble el pie y me caiga con los tacos. En vóley podía soltar los nervios mientras jugaba, puedes gritar, pero aquí la única forma de desahogarte es respirando y tratar de tranquilizarte para que los nervios no te fallen, porque te puedes poner muy tensa al hacer tus poses.
Volviste a participar en un competencia en el coliseo Dibós y ya no en vóley...
¡Sí! y me trajo bastantes recuerdos, estoy segura que no va a ser la primera vez que compita ahí. Normalmente las competencias cuando estén acá en Lima, la de marzo, por ejemplo, y las que organiza la federación, son en el Dibós.
¿Haz recibido algún saludo de tus excompañeras del vóley sobre tu incursión en el fisicoculturismo?
Sí me han escrito varias, felicitándome, diciéndome, qué éxito, qué bien que ahora estés dando todo por este deporte. Me ha escrito Patricia Soto, Carla Rueda, Grecia Herrada, La Choco, que era la líder de la selección, Mirta Uribe también comentó una foto mía. No me he fijado si Natalia (Málaga) me escribió, aún no termino de revisar todos los mensajes porque he estado volando full y descansando también. Entonces no sé quiénes más me han podido haber escrito.
¿Cómo te sentiste cuando competiste por primera vez en fisicoculturismo y viste todo el revuelo que se hizo en redes, en los medios?
No me lo esperaba, sí sabía que por ahí podría rebotar en algún medio digital, pero no me lo esperaba. Me sorprendí bastante.
Y en el fisicoculturismo, ¿hasta dónde te gustaría llegar? ¿Cuál es tu meta?
Si por mi fuera, estaría feliz de ir al Olympia, que es es el torneo más importante del fisicoculturismo y se realiza todos los años. Es bastante complicado este deporte, porque dependes de ti, con cada performance, para llegar a cada competencia. Es bastante difícil porque hay un montón de personas que lo practican. Tal vez aquí en Perú no, por todos los estereotipos que hay, pero en el extranjero, en Brasil, Argentina, en Chile, son bastante las deportistas que practican fisicoculturismo en cualquiera de sus categorías.
¿Sigues la Liga Nacional ahora que ya reinició?
Solo he visto los resultados por redes sociales, no he tenido la oportunidad de ver por la tele porque este fin de semana estaba full en la competencia. Estos días que han jugado, he estado volando, entonces no he podido ver, pero cuando puedo sí veo, estoy al tanto de los resultados, qué equipo va primero, quién está favorito. Como recién empieza la Liga tiene para rato, así que de repente en algún momento voy a ir a ver algún partido.
De tu carrera como voleibolista, ¿tienes algún recuerdo especial?
Los mundiales que he jugado siempre van a ser especiales para mí. Mis sueños siempre han sido estar en la selección y poder haber jugado en mundiales. Para mí esos son los más especiales.
El presidente de la Federación Peruana de Vóley comentó que de repente iba a haber la posibilidad de participar en el preolímpico de cara a París 2024...
Qué bueno que la selección tenga oportunidad de participar en el preolímpico. Como siempre deseo que haga un buen papel. No sé cómo estará ahorita el tema de la federación, si es que ellos si les pagan o no sé, pero esperamos de que sí, de que les den todas las condiciones necesarias para que puedan entrenar al 100% y puedan representar al Perú en el preolímpico y ganarse un cupo en las olimpiadas que es lo que todo deportista aspira, poder jugar en unas olimpiadas.
¿Te hubiera gustado también llegar dentro del vóley a unos Juegos Olímpicos?
Es el sueño para cualquier deportista, bueno pienso que si hay algún deportista que no aspire a eso pues sería poco ambicioso. Para cualquier deportista su máximo sueño es jugar en una olimpiada y representar a su país.