Museo de los Colli: el trabajo de un investigador autodidacta por preservar una cultura que aún es silenciosa en el Perú

En un viaje de más de una hora desde el centro de la ciudad de Lima y con dirección hacia la zona norte, llegamos al distrito de Comas. Unos minutos más y ya estábamos en nuestro punto de destino: el Museo de los Colli, ubicado en Collique, una localidad perteneciente al distrito en mención.

Un letrero en una pared amarilla nos hizo saber que estábamos en el sitio correcto. Tocamos y nos abrió la puerta un señor adulto mayor; se trataba de Enrique Niquín Castillo, el impulsor y director del lugar que hoy es conocido como el “Museo más humilde del mundo”.

Nació el 3 de diciembre de 1951 en el distrito de Jesús María. Sus padres fueron Roque Niquin Quezada y Ángela Castillo Vásquez, ambos del departamento de La Libertad. De su infancia recuerda algunas cosas, pero sobre todo mantiene consigo aquellos recuerdos en los que su abuela le narraba con entusiasmo sobre la cultura norteña. Él hacía un esfuerzo por escuchar claramente lo que le narraban, ya que nació con un problema en el oído.

“Desde niño, mi abuela me ha compartido conocimientos sobre la cultura norteña. Los dioses, manantiales, clima, alimentos, cómo se hacen los tejidos, cerámicas y construcciones. Todo eso lo he aprendido de mi abuela”, dijo el fundador del museo para Infobae.

Durante su etapa escolar aprendió a realizar informes y por coincidencias de la vida, su equipo realizó una recopilación completa sobre una huaca en San Miguel. Él era el dibujante del grupo y al presentar el trabajo, fue reconocido y felicitado.

Ante la falta de oportunidades, años más tarde, trabajaría como obrero para poder cubrir sus gastos personales.

En 1965 llegó a Collique y como base de trabajo tenía su talento de dibujante y lo que había aprendido en el colegio. Es así que decidió poner en práctica todo lo aprendido en las aulas.

“Cuando llegué empecé a hacer informes sobre las lomas y toda la parte geográfica de este lugar. Hice una investigación”, sostiene.

En 1980 recibió una de las peores noticias de su vida: había contraído Tuberculosis múltiple (TBC) y pesaba 33 kilos. Su enfoque total estaba en la investigación de la cultura la zona a la que había llegado, y sin darse cuenta, su salud se había deteriorado.

Estuvo dos años internado en el hospital Sergio Bernales de Collique y conoció a Arnulfo Medina Cruces, un profesor con quien compartió el descubrimiento que había realizado durante más de 18 años.

Cuando le dieron de alta, apoyó a sus compañeros del nosocomio y creó un proyecto llamado “Tisis” con la finalidad de recaudar fondos y ayudar a los enfermos que en muchos casos habían sido abandonados por sus familiares.

“Un animal dentro de mí, destruye mi estructura nuclear. Hace que el aire que respiro se inflame en fuego dentro de mi pecho, y este atroz dolor me hace sufrir. Sáquenlo de mí, sáquenlo de mí. Acurrucado como un feto, recogido entre mi ser, yo te pido despacito que lo saques de mí. Sáquenlo de mi, sáquenlo de mí”, son las letras que entona el creador de Museo de los Colli.

Al salir del hospital, el autodidacta tenía una indicación clave por parte del cuerpo médico y era el no realizar trabajos de fuerza. Sus cachuelos como obrero habían sido totalmente descartados. Así que se enfocó en trabajar como dibujante y vendedor de algunas de sus artesanías.

Mientras pasaban los años iba recordando todo el trabajo que había realizado, la investigación en el valle del río Chillón y lo que encontró sobre la referida cultura. Es así que un proyecto nació en su mente: el Museo de los Colli.

La idea de crear este lugar se dio con la finalidad de salvaguardar aquellos hallazgos geográficos que hizo durante 20 años de su vida, convirtiéndolo en un investigador de historia autodidacta, tal como él lo menciona.

“Decidí crear mi Centro Cultural para poner en valor el patrimonio que hay. Me dediqué a un trabajo que debían hacer los arqueólogos”, reveló Niquín.

El 15 de setiembre de 1989 presentó el Proyecto Cultural Collique Monumental para que en el ingreso a la zona en mención se coloque un monolito, sin embargo, no hubo una respuesta favorable. Es así que el 15 de enero de 2003 hizo realidad lo que tenía en mente, fundó el Museo de los Colli al que ahora también lo llama Centro Cultual Proyecto Collique Monumental.

Para plasmar su proyecto, tuvo que acondicionar un espacio de su casa, donde de tiene maquetas ilustrativas, junto con cerámicas y algunos huacos que va mostrando, mientras va narrando la historia de la cultura preinca.

De los primeros años, recuerda su encuentro con la historiadora María Rostworowski, quien según Niquin, quedó sorprendida con el trabajo que había realizado y cómo lo había hecho. Le pidió que presente su trabajo bajo un formato específico, pero pasaron varios años y cuando tenía listo todo para presentárselo, le anunciaron que ella ya había fallecido.

Continuó con lo que había creado, y para autofinanciar el lugar tuvo que seguir con la venta de artesanías en el mismo museo y en la calle. Los tours también son otra opción que Enrique Niquín da para los visitantes del Museo de los Colli, pero además de ello, realiza tours en las zonas arqueológicas cercanas al lugar.

Entre las cosas que el investigador autodidacta señaló como detonantes para la no promoción de la cultura, es la venta desmedida de terrenos que hubo y aún existe en la zona.

Las visitas al museo durante la pandemia han sido casi inexistentes y ante una falta de apoyo por parte del Ministerio de Cultura y de su misma jurisdicción, las visitas posteriores a la pandemia son insuficientes para mantener el museo más humilde del mundo.

“El ingreso mínimo que requiero para mantener este lugar y mejorarlo es de S/150.00 en promedio, incluyendo los servicios básicos, es por ello, que cobro S/20.00 de ingreso [...] La época en la que recibo más personas es durante la temporada escolar; las maestras traen a sus alumnos para hacer un recorrido y conocer más sobre los Colli”, confesó Niquin.

Para subsistir en la temporada de verano, realiza talleres de cerámica en las instalaciones del museo; sin embargo, la asistencia de personas es casi nula. Realizar viajes de más de 30 kilómetros desde Collique hasta el parque Kennedy en Miraflores, se ha convertido en una de sus pocas opciones para seguir manteniendo ese espacio cultural, al cual dedicó gran parte de su vida.

Hasta ahora sigue promoviendo la identidad cultural nativa del distrito de Comas y persiste en la instalación de un busto cultural en el ingreso de Collique para que este sitio sea considerado como un lugar turístico.

Está ubicado en el pasaje Libertad, Lt 5, Mz LL, 3era Zona de Collique. En Google Maps, la búsqueda se puede hacer colocando Museo de los Colli.

Respecto a la coordinación para la visita, se debe hacer a través de la cuenta de Facebook personal del director del recinto, Enrique Niquín Castillo.