La Panamericana Sur, a la altura del Puente Atocongo, en el distrito de Surco, terminó la tarde este viernes 3 de enero bloqueada por manifestantes provenientes de la región Puno. En las imágenes difundidas por Twitter, se observó que un numeroso grupo de personas se ubicó en medio de la vía, paralizando el tránsito y ocasionando gran congestión vehicular.
El bloqueo se produjo en el sentido de norte a sur, por lo que camiones, buses de transporte público y autos particulares vieron interrumpido su trayecto. La situación causó malestar no solo entre los conductores, sino también entre los pasajeros que iban a bordo.
A través de sus redes sociales, Lima en Ruta confirmó que “se registraron movilizaciones ajenas a nuestra operación en el km 10 de la Panamericana Sur (sentido sur y norte), lo cual ha generado el cierre total de ambos carriles”. “Invocamos a todos los usuarios a tomar sus precauciones”, indicaron.
Trascendió que los manifestantes tenían como destino la Plaza San Martín y la Plaza Dos de Mayo, en el Centro de Lima, para sumarse a las protestas diarias en este punto de la capital. Agentes de la Policía Nacional resguardaron el despliegue de la ciudadanía movilizada, para cerciorarse que todo se desarrolle sin incidentes violentos.
La Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para Lima y Callao informó cerca a la una de la tarde que, debido a la presencia de manifestantes en la vía de Evitamiento, los buses del corredor Amarillo desviaron su recorrido por las avenidas Benavides y Caminos del Inca, con dirección a Villa El Salvador.
En una actualización, pasada las dos de la tarde, la entidad comunicó que los buses del corredor Amarillo retomaron su recorrido habitual por la Panamericana Sur con dirección a Villa El Salvador.
Internautas en redes señalaron que, a estas horas del día, el bloqueo había terminado y que el Puente Atocongo lucía despejado de manifestantes, pero con la habitual congestión vehicular que caracteriza a esta vía.
Desesperación en Cusco
La crisis que se vive en la región de Cusco es de desesperación, debido a la escasez de alimentos, combustible y gas doméstico que ha obligado a miles a recurrir a la cocina a leña y carbón para poder preparar sus alimentos. El bloqueo de carreteras ha impedido el ingreso a la ciudad de cisternas, varadas desde hace casi un mes.
Mientras tanto miles de transportistas viven un verdadero vía crucis al no poder llenar sus unidades para poder trabajar trasladando a turistas y personas que llegan a la Ciudad Imperial sumido en un paro regional indefinido.
En las principales distribuidoras de gas se pueden ver a miles de personas haciendo largas filas desde hace varios días para poder llenar sus balones de gas, mientras que en los grifos y centrales de servicio de GLP también se evidencia la fila de decenas de vehículos esperando a que se reanude la venta.