La crisis social y política en Perú, cada día, traspasa las fronteras. La ola de violencia, cuyo saldo deja más de 60 muertes y mil heridos en casi dos meses de protestas, ha provocado que la comunidad internacional le ponga mucha atención a lo que ocurre en nuestro país. La situación no es controlada por el gobierno de Dina Boluarte que, lejos de establecer el diálogo desde un inicio, adoptó una política represiva que la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas se encargaron de ejecutar.
Debido al preocupante panorama, países de la región como Colombia, Bolivia, México, Chile y Honduras no tuvieron reparo para pronunciarse durante la última cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), realizada en Argentina, para condenar el manejo deficiente del Ejecutivo frente a las manifestaciones sociales en Lima y las regiones del interior del país. En respuesta, la Cancillería tomó una serie de medidas que tensan las relaciones diplomáticas con estas naciones.
Torre Tagle llamó a consulta a los embajadores peruanos en Colombia, Bolivia y México. Luego, envió una nota de protesta al representante chileno en Lima por las declaraciones de Gabriel Boric. Y, finalmente, decidió romper relaciones con Honduras por lo mencionado por Xiomara Castro, quien manifestó en la CELAC que aún reconoce como presidente de Perú a Pedro Castillo a pesar de que cumple 18 meses de prisión preventiva en el penal de Barbadillo por el fallido autogolpe de Estado del 7 de diciembre.
Especialistas consultados por Infobae brindan sus enfoques diferentes sobre si estas acciones podrían perjudicar las relaciones de Perú con naciones de América Latina.
Confrontación exterior
El internacionalista Óscar Vidarte indicó que la política exterior del país no se puede sostener sobre la base de notas de protesta con todos los países vecinos.
“Una política exterior que se construye sobre eso [notas de protesta] debería ser meditada. Es decir, deberían evaluar sobre qué están haciendo mal para que distintos gobiernos comiencen a poner el dedo en el Perú. Poco a poco, la defensa del Perú de la no injerencia se comienza a ahogar”, refirió.
El especialista mostró su preocupación que el enfrentamiento con otras naciones latinoamericanas se haya convertido en una práctica común en Torre Tagle por estos días. “Para algunos podría ser necesaria, mientras para otros no, pero lo cierto que esto no es positivo. Hemos visto cómo un expresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores [Enrique Bustamante] habló de invadir Bolivia”, anotó.
Vidarte explicó que el mensaje que deja la política exterior del gobierno Dina Boluarte afuera es de “mucha intolerancia”. “Muchas violaciones a los derechos de las personas, comentarios de políticos cercanos a este régimen que hablan de invadir otros países, expulsiones y declaraciones de personas no gratas a embajadores [caso de Pablo Monroy de México]”, detalló.
De otro lado, el profesor de Relaciones Internacionales de la PUCP destacó que nuestro país haya sido parte del debate de la última cumbre de la CELAC a pesar de que en la declaración final no hubo ninguna referencia directa a la crisis. Pese a esta omisión, desglosó cómo se estaría viendo desde Latinoamérica lo que pasa en Perú.
“Hay un grupo de países con sus diferencias. Chile no apoya a [Pedro] Castillo, mientras que México sí lo hace en términos que lo considera aún presidente. Entonces, digamos, ellos tienen ahí una diferencia. Pero en lo que parece que sí están de acuerdo es que, al margen de que lo que pasó con Castillo, es que hay claramente un exceso en materia de la respuesta a la protesta y eso lo hacen sentir muchos países”, apuntó.
Vidarte agrega que otro grupo de países más cercanos al Perú ven con preocupación todo lo que sucede. “Países como Ecuador, por ejemplo, viven situaciones similares. Entonces, ven con preocupación qué pasa en el Perú y cuál es la respuesta de la región a la forma cómo se afrontan las protestas”, añadió.
Por su parte, el especialista en política exterior también explicó la posición que Argentina y Brasil, la dos superpotencias de Sudamérica, han sostenido.
“Argentina firmó la carta conjuntamente con México, Bolivia y Colombia que cuestionaba al gobierno de Dina Boluarte, pero ahora ha mantenido la calma. Alberto Fernández no dijo nada de Perú y creo que se debe, básicamente, a que Argentina fue la sede de la CELAC y si hubiese sido duro con nuestro país, pues no habríamos asistido. Ha tenido una posición bastante diplomática en este contexto luego de haber firmado esa carta que fue muy dura contra el gobierno peruano. Además, su canciller [Santiago Cafiero] fue parte de esta comitiva de la OEA que, finalmente, fracasó. Estimó que Argentina debe estar medio decepcionada porque el propio gobierno que convocó a la OEA [el de Pedro Castillo] terminó dando un golpe de Estado. Sin embargo, eso no quita que en el futuro pueda retomar alguna postura dura con el Perú”, indicó.
En tanto, Vidarte refirió que en el caso de Brasil ha sido muy cauto porque regresa a la región con un gobierno nuevo liderado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien va tratar de recuperar el liderazgo en la región. “En el pasado, Lula llegó a articularse con gobiernos de izquierda, derecha, centroderecha y centroizquierda para lograr un liderazgo regional. Por ello, eso pasa con tender puentes con diferentes países. No veo a un Brasil cuestionando duramente al Perú para generar algún tipo de ruptura y pierda un espacio de liderazgo que desea tener”, anotó.
Finalmente, el docente de la PUCP indicó que no vio mucha diferencia en el discurso que la presidenta Boluarte ofreció ante el Consejo Permanente de la OEA a partir de lo que la Cancillería informa en diferentes foros regionales. “Hay una narrativa y línea que trata de defender la constitucionalidad del gobierno, que tratan de tomar acciones para hacerle frente a las protestas, que convocan a la ONU y al sistema interamericano. Todo lo que hace el gobierno para que le crean que no es un gobierno que no utiliza la represión como herramienta”, zanjó.
Defensa de la soberanía
Gattas Abugattas, máster en Diplomacia y Relaciones Internacionales por la Escuela Diplomática de España, señaló que las últimas decisiones de la Cancillería son las que corresponden.
“No podemos aceptar como país que un grupo de presidentes de una ideología cercana a la del señor Castillo pretendan mentiras que distorsionan la realidad y genera mayor convulsión social en el Perú. El señor Pedro Castillo dio un golpe de Estado fallido y eso es un atentado contra la democracia. Que estos señores digan, más bien, el hecho que esté preso en flagrancia con orden de juez es un atentado a la democracia, es una falsedad y, además, esto azuza más a la población peruana. Protestar contra eso es lo que le compete a la Cancillería”, mencionó.
El investigador y gestor del Departamento de Derecho de la PUCP agregó que la Cancillería ha tomado un camino progresivo para responder las intervenciones de países como Colombia, Bolivia y México sobre lo que pasa en el Perú y así conservar los lazos de amistad que se ha tenido durante años.
“En el caso de México, en un primer momento, se le informó la extrañeza a su embajador. En un segundo momento, presentamos una protesta y aún así su presidente [Andrés Manuel López Obrador] siguió mintiendo y entrometiendose en los asuntos internos del Perú. Además, le otorga el asilo a una persona [Lilia Paredes] que no está siendo perseguida política, sino por delitos comunes. Entonces, evidentemente, lo que tocaba era expulsa al embajador como una forma de protesta frente a México. No hubo ninguna animadversión”, detalló.
Abugattas no descartó que el gobierno pueda tomar la decisión de expulsar a los embajadores de Colombia y Bolivia a pesar de que lo ideal sería no llegar a ese extremo. “Esperemos que los presidentes [Gustavo Petro y Luis Arce] cambien de actitud, pero si no lo hacen y siguen mostrando este tipo de actos violatorios del derecho internacional, de la carta de la ONU, atentatorios contra nuestra democracia y, además, basados en falsedades, lamentablemente la Cancillería tendrá que valorar una acción de este tipo [la expulsión de embajadores]”, enfatizó.
“Como país debemos proteger y respetar nuestras instituciones democráticas”, añadió.
Además, consideró como “lamentable” que Arce y Petro hayan pedido la liberación del expresidente Castillo en la CELAC porque, por un lado, se autodenominan demócratas, pero frente al quebrantamiento de la democracia por parte de una persona alineada a su ideología que cometió un delito de acuerdo al Código Penal, lo defienden. “Fueron discursos contradictorios, llenos de falsedades y sustentados desde mi punto de vista en las afinidades políticas que tienen con el señor Castillo”, acotó.
Abugattas mencionó es el discurso de Boluarte ante la OEA sirvió para aclarar lo que está pasando en el Perú, apuntó contra los países que han propalado mentiras de las causales de la crisis política, informó sobre las acciones que el gobierno ha garantizado para que las investigaciones del Ministerio Público avancen sobre los eventuales abusos por parte de las fuerzas del orden y mencionó sobre la actitud de las personas infiltradas en las protestas que están generando actos de violencia.
La canciller Ana Gervasi se presentará este lunes ante el Consejo Permanente de la OEA. Una nueva ocasión para que el Perú esté en el centro de la atención de la comunidad internacional que observa con incertidumbre e intriga lo que pasa día a día en el país.