En los primeros días del 2023, el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Luis Fernando Helguero estimó que el Perú recibiría alrededor de 2,5 millones de turistas internacionales, representando un crecimiento del 26% en comparación al 2022. Días después se retomaron las manifestaciones en diferentes regiones del país en exigencia del adelanto de elecciones y la renuncia de Dina Boluarte y nuevamente este sector se vio seriamente afectado. Hoy, 21 días después de paro indefinido la situación del turismo en el país es caótica, decenas de empresas se declaran en banca rota y se pierden miles de puestos de trabajo.
El Banco Central de Reserva (BCR), señaló que, a consecuencia de las protestas, se está perdiendo alrededor de 100 millones dólares en cancelaciones de reserva al mes. Por su parte, la Cámara Nacional de Turismo (Canatur) indicó que por cada día de protestas el turismo pierde alrededor de 50 millones de soles.
Ante este desolador escenario para las empresas dedicadas al turismo, Infobae conversó con dos especialistas para conocer la situación de este sector, las alternativas de solución y proyecciones de recuperación.
El turismo se vio seriamente afectado a raíz de la crisis por la pandemia de la COVID-19 desde los primeros meses del 2020, en el que se adoptaron una serie de restricciones para evitar los contagios que impedían el desarrollo de las actividades, y en el 2022, al flexibilizar las medidas, los actores de este rubro tenían la esperanza de recuperar sus cifras económicas.
Pedro Pizarro, docente de la carrera de Administración de Negocios Hoteleros y Turísticos de la Universidad Le Cordon Bleu, indicó que las manifestaciones que se vienen registrando desde el mes de diciembre han frenado la recuperación de este sector. “Los impactos que ha venido generando las manifestaciones sociopolíticas en el Perú es un tema bastante complejo porque no terminamos de recuperarnos de la pandemia y ya estamos viendo otros problemas”, expresó.
Por su parte, Martín La Rosa, country manager para Perú y Bolivia de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) sostuvo que el sector aéreo tampoco ha logrado alcanzar las cifras registradas en el 2019. “Estábamos recién logrando el 100% de volumen de trafico de pasajeros domésticos respecto al 2019 y en un 80% respecto al tráfico internacional y lamentablemente esta situación ha impactado en esa recuperación”, puntualizó.
Ambos especialistas consideraron que, si las manifestaciones se prolongan por más días, el sector se continuará debilitando, reduciendo las expectativas de los próximos meses al impactar en las próximas festividades como los carnavales y semana santa.
Desde que se retomaron las manifestaciones, principalmente en las regiones del sur del país, se han cancelado más de 525 vuelos y más de 58 mil pasajeros han resultado afectados. Además, la empresa concesionaria Aeropuertos Andinos del Perú consideró que las pérdidas ya superaron los 2 millones de dólares en la infraestructura dañada por los manifestantes.
Martín La Rosa indicó que la cancelación de vuelos y suspensión de las operaciones de los aeropuertos es solo un eslabón de la cadena del sector turismo. “Por cada 100 dólares que produce la aviación directamente se produce 325 dólares en otros sectores. Por cada 100 puestos de trabajo que aporta en forma directa el sector aéreo se generan 600 puestos de trabajos en mercados relacionados al turismo y comercio”, indicó y lamentó que los más afectados sean los pequeños comerciantes, restaurantes pequeños, entre otros, que no han podido recibir el tráfico que se esperaba.
Además, sostuvo que las violentas manifestaciones afectan la imagen del país y “se está perdiendo la posibilidad de cumplir el sueño de ser considerado el hub aéreo más importante de la región”. “Mucho tráfico que se esperaba recibir se está desviando a otros países como Colombia, Panamá y México, que ya están recuperando sus niveles prepandemia”, señaló y advirtió que esa competitividad es muy difícil de recuperar.
Pedro Pizarro recordó que antes de la pandemia, arribaban más de 4 millones de turistas al Perú y al cierre del 2022, solo se registró cerca de un millón 900 mil. Señaló que esta disminución también afecta al empleo, ya que “el sector turístico genera cerca de 7 millones de puestos de trabajo a nivel nacional, y actualmente con las manifestaciones la cifra disminuyó a los 700 mil puestos de trabajo”.
Te puede interesar Suspenden ingreso a Machu Picchu y camino inca por tiempo indefinido debido a las protestas
A causa de los violentos enfrentamientos que se han reportado desde diferentes ciudades del país, muchas personas que ya tenían comprado un paquete de viaje han optado por cancelar sus reservas.
El representante de IATA señaló que el sentimiento de inseguridad de los nacionales se mantiene y en el caso de extranjeros incluso sus propias cancillerías les han alertado que no es seguro venir al Perú. “No vemos acciones concretas que nos permitan de alguna manera visualizar una solución en el corto plazo a esta situación”, acotó.
Por su parte, el docente de la Universidad Le Cordon Bleu, indicó que una vez que se terminen las manifestaciones, al sector le tomará un tiempo para recuperar la confianza y seguridad de los turistas.
En ese sentido, consideró que las próximas festividades como los carnavales de Cajamarca y de Ayacucho, entre otros, debe ser aprovechada por el Estado para convencer a los peruanos de realizar turismo interno para “ayudar a crear una imagen que en el Perú las cosas se están tranquilizando”.
Además, indicó que las empresas más comprometidas con el turismo deben formar parte de la delegación peruana que participará en la Feria internacional de Turismo (FITUR), que se realiza en Madrid en España, a fin de brindar confianza y dar a conocer las actividades turísticas en el país.
Te puede interesar Paro nacional EN VIVO: Carreteras continúan bloqueadas por protestas y siguen detenidos los intervenidos en San Marcos
Martín La Rosa sostuvo que se debería poner sobre la mesa la posibilidad de brindar incentivos adicionales para la reactivación de los viajes, como la reducción del IGV e ISC, a fin de que los pasajeros vean más atractivo utilizar el servicio aéreo.
“Por ejemplo, comprar un boleto a Cusco, con tres meses de anticipación, cuesta alrededor de 140 dólares, y si se brinda beneficios en los descuentos en cargos e impuestos, el boleto podría bajar hasta 83 dólares”, señaló.
Además, enfatizó que el Estado tiene que tomar acciones concretas para frenar los actos violentos y no permitir que se tome ningún otro aeropuerto ni se dañe su infraestructura.
Pedro Pizarro hizo hincapié en que las pequeñas y microempresas son las más golpeadas económicamente, por lo que el Estado debería considerar ampliar el plazo para que puedan cumplir con el pago de Reactiva Perú y sus compromisos fiscales ante Sunat.
SEGUIR LEYENDO